Adonai Herrera-Martínez (BERD): «Habrá que reconstruir Ucrania y su economía de forma sostenible»
El director de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Adonai Herrera Martínez, confía, en esta conversación con el analista de innovación Eugenio Mallol, en una transición hacia las energías renovables, defiende el poder transformador de la taxonomía verde y considera clave convencer a los inversores para potenciar a las empresas con visión
El director de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Adonai Herrera.
Eugenio Mallol.-El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo tiene el ánimo de ayudar a reinventar, es decir, no volver a modelos previos a ese punto de inflexión que fue la pandemia. Habláis de visión social ambiental.
Adonai Herrera Martínez.-Estamos expandiendo el área de inversión. Invertimos 13.000 millones de euros en la región en la que operamos, desde Marruecos hasta Mongolia, desde Estonia hasta Egipto, y sobre todo en proyectos de desarrollo que sean viables económicamente y promuevan esa transición hacia una economía de mercado donde encajan las salvaguardas sociales y medioambientales. Para llevar nuestros fondos a inversiones pequeñas necesitamos trabajar con bancos locales, aunque sean parte de matrices financieras mayores. Nos aseguramos de que nuestros proyectos no hagan daño al medio ambiente, respeten la buena práctica en cuestión de legislación laboral, de protección a las comunidades vulnerables, los derechos sociales y la inclusión.
Eugenio Mallol.-Ante la reconstrucción de Ucrania qué posibilidades y qué oportunidades se abren. El país ha hecho una llamada a los innovadores.
Adonai Herrera Martínez.-Somos el banco multilateral líder en inversión en Ucrania desde hace muchos años, desde la caída de la Unión Soviética, es uno de los países más grandes que tenemos. Estamos próximos al Gobierno, hace unas semanas hospedamos la cumbre sobre recursos financieros para ayudar al país. Mientras el conflicto perdure la inversión es complicada. Trabajamos a través de bancos ucranianos, y estamos apoyando el desarrollo y la reconstrucción de las infraestructuras. Más allá de eso, tendremos que ver cómo evoluciona el conflicto, pero nuestro compromiso con Ucrania es claro y tangible. La reconstrucción de infraestructuras es básica, se necesita una experiencia enorme en carreteras, plantas de tratamiento de residuos y aguas, de producción de energía, sobre todo renovable. Ucrania necesitará una transición a un futuro más allá del gas ruso, sobre todo para calefacción y para uso directo de energía. Todo ese tipo de inversiones serán muy necesarias. Imagino que inversiones e innovación, en todos los sectores. Hay que reconstruir una economía que ha sido devastada. Hay que reconstruir toda la destrucción causada de una manera sostenible, por supuesto.
Eugenio Mallol.-Hubo una reunión del embajador de Ucrania con empresarios en Madrid en 2022 y se hablaba de 750.000 millones de dólares de coste de reconstrucción.
Adonai Herrera Martínez.-Movilizamos e invertimos miles de millones en Ucrania y seguiremos haciéndolo.
Eugenio Mallol.-Las materias sensibles con las que trabajas ya no se pueden abordar sólo desde el sector público, que es muy dependiente ya de datos, tecnología e incluso infraestructura que le tiene que aportar el privado.
Adonai Herrera Martínez.-El sector privado tiene un rol esencial en promover esta transición ecológica, de la economía hacia la sostenibilidad. Para convertir los miles de millones en billones, se necesita a la iniciativa privada. En este movimiento de ESG, de criterios rigurosos y creíbles hacia la sostenibilidad, es esencial mover a los inversores a los que realmente les importan esos temas hacia empresas que realmente tengan un impacto medioambiental y social mayor que el retorno a la inversión básica. Este movimiento de ESG es esencial para convencer a las empresas de que estos temas importan a muchos inversores. El fondo de pensiones noruego es uno de los mayores inversores del mundo en ESG.
Eugenio Mallol.-Sois pioneros en ese sentido. Grandes corporaciones se han marcado 2030 para que el 100% de sus proveedores cumplan los requisitos de sostenibilidad. Vuestro aprendizaje en este tiempo puede servir a las empresas para saber hasta qué punto todo esto repercute y va más allá de un capricho circunstancial.
Adonai Herrera Martínez.-Puede ser que seamos pioneros en integrar las salvaguardias sociales y medioambientales, pero se hace por necesidades regulatorias. En nuestro modelo de negocio combinamos las inversiones en proyectos con el desarrollo de la capacidad de nuestros clientes y las mejoras regulatorias. Trabajamos con los gobiernos para que las mejores prácticas que imponemos se trasladen a requerimientos regulatorios.
Eugenio Mallol.-Actuáis como prescriptores de regulación.
Adonai Herrera Martínez.-Como consejeros. La asistencia técnica de Deloitte desde España para el Plan Nacional de Eficiencia Energética de Turquía hace que sigamos trabajando con ellos en el desarrollo del sistema de subastas de renovables. El objetivo es promover el cambio sistemático a través de proyectos y de la iteración regulatoria.
Eugenio Mallol.-Parece que Europa está en calma con la taxonomía verde, aunque sigue habiendo controversias y nos encanta plantearnos plazos para revisar las cosas. Influirá en la toma de decisiones financieras.
Adonai Herrera Martínez.-Es un tema fundamental y es una buena noticia porque la taxonomía verde intenta estandarizar lo que llamamos inversiones sostenibles, es decir, evita que haya diferentes patrones que impidan una métrica única y el greenwashing, que los inversores llamen verde a lo que no es verde. Formamos parte de grupos de trabajo que están definiendo los patrones técnicos de la atribución verde. El problema es que estos criterios son relativamente válidos en países con un desarrollo parecido en la UE, pero son complejos para países en desarrollo. Si hablamos de descarbonizar el sistema energético de Serbia, Kosovo o Egipto, el contexto es mucho más difícil. El gas es mucho más relevante allí como combustible de transición.
Eugenio Mallol.-Entre las empresas agroalimentarias y el sector primario estas exigencias provocan rechazo, resistencia. Aparecen movimientos de ganaderos y agricultores que consideran que las nuevas normas son inasumibles.
Adonai Herrera Martínez.-Es un tema complejo. En el sector agrícola lo es incluso más porque tenemos también la presión de la necesidad de producir comida, de asegurarnos el alimento a nivel global. La producción primaria tiene que reformarse porque es clave para reducir las emisiones y la deforestación. La transformación de la cadena alimentaria es una necesidad global, pero debe llegar de forma de manera progresiva, cambiando poco a poco la forma en la que producimos comida para obtener en 10-15 años de productos agropecuarios primarios consumiendo muchos menos recursos como suelo o agua.
Eugenio Mallol.-En algunas zonas el sector primario se podría equiparar a esos países emergentes a los que estáis dando ayudas desde el BERD.
Adonai Herrera Martínez.-Piensa en la devastación del ecosistema del mar del Aral por la sobreproducción de algodón. Ha sido probablemente la catástrofe ecológica más grande del siglo XX y se ha producido por una cosecha que requiere muchísimos recursos hídricos. Plantar algodón en una zona tan seca como Uzbekistán ha sido una debacle. A lo mejor ha producido un desarrollo económico en el país, pero ha sido una catástrofe medioambiental, es una producción insostenible. Ese tipo de producción primaria tiene que cambiar si queremos mantener la biodiversidad los ecosistemas.
Eugenio Mallol.-En el tema energético, ahora mismo nadie se apostaría su casa al cumplimiento de los objetivos de emisiones netas en 2050.
Adonai Herrera Martínez.-Hay indicadores que nos hacen ver que es perfectamente posible la reducción de emisiones. El 80% de la potencia instalada nueva al año es de renovables, porque hemos conseguido que el coste nivelado de energía sea más competitivo que a través de otras fuentes. No solo internalizando las externalidades negativas, sino también desarrollando tal potencial de producción que permite que tener paneles solares sea ahora extremadamente barato, lo cual hace que el coste de la energía sea mucho más bajo que el gas y el carbón. Para reducir el impacto de emisiones a través de generación de energía es clave la retirada y el desmantelamiento de centrales obsoletas. Acelerar ese desmantelamiento sería esencial para conseguir que las renovables entren en funcionamiento antes y se pueda llegar a los objetivos. Es una necesidad para cualquier plan de acción tener hitos creíbles y en la UE se están haciendo las cosas bien. La industria es compleja, pero la taxonomía te ofrece buenas ideas para saber cuáles son los pasos de descarbonización de las diferentes industrias. El hidrógeno verde es esencial para esas industrias que no pueden ser completamente electrificadas como cemento, acero y los fertilizantes. En el transporte estamos viendo que cada vez hay más ventas de coches eléctricos. En edificios es un tema complejo, pero está muy ligado a la electrificación y la generación de materiales primarios verdes para la construcción. Soy optimista, creo que se puede llegar y si no tendremos que soportar consecuencias muy negativas relacionadas con el cambio climático.