Bacterias, fotónica y un campo más eficiente, el menú se digitaliza
Las mejores innovaciones en alimentación, premiadas en convocatorias como Food 4 Future del World Economic Forum (WEF) y los FoodTech Innovation Awards, abren vías para escalar las soluciones del laboratorio a todo el mercado con el impulso del software y las herramientas de la revolución digital
Expositor con diversas variantes de productos derivados de la leche en la última edición del certamen Anuga FoodTec en Colonia.
Las innovaciones de las strartups y empresas han logrado convertir los cultivos agrarios en activos negociables, la digitalización total de los campos agrícolas, entre otros desarrollos como el ahorro de un 90% de agua en la industria alimentaria. En esta recopilación de las propuestas innovadoras en alimentación del futuro del último año, se recogen tecnologías que han sido galardonadas en el marco de los FoodTech Innovation Awards y por el World Food Forum (WFF). La innovación en la industria alimenticia se ve empujada por entidades que dirigen la evolución, de forma eficaz y productiva hacia la digitalización, mientras basan sus creaciones en la sostenibilidad.
AOTECH ha sido semifinalista del Food 4 Future al emplear la ciencia de la luz, fotónica, como un puente hacia la digitalización de la industria alimentaria, cuya invención se traduce en la construcción de un sector más eficiente y sostenible. Su sensor AONIR mejora de la detección de deficiencias en la producción de masa de pastelería y supone una revolución por su capacidad para detectar variaciones mínimas con precisión, como explican en un paper.
Otra stratup ha creado cultivos de tejidos fúngicos que, a su vez, conforman estructuras que replican la consistencia fibrosa y tierna de la carne. Innomy emplea el reciclado de subproductos de bajo valor en la industria alimentaria, para responder a la demanda de proteínas alternativas.
A su vez, las mejoras en la calidad de vida del ser humano han sido impulsadas por Genbioma, una empresa biotecnológica española con orientación internacional, que se enfoca en la regulación de la glucemia mediante la innovación de probióticos y postbióticos que modulan la microbiota intestinal. La importancia del control de la microbiota intestinal se debe a que sus desequilibrios pueden alterar el metabolismo de la glucosa, un aspecto fundamental para personas con diabetes. Ciertas bacterias específicas como las empleadas por Genbioma (probióticos y postbióticos) regulan el azúcar en sangre en personas con alteraciones metabólicas glucémicas. Sus soluciones también se destinan a problemas de salud como el riesgo cardiovascular y la obesidad.
Con respecto al área agrícola y de la salud, Organicin Scientific aborda la dependencia de los antibióticos químicos en la agricultura. Su sede se sitúa en Estados Unidos y la innovación generada por la empresa se enfoca en las bacteriocinas, (unas proteínas antimicrobianas naturales), que atacan en específico a las bacterias dañinas sin perjudicar la diversidad microbiana del suelo, así como asegura el uso seguro y sin consecuencias ecológicas adversas a largo plazo.
Las bacteriocinas poseen la capacidad de descomponerse de forma natural y regresar al suelo sin persistir como contaminantes. Además, su especificidad para atacar ciertas cepas permite mantener el equilibrio ecológico sin dañar la comunidad microbiana diversa. A su vez, minimizan el riesgo de las alteraciones ecológicas y asegura un impacto positivo en la agricultura.
Software
Hyperplan diseña un software que proporciona información sobre la producción agrícola de forma inmediata. El desarrollo de la entidad francesa se rige por datos de teledetección e inteligencia artificial (IA) de vanguardia, una interfaz amigable que transforma la información en decisiones prácticas para las operaciones diarias.
A su vez, el sofware aporta una visibilidad integral sobre la producción agrícola, desde el nivel de parcela hasta escalas nacionales, accede a sus contornos, rotaciones de cultivos, estimaciones de rendimiento, entre otras como evaluaciones de riesgo de calidad. También permite su seguimiento en tiempo real, donde analiza el estado de la vegetación, la fenología y los eventos mecánicos.
Con un componente de innovación social, Zebra CropBank es una startup que ha desarrollado un sistema de microalmacenes, que permite convertir los cultivos agrarios en activos negociables. La invención se sitúa en Nigeria, donde los CropBanks, los bancos de cultivos que organiza en ese formato de microalmacenes, se ubican de forma estratétiga en las puertas de las granjas, lo que les permite a los agricultores depositar pequeñas cantidades de productos, al tiempo que garantizan la seguridad de su acopio. Como contraprestación se les proporciona un recibo electrónico, que permite el acceso de los productores a préstamos, por ejemplo, bancarios.
El sistema, alimentado por energía solar, al agrupar la oferta, alcanza precios más justos y transparentes en el mercado, potencia tanto su infraestructura como su acceso y promueve prácticas agrícolas sostenibles, de esa forma resuelve las dificultades del sector agrícola africano, como lo era el desbarajuste al momento de establecer los precios, debido a la desesperación de los productores.
A su vez, quien potencia la sostenibilidad económica y medioambiental es la compañía Agricolus, mediante la ideación de una plataforma llamada Agritech, que digitaliza la totalidad de la gestión agrícola, es decir, se trata de una finca o campo digital. La entidad ha recibido el premio Tecnalia a “la solución más innovadora en digitalización para la Industria de alimentación y bebida”. La tecnología de Agritech permite la monitorización, en tiempo real, a través del mapeo de los campos, gracias la integración de sensores en él, entre otras fuentes de información, como el empleo de imágenes satelitales para la creación de índices sobre la vegetación.
El conjunto de esas técnicas, aplicadas en Umbría el “corazón verde” de Italia, se traducen en la eficiencia y optimización operativa, que resultan en una agricultura de precisión que ha logrado sacarle el máximo jugo a los cultivos.
Mientras tanto Urtech Water ha desarrollado una tecnología basada en la fotoelectroquímica que ahorra hasta un 90% de agua en la industria alimentaria, un entorno donde se desperdician volúmenes sustanciales de agua durante sus procesos. Por ejemplo, para producir un kg de lechuga se requieren 10 litros de agua, y una lata de espárragos demanda cinco litros.
El sistema Phex de Urtech Water regenera agua in situ sin utilizar productos químicos, mejora así la sostenibilidad en los procesos industriales y contribuye a la conservación del recurso. “Queremos adentrarnos en la automoción y en la siderurgia, por ejemplo”, afirma Javier López, CEO de la compañía navarra.
Línea ‘verde’
En la misma línea verde, Pack2Earth ha removido a la industria del packaging, a partir de la invención de envases conformados por materiales biobasados y compostables a temperatura ambiente. Se trata de una startup creada en Barcelona por Françoise de Valera y Glenn Du Pree, dos aficionados del trail y senderismo que “estaban horrorizados al ver cómo los envases vacíos de nutrición deportiva acababan como basura en la naturaleza” y se embarcaron en la I+D+i para obtener una solución.
Sus creaciones abordan bandejas, bolsas y vasos que se compostan con velocidad, sin emitir residuos tóxicos o microplásticos, una alternativa sostenible que promueve la economía circular y aún aguarda su patente.
En paralelo a la vida útil de los envases, KeepCool ha alargado la de los productos hortofrutícolas al emplear soluciones tecnológicas avanzadas. Sus filtros y equipos E-CAM, patentados y fabricados en España, ofrece una conservación óptima de frutas y verduras. La invención no solo aumenta la calidad en el transporte de los productos perecederos, sino que también contribuye a la sostenibilidad, al evitar una cantidad millonaria de kilogramos de residuos mensuales. Gracias a este sistema las reclamaciones por mermas disminuyen, mientras los proveedores del sector pueden ofrecer productos de mayor calidad en el mercado.
Respecto a los cultivos, Sustainable Planet, en Reino Unido, emplea las tierras desertificadas para cultivar proteínas vegetales, en específico lentejas de agua, que producen de 10 a 15 veces más proteína por hectárea que la soja, al tiempo que generan una gran cantidad de micronutrientes esenciales como los antioxidantes. Para satisfacer la demanda de la industria alimentaria se necesita aumentar el cultivo de soja entre un 70% y un 90%, aunque es imposible debido a la insuficiencia de tierra cultivable y a que su producción implica un impacto dramático en el planeta. También con respecto al cuidado de la salud humana, porque más del 90% de la soja está modificada genéticamente. Frente a este panorama las lentejas de agua contribuyen a la regeneración de los recursos de la tierra y mitigan las emisiones de carbono, aquello que la soja de momento no podría lograr.
Saborizantes naturales
Alcheme Bio es una startup foodtech que ha zarandeado la industria de productos cultivados al optimizar su sabor y su valor nutricional. A través de un proceso patentado que imita los entornos naturales donde crecen los organismos vivos, la invención permite replicar sabores robustos como los del salmón o el tocino, aunque son generados a partir de alimentos cultivados, fermentados y basados en plantas u hongos. La innovación proporciona la creación de sabores desarrollados en el laboratorio, que imitan a los generados por la agricultura tradicional. A su vez, la tecnología concede la capacidad para maximizar el sabor con sostenibilidad. La empresa estadounidense ha sido reconocida por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) como “la startup más innovadora” por el desarrollo de sus “saborizantes celulares”. La tecnología avanzada (de etiqueta limpia, no transgénica) mediante la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático reduce tanto el tiempo como los costes de investigación y desarrollo (I+D). También la capacidad para ajustar las formulaciones con precisión le ha permitido a Alcheme Bio sobresalir y posicionarse en un mercado muy competitivo.