La nueva brújula industrial británica: baja un 25% la regulación y el coste energético y más I+D para liderar 8 sectores frontera

El Reino Unido presenta un plan de modernización industrial a diez años que impulsa a la innovación, intervención energética y cooperación internacional para reindustrializar el país, fortalecer su autonomía tecnológica y recuperar competitividad en sectores estratégicos
Carla Mansanet
27 de junio de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
La nueva brújula industrial británica: baja un 25% la regulación y el coste energético y más I+D para liderar 8 sectores frontera

Reino Unido se ha despertado esta semana con una nueva Estrategia Industrial Moderna, un plan de diez años que combina recortes del 25% en cargas regulatorias, tarifas eléctricas industriales más bajas y el despliegue de una estrategia industrial por zonas orientada a captar más de 50 .000  millones de libras de inversión privada en todo el país. Mediante este documento, el país se ha fijado una serie de objetivos para potenciar los ocho «sectores frontera» y ha comprometido 53 . 000  millones de libras adicionales en financiación pública para I+D y establecido un mecanismo anual de revisión conjunta Gobierno‑empresa que busca dotar de previsibilidad y confianza a largo plazo. “Esta estrategia industrial marca un punto de inflexión para la economía británica”, subrayó Keir Starmer, su primer ministro, en Westminster.

Aunque el PIB real británico creció un 0,7 % trimestral en el primer trimestre de 2025, el país sigue lidiando con una productividad estancada y el recuerdo de una década de baja inversión. El sector manufacturero apenas roza el 9 % del valor añadido y la incertidumbre comercial ligada al Brexit continúa pesando sobre las exportaciones, lo que explica la urgencia política de una hoja de ruta industrial robusta.

Estabilidad a largo plazo

El eje vertebrador del plan es crear el entorno más abierto y predecible del G7 para invertir y aportar ciertas garantías que enfoquen durante una era de incertidumbre a los emprendedores. Para ello se fija una reducción del 25 % en los costes administrativos y en el número de reguladores, una hoja de ruta fiscal estable y la promesa de acelerar permisos de planificación y conexiones a la red eléctrica.

No obstante, el que podría considerarse el núcleo más tangible del plan es el nuevo British Industrial Competitiveness Scheme, un programa quinquenal dotado inicialmente con 11.400  millones de libras que combina subvenciones directas a la eficiencia, contratos de energía renovable a precio fijo y créditos fiscales para colocar el coste energético británico a la altura de la media del G7. Según la nueva estrategia, a partir de 2027 se recortará hasta un 25% la factura eléctrica de más de 7.000 empresas y, además, se acelerarán los plazos de conexión a la red, un plan ya operativo este año. A ello se añade la “supercarga” para la industria básica y la expansión de contratos de compra de energía corporativos, medidas que pretenden alinear competitividad y descarbonización.

En términos de financiación, para movilizar capital, la capacidad del British Business Bank ha ascendido a 25.600  millones de libras, mientras que la National Wealth Fund contará con 27.800 millones de libras para coinvertir en los sectores críticos. El gasto público en I+D crecerá a 22.600 millones de libras anuales, con partidas específicas de 2.000 millones de libras destinadas al desarrollo IA y 2.800  millones para manufactura avanzada.

E incorporando la IA en el nuevo informe, es irremediable abordar la gestión del dato para el Gobierno de Reino Unido. Este se compromete a comercializar activos públicos de datos con el fin de “liberar” información y acelerar la digitalización empresarial. Asimismo, se ha anunciado nueva legislación para integrar tecnologías de registro distribuido y activos digitales en los mercados británicos.

Los ocho sectores frontera

La Estrategia Industrial Moderna británica ha definido ocho industrias frontera como receptores principales de incentivos: manufactura avanzada, industrias creativas, energías limpias, digital y tecnologías, servicios financieros, defensa, ciencias de la vida y servicios profesionales. Cada una contará con planes sectoriales y métricas de seguimiento centradas en inversión, productividad, exportaciones y empleo especializado.

La manufactura avanzada, especialmente concentrada en Manchester, aspira a casi doblar su valor añadido en la próxima década mediante el impulso a la automatización, los materiales compuestos y la relocalización de cadenas de suministro estratégicas. En las industrias creativas, la estrategia se enfoca en expandir la capacidad de producción virtual y el crecimiento de los estudios de videojuegos, con apoyos específicos para el desarrollo de contenidos culturales.

En energías limpias, el Gobierno apuesta por liderar tecnologías como la eólica marina flotante y el hidrógeno verde, con el objetivo de consolidar una base industrial que soporte el sistema energético plenamente sostenible. El bloque digital y tecnologías prioriza la inversión en centros de excelencia y la atracción de talento global en materia de IA, tecnologías cuánticas, computación avanzada y semiconductores; esta última especialmente concentrada en Gales.

Los servicios financieros recibirán apoyo para integrar innovaciones digitales y adoptar nuevas estructuras de activos, mientras que la defensa contará con un plan de rearme tecnológico y autonomía industrial acompañado de un aumento del gasto en el ámbito. Este, además, se puede considerar como un gesto de concordancia con el 5% de la ONU.

Además, la propuesta podría reflejar de forma implícita la influencia del informe Draghi de la UE, especialmente en la priorización de sectores estratégicos como la industria limpia, la digitalización o la autonomía tecnológica. La apuesta por políticas industriales activas, financiación pública catalizadora y soberanía económica en áreas críticas muestra un claro paralelismo con la hoja de ruta que el informe europeo propone para relanzar la competitividad y resiliencia industrial del continente.

Cooperación internacional y seguridad 

Todavía lejos de un repliegue proteccionista, Londres proyecta una “diplomacia industrial” con nuevos acuerdos comerciales con el Consejo de Cooperación del Golfo, Corea del Sur, Suiza y Turquía y la alineación estratégica con Japón, además de profundizar la interconexión energética y el comercio de servicios con Francia y Alemania.

Para el analista Iain Wright la estrategia “ofrece la confianza que inversores y emprendedores necesitan” pero su éxito dependerá de que las intenciones “se conviertan pronto en palas en el suelo”. Con una financiación comprometida de 725 . 000 millones en infraestructuras y un calendario ambicioso, la ejecución será un verdadero escrutinio de una brújula industrial que promete redefinir la economía británica en la próxima década.


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