Escanciar sidra con realidad virtual, volar un dron chino en Costa Rica y bioimpresión 3D, el poder de la I+D+I de los centros tecnológicos

El metaverso industrial, el empleo de IA en procesos sanitarios, la biotecnología, la fabricación aditiva y la movilidad sostenible y su automatización convergen en un conglomerado de desarrollos innovadores dependientes de los principales centros de I+D del país, algunos de ellos miembros del ecosistema de Atlas Tecnológico, como se pudo ver en la reciente edición de meetechSpain 2024, organizado por la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT). Muchas invenciones presentes en el evento coinciden en la sostenibilidad y el cambio de las tareas actuales del humano por unas diferentes

El ITG (Instituto Tecnológico de Galicia) no produce los robots, sino que su capacidad consiste en conectar esos dispositivos con aplicaciones e integrar IA, para que funcionen de manera autónoma. En consecuencia, se pueden evitar o corregir los fallos humanos en la operación de diversos dispositivos a la vez. Este proyecto se desarrolla mediante software y hardware, que «permite la ejecución de todos los robots de forma estandarizada e independiente del fabricante», explica Analía López, directora general de la división de engineering sensor & UAS. Para ello, es necesario un proceso de adaptación y una significativa inversión, además de un factor imprescindible: cumplir la reciente normativa aprobada por AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y EAMS (European Airway Management Society).

Se trata del concepto de controlador aéreo digital, donde el operador se conecta a ese software y todos aquellos que quieran ejecutar operaciones enlazadas. El ITG, junto a ENAIRE (proveedor de servicios de navegación aérea nacional), prevén desplegar la tecnología en ocho ciudades en España, entre ellas La Coruña, Madrid, Barcelona y Sevilla. En su prueba más reciente integraron un taxi aéreo de origen chino con su software español, para que este funcionara en Costa Rica en tiempo real.

Un demostrador «sencillito», según David Argüelles, responsable de relaciones institucionales de CTIC (Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación), es su experiencia inmersiva en la realidad virtual. Mediante gafas y dos mandos, permite escanciar sidra asturiana en el mundo virtual. Esa ejecución se traduce en órdenes que una máquina escanciadora efectúa en tiempo real. El proyecto se complementa con otra invención, el pasaporte digital, que certifica esa sidra y permite el acceso a la información sobre de qué pomarada proviene esa manzana, su elaboración, etc. El CTIC se especializa en tecnología del dato e IA, fundamentalmente en el ámbito industrial, agroalimentario y de la salud, tanto en territorios urbanos como rurales, dentro del concepto de territorio inteligente, para aportar soluciones a problemáticas empresariales.

Xavier López, director general corporativo y de operaciones de Eurecat participó en la mesa redonda “Infraestructuras tecnológicas: el escenario para la innovación industrial en España”. También presentó el speaker corner “Creando la movilidad del futuro”, junto a Joan Cardona, de desarrollo de negocio de Eurecat. Respecto al Challenge Tecnológico 2024 participaron allí Montserrat Saladié, de la unidad de ciencias ómicas; Samuel Rodríguez, consultor en innovación; María Eugenia Rodríguez, directora industrial; e Irene Jubany, directora de sostenibilidad.

Con respecto al ámbito de la salud, emplea el análisis avanzado de datos e IA para extraer conocimiento. Ha desarrollado técnicas que permiten sumar a los datos reales los datos sintéticos para generar modelos de datos robustos. Además, usa tecnologías como la realidad virtual e IoT para aportar información sobre personas mayores que ayude a establecer una pauta de medicación.

Pablo Coca, director general de CTIC, recalca que el encuentro de los centros tecnológicos es donde se puede apreciar la potencia de sus resultados en cooperación. Mientras que Irene Hompanera, directora de valorización y transferencia de Cartif, va más allá y plantea que «somos una cultura innovadora a nivel nacional centrada en I+D+i, pero nos olvidamos que la innovación es usar la I+D+i».

«Desde el suelo hasta la mesa», así define a sus proyectos el centro tecnológico del sector agroalimentario Asincar. Su sistema de infrarrojos (NIT ) es una técnica portátil que permite detectar el fraude alimentario. A partir de una pistola portadora, se genera una curva por conectividad, mediante la cual se desarrolla un algoritmo y una aplicación traduce los valores. Las empresas pueden saber si aquello que compran a sus proveedores responde a su valor real. También se emplea en la detección de la calidad agroalimentaria. Respecto a la biotecnología, Asincar trabaja en proyectos como la novel food y envasados inteligentes, entre otros.

Cartif es un centro tecnológico horizontal que inició su especialización en la automatización de procesos hace más de 30 años, por lo tanto se caracteriza por su «experiencia en datos, además de la robótica y visión artificial, ligadas a la industria», afirma Hompanera. En la actualidad, ha orientado esas tecnologías hacia la salud y el patrimonio. Sobre la primera, sensoriza los datos del ambiente y el entorno de residencia de la persona, con el objetivo de generar alarmas conectadas con el sistema de servicios sociales.

Con respecto a las ciencias de la vida, emplea la biotecnología en la industria agroalimentaria, en especial en la descarbonización y economía circular. Entre algunos de sus casos de éxito en el ámbito de la edificación, simula el proceso de envejecimiento de una construcción y evita mediante pequeñas intervenciones los riesgos de ruina, lo que proporciona un ahorro considerable. Además, emplea TIC orientadas al concepto de smart city a nivel de edificio y distrito, entre otros usos.

En el sector de servicios, la bioimpresión con fabricación aditiva para estructuras 3D con capas triangulares permite a Idonea desarrollar tejidos, organoides y testeo de fármacos, entre otros. A su vez, posibilita originar piezas personalizadas quirúrgicas, por ejemplo, a través de la fabricación aditiva con titanio o también de plásticos y polímeros, como una plantilla para el tratamiento de pie atlético. Idonea actualmente trabaja con el Ministerio de Defensa en el desarrollo para la fabricación aditiva en sistemas aerotransportables.

Conviviente en la misma zona que Cartif, en Castilla y León, CTAC emplea sistemas ADAS para la seguridad durante la conducción, la monitorización del conductor y su exterior; es decir, la existencia de peatones, control de obras, frenazos, etc. A partir de un sistema artificial, detecta la distracción del conductor por sus movimientos, permitiendo actuar en consecuencia.

En relación a la movilidad urbana y conducción automática, a través de la investigación aplicada, Tecnalia ha presentado su tecnología Intellydrive, la conducción automática que posibilita la operación tanto manual como remota. Su operabilidad permite que un conjunto de convoyes siga los movimientos del primero: va ir más allá del paradigma de ‘un conductor, un vehículo’.

Tekniker ha exhibido también en el área de movilidad una triple cámara, situada en el retrovisor que emplea sistemas ADAS y detecta diversos obstáculos. Sirve para desarrolla el frenado automático y otras respuestas en el vehículo frente a los estímulos. Además, ha integrado dentro de la rueda el sistema del propio motor para liberar espacio en la plataforma, lo que puede resultar valioso en sistemas logísticos de última milla.

Para obtener materiales de valor, con aplicaciones en el campo de la medicina, cosmética, alimentación, etcétera, CTEM trabaja el quitosano en la industria de los muebles. Se trata de una alternativa sostenible, porque se extrae de los hongos, y se presenta en forma de «espuma», pero resulta difícil de reciclar. El centro tecnológico ha creado un proceso sostenible que no utiliza temperaturas altas ni componentes tóxicos, sino líquidos iónicos, sustancias disolventes de menor toxicidad que otros componentes. Consigue así pasar de la espuma (un residuo que consume mucho volumen) hasta casi deshacerla en un líquido.

Al desarrollar la transferencia de tecnología para mejorar los EPIs, Inescop origina equipos de protección individual, entre ellos calzado, guantes y ropa laboral. Sus dos vertientes son la sostenibilidad y la transformación digital. Mediante la fabricación aditiva implementa sistemas digitales para crear moldes, premoldes e incluso hasta procesos de laboratorio donde realizan el control de calidad y certificación de productos.

Por último, cerca de cien investigadores y tecnólogos han participado en el Challenge Tecnológico, un “hackaton” en el que diez equipos han estado trabajando en proponer soluciones innovadoras a una problemática de la empresa Sacyr. La solución Status, desarrollada por el equipo formado por Miriam Lorenzo, de ITENE, Aser Crespo, de CTIC, Guillermo Ulldemolins, de AIMPLAS, David Fernández, de Tekniker, de David Díez, de ITA, y María Ingelmo, de CIDAUT, ha ganado el reto propuesto, que consistía en el desarrollo de ideas para mejorar el mantenimiento predictivo de las infraestructuras y potenciar la experiencia de movilidad de los usuarios.

Status es una solución tecnológica integral que, a través de la recogida y el procesamiento de los datos procedentes de sensores existentes y otros de nuevo desarrollo, permitirá el diagnóstico del estado de la carretera y de los vehículos que circulan por ella, así como su mantenimiento predictivo.