A por los chips, con talento
Los diseñadores de semiconductores son parte inseparable de la producción, Europa debería saberlo
Europa necesita una estrategia potente para ser una voz destacada en el sector de los chips.
Con la entrada en vigor de la Ley Europea de Chips el pasado otoño, la Unión Europea quiere hacer frente a una más que probable nueva escasez de semiconductores en el mercado, sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones indican que su demanda se duplicará antes de seis años, superando un negocio de un trillón de euros, a causa del incremento en el uso de la inteligencia artificial (IA). La ley ha puesto sobre la mesa 43.000 millones de euros para inversiones públicas y privadas, con la intención de atraer grandes fabricantes que colaboren con empresas.
Intel construirá la primera gigafábrica de chips en Alemania, donde TSMC también ha anunciado su primera factoría europea. STMicroelectronics y GlobalFoundries harán lo propio en Francia, mientras que Broadcom indicó que invertiría en España 900 millones para erigir la primera instalación especializada en back-end en Europa. Son muchos los que creen que la fabricación de estos pequeños circuitos integrados, fundamentales para los dispositivos electrónicos y las funciones computacionales, es más que prioritaria.
Las factorías de chips se concentran actualmente en Asia y Taiwán posee las más avanzadas. “Estamos frente a un gran cambio tecnológico y una gran oportunidad de negocio. La necesidad de semiconductores en los próximos años alcanzará cifras increíbles. Necesitamos factorías pero también talento que los diseñe. Fábricas no tenemos, pero sí el mejor talento. Por lo tanto, tenemos que enfocar bien esta cuestión para poder ser uno de sus actores principales en esta área”, asegura Antonio Rubio, profesor del departamento de Ingeniería Electrónica de la UPC.
Las ventas de semiconductores alcanzaron el año pasado los 490.977 millones de euros, de las que el 60% correspondieron a Taiwán. “España ha reaccionado a esta situación con el PERTE Chip, para que el país sea referente en el diseño y fabricación de semiconductores y microelectrónica, aportando 12.800 millones de euros, pero de esta cifra solo ha destinado 47 millones de euros a las universidades, donde se han creado las Cátedras Chip, para la formación de los profesionales en este ámbito. Estamos perdiendo el tiempo. El talento es nuestro gran valor”, recuerda Rubio.
Y mientras, los virtuosos huyen. Según el informe anual sobre el Estado del Talento 2024 de la consultora Zeki Research, presentado estos días en Múnich, Estados Unidos es el gran captador de talento del ámbito de la IA en el mundo. El incremento de la contratación de estos profesionales por parte de los cinco grandes norteamericanos -Amazon, Apple, Google, Meta y Microsoft- ha superado el 138% en los últimos cinco años. Francia y Canadá también están empezando a corregir sus desequilibrios en cuanto a pérdida de talento, cosa que no ocurre todavía en Italia, Israel, India y España. Paralelamente, el estudio de Zeki Research referente al talento femenino apunta que éste solo ha crecido un 10% en el área de la inteligencia artificial e ingeniería desde 1990. España no figura entre los 21 países que más talento femenino atraen o exportan ni tampoco destaca por el número de estudiantes femeninas en IA en sus universidades, unos datos que entristecen.
A pesar de ello, hace escasos días, la Mobile World Capital Barcelona presentó su informe anual Digital Talent Overview, con datos que aportan esperanza a estas demoledoras cifras globales: Barcelona sumó 13.500 nuevos especialistas de perfil tecnológico durante 2023, más de un tercio llegados de fuera de Cataluña, y 35.000 mujeres ejercen profesiones digitales en la ciudad, un 30,6% del total del sector. Quizás se ha perdido el tren de la fabricación pero España y Europa todavía pueden acelerar para formar y retener talento, también femenino, el complemento indispensable y de extraordinario valor para las factorías.