El negocio marítimo se dispara un 62% desde 2015 y consolida el valor de la Economía Azul en la UE en plena crisis de aranceles

La Economía Azul de la Unión Europea (UE) atraviesa una fase de transformación y crecimiento sostenido. Según el Informe sobre la Economía Azul 2025, publicado por la Comisión Europea, en 2022 esta actividad generó una facturación cercana a los 890.000 millones de euros, con un Valor Añadido Bruto (VAB) de 250.700 millones, lo que representa un aumento del 33% respecto a 2021. El empleo también creció un 16%, alcanzando los 4,82 millones de puestos directos. Las estimaciones para 2023 apuntan a un VAB de 263.000 millones y 4,88 millones de empleos, confirmando la tendencia ascendente.

Auge del tráfico marítimo

Uno de los sectores que más destaca es el tráfico marítimo, que ha experimentado un crecimiento espectacular del 82,7% entre 2015 y 2023, al pasar de 34.129 millones de euros a 62.353 millones. Esta evolución, enmarcada en un contexto global de tensiones comerciales y disputas arancelarias, consolida al transporte marítimo como columna vertebral del comercio europeo.

A este avance se suma el de la construcción y reparación naval, con un crecimiento del 86,3% en el mismo periodo, y las actividades portuarias, que aumentaron un 25,2%. El conjunto de estos tres sectores refleja la vitalidad de la infraestructura marítima europea, que sigue siendo esencial para la autonomía estratégica del bloque.

El transporte marítimo no solo crece en volumen: también mejora su sostenibilidad. Entre 2013 y 2022, las emisiones por tonelada de carga transportada se redujeron en un 10 %, y se están aplicando normativas más estrictas como la inclusión del sector en el Régimen de Comercio de Emisiones de la UE (ETS) y el reglamento FuelEU Maritime.

Energía renovable marina

Desde 2018, las inversiones en sectores innovadores de la economía azul han aumentado de forma constante. En particular, la energía eólica marina ha registrado un crecimiento sin precedentes: entre 2013 y 2022, su VAB se multiplicó por más de diez (+1049 %). Solo en 2022, la inversión europea en energía oceánica alcanzó los 48.530 millones de euros, el 53% de la inversión mundial en este ámbito.

Ese año, el sector alcanzó un VAB de 5.300 millones (un 42% más que en 2021), con beneficios por 4.100 millones (+56%). Actualmente, la UE cuenta con 18,9 gigavatios de capacidad eólica marina instalada en once países, suficiente para abastecer a más de seis millones de hogares. Para 2050, se prevé alcanzar los 317 GW.

Estas cifras sitúan a la energía renovable marina como uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento económico y reducción de emisiones, alineado con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Innovación y sostenibilidad

La edición 2025 del informe incorpora sectores emergentes como la biotecnología azul, la desalación, la venta minorista de productos del mar y el consumo fuera del hogar. El informe destaca también el papel de la Economía Azul en la adaptación al cambio climático. Actualmente, unas 72.000 personas en la UE se ven afectadas anualmente por inundaciones costeras. De no incrementarse las medidas de protección, las pérdidas podrían alcanzar entre 137.000 y 814.000 millones de euros al año para 2100. Las soluciones basadas en la naturaleza (NBS) se perfilan como una respuesta viable, con beneficios potenciales que podrían superar sus costes en más de 3,5 veces.

Un componente emergente y con gran potencial es la biotecnología marina, que emplea organismos vivos marinos para crear productos de alto valor añadido mediante procesos avanzados. Con aplicaciones en farmacéutica, cosmética, alimentación animal y biomateriales, esta industria generó un VAB de 327 millones de euros en 2022, un 19% más que el año anterior. El beneficio bruto fue de 168 millones de euros, mientras que la facturación superó los 942 millones.

Los avances medioambientales acompañan a los económicos. La flota pesquera de la UE redujo sus emisiones de CO₂ en un 31% entre 2013 y 2022, mientras que el consumo de combustible cayó un 17% respecto a 2009. La adopción de prácticas sostenibles no solo contribuye a los objetivos climáticos, sino que refuerza la resiliencia de los sectores frente a crisis globales.

En este contexto, la Comisión Europea ultima un nuevo Marco Financiero Plurianual que incluirá un fondo para la competitividad de sectores estratégicos como la Economía Azul. Además, el Pacto Europeo por los Océanos, impulsado por el comisario Kadis, buscará integrar las políticas oceánicas bajo un enfoque común de sostenibilidad, competitividad y seguridad.

La Economía Azul se perfila como uno de los pilares clave del futuro económico de la UE, combinando crecimiento, innovación y protección del medio marino. Con el tráfico marítimo en expansión y la energía renovable marina a la vanguardia, Europa avanza con firmeza hacia una economía oceánica más competitiva, climáticamente neutra y resiliente.