Comunicación óptima = Innovación óptima

Ahora es el momento en que muchos líderes miran hacia el futuro y deciden dónde invertir su valioso tiempo y recursos. La transformación digital, la innovación y el cambio del modelo de lugar de trabajo ocupan sin duda un lugar destacado en la agenda. Lamentablemente, no todas esas iniciativas llegarán a buen puerto.

Y, curiosamente, uno de los elemento más crítico que separa el éxito de la innovación del fracaso es la comunicación. Al fin y al cabo, una transformación sostenible y exitosa requiere que comuniquemos, comuniquemos y comuniquemos. ¿Y después? Seguir comunicando. Cuando la comunicación es óptima, también lo es la innovación, pero ¿por qué?

Pues porque…:

A diferencia de la invención, la innovación no puede existir sin comunicación.

El innovador solitario es un mito. La innovación en solitario no existe. A diferencia de la invención, es un deporte de equipo. Trabajar en soledad puede llevar a la invención, pero no a la innovación porque ésta requiere comunicación con los demás.

La innovación sólo se produce gracias a grupos de personas que trabajan juntas para alcanzar objetivos concretos. Alcanza su máxima expresión cuando es el resultado de la comunicación entre equipos integradores, diversos y multifuncionales que están facultados para tomar decisiones y promulgar cambios. Como líder, tu trabajo consiste en crear un entorno en el que puedan surgir y tener éxito equipos como éstos.

La transformación digital requiere una comunicación centrada.

Internet transporta cientos de millones de correos electrónicos, por no hablar de innumerables publicaciones en medios de comunicación y artículos de noticias, ¡cada hora! Como resultado de la digitalización, nos bombardean con información que a menudo ni siquiera podemos ‘digerir’.

A medida que se ejecuten iniciativas de transformación digital, inevitablemente se facilitará mucho la comunicación, lo que dará lugar a un mayor volumen de contenidos. Es esencial que planifique para ello y se comunique de forma precisa y coherente, ayudando así a separar el contenido importante del ruido.

La coinnovación del ecosistema pone la comunicación en el punto de mira.

La experiencia de cliente se lleva gran parte del mérito, y con razón, pero cuando se trata de innovar, hay que tener en cuenta todo el ecosistema, no sólo algunas partes. Para introducir cambios, hay que comunicarse eficazmente con todas ellas, comprender qué les preocupa y cuál es la mejor manera de conectar con ellos. Algo que en Atlas saben muy bien.

Internamente, la atención no se centra solo en los empleados, sino también en los líderes, directivos, ejecutivos y partes interesadas. Externamente, hay que dirigirse a clientes y socios, por supuesto, pero también al resto de tu sector, competidores, colaboradores y al público, ya que muchos de ellos son consumidores o talento potencial.

La innovación también consiste en una escucha activa constante y es imposible sin un diálogo integrador. Si no escuchamos, nunca entenderemos qué problemas tienen nuestros clientes, empleados y socios.

A pesar de todo lo anterior, y que parece muy obvio, en la mayoría de las empresas faltan vías abiertas de comunicación y transparencia, lo que hace que los empleados ‘desconecten’ y se alejen de nuestra cultura corporativa, que los ejecutivos descarten la innovación como prioridad y que el público pierda interés en nuestros mensajes. La comunicación clara y coherente es escasa, y normalmente se centra en enviar mensajes, no en escuchar.

Irónicamente, la inversión en comunicación suele ser la última prioridad en muchos equipos o programas de innovación. Los líderes invierten dinero en equipos, herramientas y capacidades técnicas, básicamente en cualquier cosa menos en comunicaciones. La ironía es innegable: Dado el ritmo de la tecnología, muchas capacidades técnicas quedarán obsoletas en pocos años, pero los responsables están encantados de financiar su desarrollo. Sin embargo, las habilidades de comunicación y el conocimiento corporativo compartido, permanecerán en el equipo durante el resto de sus carreras, beneficiando a todos.

Como líderes debemos comprender la importancia de la comunicación y apoyarla adecuadamente. Nuestra visión, estrategia, plan y métricas deben comunicarse tanto interna como externamente. El objetivo es demostrar el valor que está generando y cómo nuestras organizaciones están captando ese valor para ayudar a empleados, clientes, socios y al público.

Cuando pensemos en cómo nuestras organizaciones darán forma al futuro, no olvidemos comunicar, comunicar y comunicar.