Manuel Torres, el trabajador que se hizo empresario para disfrutar del placer de crear, recibirá un homenaje en el Collaborate
El Collaborate de Pamplona incuye en su programa un homenaje a la figura del empresario Manuel Torres, creador de MTorres Diseños Industriales y un referente de la innovación y el emprendimiento en España, fallecido en 2020, repasamos su legado con el testimonio de cuatro personas que pudieron conocerle en profundidad: Miguel Ángel Barón, Alfonso Sánchez-Tabernero, Alejandro Gómez y Pablo Oliete
El empresario Manuel Torres y el CEO de Atlas Tecnológico, Pablo Oliete.
El programa de Atlas Tecnológico Collaborate “Industria, un ecosistema sostenible” incluye un homenaje a la figura del empresario Manuel Torres, fundador de MTorres Diseños Industriales, que tendrá lugar durante la cena networking del 29 de marzo en el Edificio Central de la Universidad de Navarra en Pamplona.
Intervienen en el acto el CEO de Atlas Tecnológico, Pablo Oliete, el presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra y exrector, Alfonso Sánchez-Tabernero, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo, y la vicepresidenta M.Torres Diseños Industriales, Yolanda Torres, hija de Manuel Torres, fallecido en 2020.
Para calibrar su dimensión como innovador y emprendedor de éxito, que le convierte en uno de los principales referentes tecnológicos de nuestra historia reciente, reunimos el testimonio de varias personas que colaboraron estrechamente con él. Nada más que añadir:
Miguel Ángel Barón, decano del Colegio Navarro de Periodistas y responsable de comunicación en grupo industrial MTorres: “Manuel Torres fue un trabajador convertido en empresario para disfrutar del placer de la creatividad. Invirtió el dinero que tenía ahorrado con su novia para desarrollar por sí mismo una solución tecnológica que necesitaba una empresa y al tener éxito se dio cuenta de que tenía que emprender. Siempre hablaba de la parábola de los talentos, era consciente de los que tenía, pero también de que con esfuerzo esos talentos se podían multiplicar.
Se rodeaba de los mejores, de gente normal con ganas de trabajar, que aceptara la filosofía y cultura de empresa, porque esa era para él la fórmula pasa salir adelante. Siempre estaba intentando hacer lo que nadie había hecho y acabó convirtiendo a MTorres en la empresa tecnológicamente más avanzada del mundo en fabricación de máquinas herramienta para hacer las estructuras de los aviones, con el cabezal de fibra de carbono más avanzado.
Solía venir con una idea nueva cada lunes, en papeles amarillos milimetrados dibujados a mano en su casa, y simplemente decía: ‘mejoradla’. Su método consistía en solucionar los problemas de los clientes, que muchas veces ellos mismos desconocían, por eso su empeño permanente en visitar fábricas. El invento con el que comenzó su andadura fue el primer empalmador de bobinas de papel del mundo, un sistema que evitaba tener que parar la producción el tiempo necesario para sustituir una bobina cuando se agotaba. En 90 días, tenía la máquina vendida en los cinco continentes.
Cuando empezó a adentrarse en el sector aeronáutico, se utilizaban piezas de aluminio. Un día empezó a pensar que la fibra de carbono era más ligera, flexible y duradera y comenzó a profundizar. El fabricante norteamericano Boeing le planteó la necesidad de crear una máquina y Manuel Torres respondió que era imposible.
Viajó a Estados Unidos y en una reunión les dijo que para entender el problema debían pensar en una granja de cerdos. El animal no está diseñado para ser automatizado, para entrar por un extremo de una máquina y obtener en el otro los productos derivados de él. Lo mismo sucedía con sus aviones. Tenían que rediseñarlos para poder ser fabricados con fibra de carbono. Así empezó la gran revolución de la aviación moderna.
En MTorres hay tanto ingenieros como personal de FP, se les paga igual, forman parte de los mismos equipos y pueden dirigirlos indistintamente, porque pensaba que la creatividad de un profesional con FP es superior a la de un ingeniero. Invirtió dinero y construyó un edificio para que los hijos de los empleados compitieran en el mundial de robótica First Lego League hasta que se alzaron con el primer puesto en todas las categorías. A Manuel no le gustaba perder”.
Alfonso Sánchez-Tabernero, presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra y exrector: «Manuel Torres fue un trabajador infatigable y esperanzado. Consideraba que los obstáculos y las dificultades que se presentaban en su camino eran oportunidades de crecer, de aprender, de llegar más lejos. Entendía que la vida constituía un regalo porque nos permite ayudar a muchas personas. Siempre quiso dejar una buena huella en el mundo. Y logró su propósito, como bien pueden atestiguar su familia y sus muchos amigos».
Javier Celdrán, director en la Región de Murcia de PwC: “Los afortunados que tuvimos ocasión de conocer en persona a Manuel Torres sabemos que era un genio. Probablemente como inventor ingeniero lo más parecido a Da Vinci que hemos tenido en nuestro país. No es exageración ni admiración de paisano. Una persona que escondía la genialidad detrás de su carácter huertano, humilde, afable, cercano. Una sonrisa siempre en su cara y una mirada profunda que transmitía pasión por la innovación, por inventar, por aportar ideas geniales a cada reto y problema que se le cruzaba por delante. Tenía don de gentes, aunque su transparencia y libertad (porque no le debía nada a nadie) le hacía en más de una ocasión ser políticamente incorrecto diciendo lo que pensaba sin tapujos.
Su legado de inventos está en la aeronáutica, en la maquinaria avanzada, pero también en las soluciones tecnológicas que inventó y patentó. Sin duda fue un “Da Vinci huertano”, un genio murciano-navarro que ya es universal”.
Alejandro Gómez, vicepresidente de desarrollo de negocio en Zeleros: “Cuando nos referimos a Manuel Torres, las palabras se vuelven limitantes para poder describir a este genio de nuestra historia reciente. Manuel Torres ha sido uno de los empresarios españoles con mayor proyección en las últimas décadas y no solo ha destacado siempre por su carácter innovador en los diferentes sectores industriales que ha desarrollado a lo largo de su carrera profesional, sino también por su gran calidad humana y generosidad que emanaba alrededor de su persona.
Consagrado a su trabajo, familia y sobre todo a la motivación inagotable de dar vida a proyectos que dejaran un legado para el bien de nuestra humanidad. A mí me gusta recordarlo como el Isaac Peral de nuestros tiempos, que era como cariñosamente y con mucha admiración le llamaba yo en la intimidad de nuestras conversaciones.
Sabiendo que su estrella no deja de brillar cuando levantamos la mirada al cielo, hoy en día, es digno de reconocer que junto a Juan de la Cierva o al mismísimo Isaac Peral, Manolo como le gustaba a él que le llamaran, es uno de esos españoles extraordinarios que ha dado nuestro país”.
Pablo Oliete, CEO de Atlas Tecnológico: “Tuve la suerte de tener a Manuel Torres como jefe en la Fundación Isaac Peral, fue una etapa de aprendizaje continuo. Cada conversación con él descubría cosas que no me imaginaba que se pudieran hacer. Su metodología para abordar proyectos de innovación era muy avanzada y quizás todavía poco conocida. Conocer en esa época en profundidad la Figura de Isaac Peral y la suya fue un estímulo para abordar proyectos de emprendimiento inagotable. Dos referentes de la historia de la innovación en España de los que sentirnos orgullosos y de los que dejarnos inspirar”.