El metaverso industrial se lanza a completar el puzzle

Siemens sostiene que “el metaverso se hará realidad antes en la industria que en el ámbito de consumo”, según su chief technology & strategy officer global, Peter Koerte. Para implantarlo, no obstante, habrá que orquestar distintos procesos que hoy se mueven en distintos planos: diseño, simulación multifísica, colaboración, fotorrealismo y tiempo real. Los ingenieros, dice Koerte, “tienen que salir de la cueva”.

“Cuando creas un coche, lo que quieres entender antes de fabricarlo es la aerodinámica, la acústica, los cambios formales, y todo esto se puede simular”, afirma. La clave es que el metaverso industrial contribuya a “democratizar” el acceso a cada una de las áreas, “que pueda participar en el diseño la gente de marketing, de ventas, de operación…”

Es complicado cuantificar ahora mismo qué beneficios reportará esto. La primera fábrica en la que puede hablarse de una aproximación al metaverso industrial con la que ha colaborado Siemens, fundamentalmente implantando el gemelo digital, ha logrado ser “un 30% más productiva en operaciones, gracias a la simulación de la posición de la maquinaria y el flujo de los materiales”.

A su juicio, una de las cuestiones clave que debemos incorporar es que “ninguna compañía lo puede hacer sola, hay que poner en común los datos de los partners”. Y pone una cifra al desafío: “el 86% de las compañías que se plantean ese nivel de digitalización nos dicen que lo que más les cuesta es transformar los sistemas heredados. De ahí la importancia creciente que van a tener los desarrolladores en la industria”. El fotorrealismo es para Koerte “el cambio más obvio, pero no el más importante”. Siemens tiene mucha confianza en la importación al metaverso industrial de las soluciones de rendering de imágenes de la industria del juego, su alianza con NVDIA para aprovechar el potencial de Omniverse va en esa dirección. Con esas bases, e incorporando los datos en tiempo real, la experiencia de fabricación deber acercarse a “la experiencia de uso del móvil”.

El CTO global de Siemens describe la evolución del gemelo digital como el paso a “un organismo vivo sobre el que puedes volcar datos y datos y puede actualizarse constantemente”. Eso está permitiendo ya a algunas empresas entrenar a sus plantillas en procesos que ni siquiera existen en la realidad todavía y promete expandir el ámbito del syntethic data generation, “obtener datos a partir de las pruebas permite crear un data set previo a la implantación de las máquinas y acelerará la inteligencia artificial”, dice.

Una granja subacuática

Koerte sostiene que las tecnologías del gemelo digital y su futura evolución hacia el metaverso industrial no tienen por qué estar circunscritas al ámbito de las grandes corporaciones. Expone el caso de éxito de la startup Nemo’s Garden que ha sido capaz de crear granjas de vegetales bajo el agua gracias a los trabajos previos de simulación. Las plantas se encuentran sumergidas dentro de una cúpula y beben el agua evaporada que se condensa dentro de ella. La monitorización de elementos como la temperatura del océano o los niveles de CO2 “permite realizar operaciones en tiempo real”, explica.

En su opinión, vivimos “un momento clave”, aunque “hay muchos requerimientos técnicos que no están listos”, porque “no se trata de hacer un copia-pega entre sistemas, tienen que trabajar de forma interoperable”. Habla de más colaboración con las compañías de realidad virtual y aumentada, más capacidad de computación o acabar con los silos de datos… el gigante alemán tiene una herramienta específica para escudriñar el mercado, su Siemens Accelerator.

“Tecnologías que se usan en el ámbito del consumo nos van a servir para el metaverso industrial”, continúa Koerte. Los 1.000 millones de dispositivos conectados al internet de las cosas anticipan un mundo en el que “el social media seguirá creciendo, pero la expansión será vemos mucho mayor en la parte del IoT”.

A la pregunta acerca del ya evidente bandazo de las startup hacia el Web3, invita a innovar con “noción de apertura, el ecosistema va creciendo y la gente responde y busca alianzas, porque se está generando mucho interés, conforme se pone de manifiesto en las empresas que la digitalización es complicada”. El software de Siemens ha permitido a la NASA simular el despegue desde Marte y se usa en sectores como el aeroespacial y el automovilístico, “difíciles porque exigen grandes niveles de seguridad”. Su apuesta por convertirse en un referente en software es clara.

La mayoría de las empresas están muy lejos de disponer de los datos necesarios para el metaverso industrial. ¿Se ampliará el gap tecnológico entre las grandes corporaciones y el resto?

No estoy de acuerdo. Las grandes corporaciones han creado sus propios sistemas y para ellas es esa vía o no hay otra. Están peleando con sus sistemas heredados (legacy systems) para integrar las nuevas tecnologías, pese a que tienen el poder financiero. Lo que encontramos es que las compañías que empiezan desde el principio no tienen viejos caminos que recorrer, van directamente por la nueva vía y pueden decir que van a usas las más nuevas. Es por eso por lo que para las compañías con más trayectoria tenemos las herramientas de sofware as a service, esa es la razón por la que es tan importante. Los costes de implementación se reducen significativamente, solo pagas por lo que estás usando. Esas mismas aplicaciones SaaS están disponibles para las startups, y algunas de ellas están aprovechando ya todas las herramientas disponibles para el metaverso industrial. ¿Por qué ellas pueden hacerlo y las grandes compañías no? Porque ellas son rápidas y son capaces de implementarlas de forma relativamente sencilla.

Cuando hablo del gap me refiero también a esas compañías medianas de 50 a 500 millones de euros, que tienen legacy, pero también más problemas financieros que las grandes para cambiarlo.

Mi recomendación es que comiencen con el caso de uso en mente. Estamos acostumbrados a que muchos proveedores partan de lanzar la tecnología: “¡todos los datos tiene que estar en cloud!” Y la gente dice: “ok, vamos a moverlo todo a la nube, pero ¿qué es lo que realmente va a funcionar mejor si lo hago?” Por supuesto es fantástico disponer de todos los datos en cualquier lugar y cuando lo necesitas, pero eso tiene un coste también. De modo que tienes que ser inteligente a la hora de decidir dónde almacenas los datos. Empieza con el caso de uso en mente, constrúyelo pequeño y en particular para las cosas que son nuevas. Lo que suelo decir es: no luches contra el pasado, dobla el futuro. Por ejemplo, cuando una compañía del automóvil trata de producir algo nuevo, no lo hagas sobre tus modelos existentes, ve al siguiente modelo que puedas desarrollar y utilízalo allí. No lo hagas en todos los sitios, sino en algo que está emergiendo y que puedes hacer que sea exitoso con esas tecnologías. Ese es el camino para promover el cambio.