Resetear la economía es más difícil sin Mario
La palabra más repetida en los homenajes que muchas personas están haciendo a Mario Tascón en las redes es: "Gracias", según el autor, es la reacción natural al regalo recibido de alguien que hacía de forma excelente su función: ayudar a comunicar, le echaremos en falta porque precisamente ahora es más necesario que nunca
Será mucho más complicado resetear la economía sin Mario Tascón. Hacen falta conectores entre las distintas esferas de la sociedad. Nos hemos descuidado en los atajos, en los algoritmos de esas redes sociales que creíamos que conducían a Babel, pero nos mantienen subiendo una piedra en Corinto. Mario Tascón era un virtuoso en el uso de la comunicación para conectar a la sociedad con la economía y a ambas con la tecnología, y con la creatividad artística, y con el gato de Schrödinguer si hacía falta. Es mucho más difícil avanzar en la colaboración sin genios como él.
Hace unos días compartía yo reflexiones con los participantes en un encuentro sobre economía circular acerca de los problemas para trasladar al conjunto de la sociedad las urgencias en materia de sostenibilidad. “El refrán de ‘el buen paño en arca se vende’ hace muchos años que no es cierto. Puedes tener el mejor paño del mundo, pero como no hagas marketing no venderás nada”, me dijo en cierta ocasión Mario Tascón.
Uno de los grandes asuntos en el diálogo de la ciencia con el resto de la sociedad es precisamente la quiebra en la asignación de los roles que deben dar sentido a esa comunicación. Ahora mismo cada cual se está atribuyendo libre y atrevidamente, en muchos casos ,un papel en la función, sea o no el que le corresponda . Es un error. No hay que exigir a un científico que vaya más allá del paper y la conferencia entre pares, ni debe imponérselo a sí mismo. Cada cual debe responsabilizarse de aquello que sabe hacer mejor. Y la tarea de trasladar el ideas tal y como debe hacerse para que sean comprendidas por los distintos ámbitos de la sociedad es propia unos profesionales especializados, cuya función no es generar conocimiento en sentido estricto, sino información, la materia prima de la comunicación. Creo que Mario ha sido uno de los grandes profesionales-creadores del último medio siglo en España en este sentido. Su efecto podría medirse incluso: la palabra más repetida en los mensajes aparecidos estos días para llorar su fallecimiento ha sido “Gracias”.
A Mario Tascón le interesaba todo lo relacionado con el contagio social, se postulaba a favor de lo que llamaba “la inteligencia artificial sensata” y seguía de cerca los temas de escucha social, a ver si de una vez por todas eran capaces de predecir el comportamiento de las personas. Nos resultará más difícil resetear la economía sin él porque esto va de marcar prioridades y, para hacerlo, la sociedad, la economía y la ciencia-tecnología necesitan de alguien que entienda de comunicación, algo no muy habitual por estos lares. Me quedo con la idea con la que titulé nuestra conversación: “Buena parte de las relaciones económicas, sociales y familiares se han ido a internet”. Pensaba a lo grande para enriquecer lo pequeño.