El Neumático y la Movilidad Sostenible

La movilidad de personas y bienes es un derecho fundamental. Y la sostenibilidad es una obligación. Preocuparnos por dejar un planeta a las futuras generaciones en el que puedan cubrir sus necesidades es una obligación de todos: Administración, empresas y particulares.

Toda empresa está obligada a que sus productos y servicios sean cada vez más sostenibles. Y para ello es muy importante analizar el ciclo de vida total del producto. Desde la concepción, las materias primas, la fabricación y distribución, la utilización y el tratamiento al final de su vida útil. No sería correcto considerar un producto como sostenible (un coche eléctrico a baterías, por ejemplo) solo porque no emite CO2 durante su utilización, si no tenemos en cuenta además la extracción de las materias primas (como el litio para las baterías), los recursos consumidos en el proceso de fabricación, las emisiones de la generación de la energía eléctrica que consume o el tratamiento de los residuos al final de su vida útil.

Michelin es una empresa responsable y considera que “En el Michelin del futuro, Todo será Sostenible”. La estrategia de la empresa está basada en llegar a esa sostenibilidad a partir de tres pilares: las 3 P’s en inglés. Todas nuestras acciones buscan un equilibrio entre las personas (People), los resultados económicos y financieros (Profit) y el medioambiente (Planet).

Y para ello trabajamos en todo el ciclo de vida de nuestro producto, el neumático:

•Hay recursos naturales que son finitos, en especial el petróleo, del que además de combustibles, se extraen otras materias como plásticos, aceites o resinas. Por ello buscamos que el 100 % de nuestras materias primas sean sostenibles: sustituyendo materias primas agotables, en especial las derivadas del petróleo, por otras de origen vegetal o biológico o procedentes de materiales reciclados.

•En los procesos de fabricación hay consumo de recursos naturales, de agua (el agua dulce y potable es un recurso cada vez más escaso) y de energía. Se producen residuos, algunos de ellos peligrosos, vertidos que acaban en los ríos y en el mar y emisiones de gases que provocan el calentamiento global o que impactan en la capa de ozono. Estamos mejorando nuestro proceso de fabricación para reducir el consumo de energía y recursos naturales, y reducir y controlar los residuos, vertidos y emisiones. Y evolucionando hacia la neutralidad en carbono de nuestros procesos productivos.

•Alrededor del 90% de impacto medioambiental que produce un neumático durante todo su ciclo de vida se produce durante la fase de uso. El neumático es responsable del consumo de un 20 % del combustible en un turismo de motor térmico (gasolina o gasoil) y por lo tanto de un 20 % de las emisiones de CO2 de un turismo en la fase de utilización. Por ello estamos diseñando y fabricando productos de baja resistencia a la rodadura que reduzcan su impacto medioambiental en la fase de uso, reduciendo el consumo y las emisiones CO2. Si se trata de un vehículo eléctrico además de las emisiones de CO2, con la reducción de la resistencia a la rodadura del neumático se aumenta la autonomía de la batería.

•Innovamos. Buscamos soluciones alternativas de movilidad como la basada en el hidrógeno y con soluciones novedosas para el transporte marítimo. Michelin y Forvia (antes Faurecia) han creado la empresa Symbio para el desarrollo, producción y comercialización de sistemas de pila de combustible de hidrógeno (H2) para turismos, furgonetas y camiones, a la que recientemente se ha unido Stellantis.

Y como la competición es la mejor pista de pruebas, Michelin apoya el Proyecto Mission H24 que utiliza la tecnología de la pila de H2 en la competición automovilística de las 24 horas de Le Mans.

En el transporte marítimo, donde la descarbonización es especialmente complicada, Michelin ha desarrollado el proyecto Wing Sail Mobility (WISAMO), que es un sistema de velas automatizado, telescópico e inflable que se puede instalar tanto en buques mercantes como en embarcaciones de recreo. La vela hinchable aprovecha el viento, una fuente de propulsión gratuita, universal e inagotable. Su revolucionario diseño permite reducir el consumo de combustible de un barco hasta un 20% y, por tanto, contribuir de forma positiva al medio ambiente, al reducir las emisiones de CO2.

•Por último garantizamos la recogida y valoración de los neumáticos al final de su vida útil. Y convertir los residuos generados, en la medida de lo posible, en materias primas de otros procesos, incluyendo la fabricación de nuevos neumáticos, para cerrar el ciclo de vida.

Hugo Ureta es director de relaciones institucionales de Michelin España Portugal