Lee los labios de París: la inteligencia artificial y la energía nuclear van juntas

Francia va a liderar la inteligencia artificial en Europa por su posicionamiento abierto a la energía nuclear, según se ha podido constatar en la reciente AI Action Summit de París, Alemania se queda fuera de juego y la eólica y solar de España resultan poco consistentes para el desafío que viene, en el horizonte China tiene en construcción, aprobadas y en planificación 224 reactores nucleares, esa cifra representa el 65% de los que hay ahora mismo en funcionamiento en el mundo
16 de febrero de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Lee los labios de París: la inteligencia artificial y la energía nuclear van juntas
elysee.fr

Mensaje de un directivo global de una gran corporación tecnológica norteamericana recién llegado de la cumbre sobre la inteligencia artificial (IA) de París: en Europa sólo cuenta Francia en temas de IA, tiene que liderar este país. No pierdas demasiado tiempo en documentos oficiales, en rollos de LLMs y en declaraciones institucionales. La realidad es que va a liderar Francia y hay que adecuar rápido las estrategias al respecto. ¿Por qué?, le pregunto. Por la energía nuclear.

Alemania ha quedado fuera de la carrera, me explica, precisamente por su decisión de dar la espalda a esta tecnología. La expansión de las infraestructuras de IA va a estar vinculada a la energía nuclear, se ha dicho en París.

¿Y la energía eólica y la solar? Se supone que España es un destino atractivo para la inversión en centros de datos porque cuenta con energía verde. Es, de hecho, el gran proveedor de electrones verdes para Europa, además de los países del norte. Nada. Estas energías renovables, me comenta este alto directivo de una muy conocida corporación tecnológica, no entran en la ecuación. “No son consistentes”.

Podemos hacernos todas las trampas al solitario que ideológicamente seamos capaces de fabricar. Pero hay dos realidades asociadas a la energía nuclear: una es que esta energía se incluyó en la taxonomía verde de la Unión Europea. Para los países de la UE, es una energía verde. Cierto que Francia jugó sus bazas y presionó por su interés en la materia. Pero la realidad es que se ha acordado otorgarle esa etiqueta.

Dos, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) confía en que las oportunidades de reducción de costes y estandarización del diseño, y las innovaciones en los enfoques de construcción, hagan que los reactores nucleares pequeños (SMR) sean competitivos frente a los grandes reactores en 2040.

Según dice en uno de sus informes, los estudios de análisis del ciclo de vida sugieren que los impactos generales en la salud humana (en términos de años de vida ajustados por discapacidad) del funcionamiento normal de las centrales nucleares son sustancialmente más bajos que los causados por las tecnologías de combustibles fósiles y comparables a los de la energía renovable. Palabra del IPCC.

En todo el mundo se están construyendo unos 65 reactores nucleares en 15 países, sólo dos de ellos son europeos, Eslovaquia y Reino Unido, según la World Nuclear Association. China lidera la inversión en esta tecnología en la actualidad, con 30 centrales ya en construcción hasta 2030.

Están aprobados, cuentan con financiación y podrían entrar en funcionamiento a lo largo de los próximos 15 años un total de 86 reactores nucleares: 14 de ellos en Rusia, 12 en India y 36 en China. Ninguno en Estados Unidos y apenas unos pocos en Europa.

Cuentan con propuestas de programación o sitios específicos, pero el calendario es muy incierto, un total de 344 reactores nucleares a nivel mundial. Estados Unidos sí parece haber despertado en este inconcreto apartado de las estadísticas de la WNA, probablemente por el empuje de las infraestructuras de IA, y cuenta con 13 iniciativas.

Pero los números siguen siendo demoledores: en Rusia son otras 36, en India 28 y, atención, en China 158. Hasta Ucrania supera al país de la UE más activo, Francia, con 7 proyectos frente a 6.

Es cierto que el punto de partida de China (y su extensión) hace que el volumen de centrales nucleares proyectadas no abra, en términos relativos, una brecha sustancial con el mundo occidental. Pero aplicando el silogismo del directivo de la compañía norteamericana, esta apuesta descomunal está alineada con sus planes para asegurar la autonomía estratégica de sus datos y dotarse de una infraestructura incontestable para el desarrollo de la IA.

Europa está hecha unos zorros, sin nadie al timón ahora mismo. Que tenga que ser Francia, un país en riesgo de descomposición institucional y con la extrema derecha llamando a las puertas del Elíseo, el que esté mejor situado para liderar la IA del futuro porque supo apostar por la energía nuclear, no deja de ser un novelón de Zola. Pero es el camino que hemos escogido. Vive la République!

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