
Chips Act 2.0, en el centro del II Valencia Silicon Forum: en busca de más inversión y coordinación

La Ley Europea de Chips 2.0 (Chips Act 2.0) ha sido el eje central de una mesa redonda celebrada en el marco del II Valencia Silicon Forum (organizado por Valencia Silicon Cluster), que ha reunido a relevantes personas de la industria, la política y la innovación tecnológica. La sesión, moderada por Raquel Jorge Ricart, directora de Asuntos Europeos de ADIGITAL, ha contado con la participación de Pierre Chastanet (Comisión Europea, Head of Unit for Cloud and Software), Oliver Schenck (eurodiputado del Grupo PPE) y Javier Ponce (director general de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica, SETT).
Desde la introducción, Raquel Jorge ha puesto el foco en la relevancia estratégica de la industria de semiconductores: “La segunda versión de la European Chips Act nos obliga a mirar cómo se están movilizando las inversiones en la UE, con el apoyo de la Comisión, y cómo deben mejorar”. Jorge ha subrayado que la industria es “una oportunidad de seguridad y también de riesgo en Europa”, y ha recordado que el nuevo marco regulatorio debe reducir vulnerabilidades en la cadena de suministro y coordinar la respuesta ante crisis.
De participante a competidor
Pierre Chastanet ha presentado la arquitectura de la Ley de Chips, estructurada en tres pilares: la Chips for Europe Initiative, centrada en la infraestructura, el apoyo a startups y pymes y la creación de sinergias con la investigación; la seguridad del suministro, con el impulso a las primeras fábricas de semiconductores de su clase en Europa, y la monitorización y respuesta a crisis, que incluye sistemas de alerta y un mecanismo de coordinación con los Estados miembros, y dota a la Comisión de “poderes fuertes en tiempos de crisis”.
Chastanet ha destacado avances concretos: cinco líneas piloto ya en marcha, plataformas de diseño que estarán operativas en verano de 2026, y centros de competencia en los 27 Estados miembros. España, ha señalado, coordina uno de los seis pilotos europeos en el ámbito de los chips fotónicos.
Además, ha subrayado el volumen de inversión privada ya comprometido: “las inversiones planificadas por los principales fabricantes superan los 80 billones de euros, de los cuales 32 billones millones ya se han ejecutado”. El objetivo, ha dicho, es “garantizar la resiliencia de la industria europea” en un contexto de tensiones geopolíticas que están fragmentando las cadenas de suministro. “Necesitamos responder a la ausencia en Europa de nodos avanzados de semiconductores y reducir nuestra dependencia de Asia”, añadió.
Oliver Schenck ha situado el debate en un plano estratégico: “cada era está definida por algo. En nuestro siglo estará definida por los semiconductores”. Para el eurodiputado, Europa “no debe ser solo un participante, sino un competidor real”, lo que implica más inversión, más coordinación y mayor flexibilidad regulatoria.
“El éxito de los semiconductores se debe a los clústers”, ha afirmado, y ha citado los esfuerzos en fotónica en España, así como los polos industriales de Italia, Francia y Alemania. “Chips Act 2.0 debe ir en línea con el desarrollo de la inteligencia artificial y asegurar que Europa sea un competidor real. Tenemos que invertir en nuestro propio desarrollo”.

Schenck también ha incidido en el factor humano. «Si quieres liderar en áreas como la IA, debes diseñar los chips. La nueva Chips Act une universidad e industria, pero necesitamos invertir en educación, en talento, en programas de movilidad para que el talento venga y se quede”.
Por su parte, Javier Ponce ha expuesto las tres prioridades que la SETT considera fundamentales para la soberanía tecnológica de España y de Europa. En primer lugar, el diseño de chips, que aseguren que la tecnología desarrollada se use por compañías europeas. Ha destacado el papel de varias startups españolas que están liderando proyectos de alto rendimiento: “Esperamos tener a finales del año que viene algo competitivo”.
En segundo lugar, el talento, que garantice que la microelectrónica penetre en todos los sectores de la economía. Y, por último, apoyo a pymes, con prototipos y entornos de prueba accesibles para facilitar la adopción de tecnologías avanzadas.
Ponce ha subrayado que España tiene “una posición privilegiada para unir software y hardware”, y que la clave será “crear una verdadera demanda” en Europa: “Sin off-takers no tendrás inversión. Necesitamos clústers que canalicen estas capacidades”.
Mirada hacia el futuro
En la parte final de la sesión, Chastanet ha insistido en que la Chips Act 2.0 debe cumplir dos objetivos principales: “consolidar y avanzar las fortalezas europeas y reducir y gestionar las dependencias”. Entre las áreas prioritarias ha mencionado IA, computación cuántica, fotónica y chips de bajo consumo, con aplicaciones en sectores verticales como automoción, automatización industrial, telecomunicaciones y salud. Ponce, por su parte, ha insistido en que es un gran error «no tener grandes inversores en Europa». «Tenemos que hacer algo para ser capaces de invertir en Europa».
Jorge ha cerrado el encuentro señalando que “la industria acoge muy bien Chips Act 2.0”, pero ha advertido sobre el riesgo de fragmentación entre Estados miembros: “necesitamos asegurarnos de que todos vayan en la misma línea y que se genere demanda, y eso no va a ser fácil”.
Europa debe acelerar su capacidad de innovación y producción de semiconductores, coordinar la inversión pública y privada y fortalecer los clústers regionales para no quedarse atrás en la carrera tecnológica global.

Imágenes: Valencia Silicon Forum