Solos ante el apagón: España sigue con su calendario de cierres mientras Europa reafirma su compromiso con la energía nuclear

El apagón nuclear en España mantiene su calendario previsto en su ambicioso Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), un contexto geopolítico mundial de compromiso con esta energía, con Europa liderando el proyecto de Pequeños Reactores Modulares (SMR)
María José Martínez
14 de febrero de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Solos ante el apagón: España sigue con su calendario de cierres mientras Europa reafirma su compromiso con la energía nuclear

Las redes energéticas van a ser protagonistas principales de la agenda europea durante los próximos años. Con la vista puesta en el Clean Industrial Deal, la Comisión anuncia su primordial objetivo de descarbonización y transición energética, con especial promoción de la electrificación (ya ha anunciado el Electrification Action Plan para el primer trimestre de 2026). Para garantizar esos objetivos climáticos en las próximas décadas, las necesidades de inversión en redes energéticas podrían superar los 1,4 billones de euros hasta 2040, y vendrán impulsadas por la modernización de la infraestructura eléctrica, con un 79% del total de los fondos proyectados, y el desarrollo del hidrógeno como fuente de energía limpia.

En este contexto, resurge con fuerza el debate de las centrales nucleares. Tras la presentación de la Comisión Europea de su nuevo programa nuclear ilustrativo para 2025 (PINC), que establecerá objetivos de producción nuclear y delineará un plan estratégico para la Alianza Industrial Europea de Pequeños Reactores Modulares (SMR), España se queda sola en el cierre nuclear. Son muchos los expertos que valoran insuficiente el ambicioso Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para reemplazar la capacidad nuclear en los plazos previstos, y alegan que la transición energética requiere plazos más amplios y mayor planificación estratégica.

Sobre ello se ha manifestado el presidente de la patronal catalana, Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre (que estará presente en el Collaborate Barcelona organizado por Atlas Tecnológico), quien aboga por alargar la vida de las centrales nucleares al menos cinco años, para que los niveles de desarrollo del almacenamiento alcancen lo previsto por parte del PNIEC. La energía nuclear supone en torno al 60% de la electricidad que se produce en Catalunya, y la siguen de lejos la hidroeléctrica y la eólica, que representaron el 9,5% y el 7,5% del total en 2023.

Un apagón de 7.117 MW

El apagón de las siete plantas en España, pactado en 2019 entre las grandes eléctricas (Endesa, Naturgy y EDP), el gobierno y Enresa (empresa pública encargada de desmantelar las centrales y gestionar los residuos radiactivos), comenzaría en 2027 con Almaraz y finalizaría en 2035 con el cierre de Trillo. Estos son los planes que recoge el PNIEC y que mantiene sin cambios el gobierno. El debate por la clausura de estas siete instalaciones, que representan aproximadamente el 20% de la generación eléctrica libre de emisiones (según la UE) del país, se ha avivado con el anuncio de la Comisión Europea de apostar por un nuevo programa que destaca la importancia de los reactores modulares pequeños: la tecnología SMR. Esta alternativa se perfila como una solución clave para la transición energética y la descarbonización de industrias con altas emisiones, como el transporte, la siderurgia y la calefacción urbana.

Mientras países como Francia, Finlandia y Suecia refuerzan su compromiso con la energía nuclear y se acrecienta el consenso europeo sobre la necesidad de modernizar su infraestructuras (recientemente grandes patronales europeas -ninguna española- han formado la “European Business Nuclear Alliance” para defender el papel de la energía nuclear en la competitividad industrial), España se mantiene en su pretensión de apostar por un sistema basado en energías renovables. La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, afirmó recientemente que la seguridad energética de España estaba plenamente garantizada. “Somos el país que más crece económicamente, que mejora su competitividad y que atrae nuevas inversiones, precisamente por nuestra apuesta por las tecnologías renovables”, afirmó.

La ministra aseguró que el PNIEC ha sido diseñado utilizando metodologías avaladas por organismos internacionales como ENTSOE, la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte y diversos análisis de carácter europeo. El gobierno ha incidido en que la decisión de clausura no ha sido unilateral, sino que ha sido tomada por las propias empresas del sector. Además, la ministra ha destacado el crecimiento del sector renovable en el país, que ha experimentado un incremento del 123% (en 2023, España fue el sexto país del mundo por nueva capacidad solar instalada).

Sin embargo, son muchos los que destacan la capacidad de generar electricidad de manera constante de la energía nuclear, frente a la intermitencia de las renovables. Además, en 2024 las centrales nucleares españolas produjeron el 25,28% de la electricidad sin emisiones de CO₂, consolidándose así como una de las tecnologías más eficaces para en la reducción de la huella de carbono. Ahora, es la Agencia Internacional de la Energía (AIE) quien advierte a España de que el cierre programado de las centrales nucleares en España supondrá un aumento de la dependencia de las centrales de gas para generar electricidad. Y ello vendrá acompañado de una crecida de la demanda eléctrica en nuestro país, que la Agencia estima que seguirá ascendiendo a un ritmo del 1,9% entre 2025 y 2027.

En Extremadura, donde está previsto el cierre de la planta de Almaraz (Campo Arañuelo) para 2027, representantes del tejido empresarial y la sociedad civil se han unido para defender la continuidad de la actividad de la central, que genera tres mil puestos de trabajo en la región. Paralelamente, Iberdrola y Endesa ya encargan a diversas consultoras informes de inversiones en el extranjero para proyectos nucleares. Y, aunque se han mostrado partidarias de ampliar la vida útil de los reactores en España, no lo han solicitado formalmente.

Sobre el aire, todas las dudas sobre el alargamiento de la vida útil de las nucleares, con voces a favor y en contra que avivan el fuego y sin una alternativa totalmente planificada y asegurada. ¿Podrán las renovables sustituir el papel de la nuclear a corto plazo? En 2024, la aportación de las renovables fue del 56%. Mientras, las grandes tecnológicas (Google, Amazon o Microsoft), que en muchas ocasiones lideran las tendencias, desarrollan desde hace meses proyectos de minicentrales nucleares en torno a sus grandes centros de datos para suministrarlos eléctricamente.

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