Las ‘Big Ideas’ invitan a pensar más y reforzar la confianza

Diez referentes comparten sus propuestas sobre el impulso del talento joven, la colaboración multidisciplinar, la inteligencia artificial, la planificación tecnológica, la agricultura sostenible, la biotecnología y el valor de la confianza
María Teresa Isonhood
13 de noviembre de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Las ‘Big Ideas’ invitan a pensar más y reforzar la confianza

La sección Big Ideas reúne a diez referentes de diversos ámbitos que comparten su gran idea de transformación para esta edición del Collaborate Murcia. Inspirado en el modelo del Aspen Ideas Festival de Estados Unidos, este espacio busca ser un acto de generosidad, donde se ponen ideas a disposición de todos los asistentes. Más allá de la innovación, fomenta la creación de comunidad y el fortalecimiento del ecosistema.

Rafael Martínez, head of Strategic Initiatives Area del Instituto de Fomento de la Región de Murcia (INFO), expone su objetivo: lograr que la Región de Murcia sea un “territorio atractivo para que el talento surja, se quede y venga”. La meta es crear un “círculo virtuoso” mediante iniciativas como la aceleradora deinnovación, microcredenciales, gestores de innovación y sostenibilidad, becas de internacionalización, de modo que, cuando las empresas estén en condiciones de incorporar a estos profesionales, elijan hacerlo en la Región de Murcia. Este valor añadido que se busca construir debe, además, integrar a los protagonistas del futuro: los jóvenes.

El director general de 7TV Región de Murcia, Antonio Peñarrubia, invita a reflexionar sobre la importancia de contar historias, especialmente cuando estas alcanzan a un amplio público. “Solo en el mes de septiembre más de 43 millones de españoles han visto la tele”, afirma. En ese sentido, el poder de los medios e comunicación implica una gran responsabilidad. Ante la aparición de nuevos agentes, como los youtubers y creadores de contenido, advierte sobre el riesgo de la desinformación. Además, hace un llamado a tomar conciencia y valorar la relevancia de las relaciones humanas en el relato de historias.

“El usuario debe ser el motor de los sistemas de innovación”, según Irene Hompanera, directora de Valorización y Transferencia de Tecnología en CARTIF. “Los verdaderos impulsores son los problemas reales que enfrentan las personas”, como demuestra el éxito de potencias como Estados Unidos o China, que radica “en su capacidad para usar, adoptar y explotar la tecnología, y no solo en su investigación”. Por ello, propone crear “un sistema de incentivos centrado en el uso real y el impacto de la innovación, con programas que premien la explotación tecnológica, deducciones fiscales, bonificaciones para el personal que impulsa la adopción y fondos adicionales para empresas que logren transformar los resultados de I+D en impacto real”.

Belén de la Morena, cofundadora y CEO de LongSeq Applications e investigadora de la Universidad de Murcia, defiende que “la unión hace la fuerza” y propone “hacer de la colaboración una cultura y no una reacción”. Comparte su experiencia en el primer hackathon iberoamericano para el diagnóstico de enfermedades raras, donde 120 profesionales de distintas disciplinas lograron en solo 48 horas resolver cinco casos clínicos, demostrando el poder de la cooperación. A partir de esta vivencia, sostiene que “es fundamental fomentar entornos y eventos colaborativos de forma constante en las empresas y centros de investigación, promoviendo equipos multidisciplinares que trabajen con propósito común, más allá de la competencia”.

Desde el ITI, su service manager de IA generativa, Francisco Ricau, dedica su Big Idea a la inteligencia artificial y a cómo su rápida expansión nos ha llevado a una “era conversacional”, en la que “ya le preguntamos cualquier cosa a una máquina y obtenemos una respuesta”. Advierte que este acceso inmediato “nos está quitando el hambre de pensar” y que “estamos delegando el proceso cognitivo a la inteligencia artificial”, lo que afecta no solo a la productividad, sino también a la reflexión, la creatividad y la capacidad narrativa. Citando estudios del MIT y la revista Nature, subraya que escribir es una forma de pensar, y que al dejar de hacerlo debilitamos nuestro pensa miento crítico. Por ello, su propuesta es clara: “protejamos el tiempo para pensar, no por romanticismo, sino porque ahí es donde se cultiva la verdadera inteligencia humana”. Concluye que “las empresas que piensan serán las que crezcan, por que las que solo produzcan están condenadas a repetirse”.

Yolanda Hernando, managing director en AbioPep, propone una idea centrada en la agricultura. Destaca que Murcia es “la huerta de Europa”, gracias a la calidad de su producción hortofrutícola, y señala que, para mantener ese nivel, es necesario mejorar continuamente los procesos ante desafíos como plagas, enfermedades víricas y el cambio climático, que amenazan la seguridad alimentaria. Plantea “un trinomio de biocontrol, bioestimulación y bioregeneración”, basado en el uso de microorganismos para controlar plagas, estimular el crecimiento de los cultivos y regenerar suelos y ecosistemas degradados. Subraya, no obstante, que este avance “solo es posible mediante la colaboración entre agentes públicos y privados, la inversión en I+D y la formación de profesionales, además de la necesidad de agilizar los procesos regulatorios para convertir estos esfuerzos en verdadera innovación”.

“Más del 70% de los proyectos en industria 4.0 no prosperan ni escalan”. María Eugenia Bórbore, gerente de desarrollo de negocio del sector Industria en Telefónica, cita al Foro Económico Mundial para advertir de la falta de colaboración y contraste entre empresas. Compara esta situación con la de los antiguos alquimistas, que trabajaban en aislamiento hasta que, al compartir sus descubrimientos, dieron origen a la química moderna. Según la directiva de Telefónica, foros como Collaborate de Atlas Tecnológico rompen ese aislamiento y fomentan la cooperación, y propone ir un paso más allá con la “creación de un espacio donde pudiésemos probar todas estas tecnologías antes de implantarlas, donde pudiésemos ver cómo funcionan de forma integrada”. Telefónica ya dispone de un entorno similar, La Cabina, donde las empresas pueden experimentar con más de 40 soluciones tecnológicas y comprobar su eficacia en contextos reales. Concluye que “es la tecnología la que se debe adaptar al problema y no al revés”. Su Big Idea es crear un “Collaborate La Cabina”.

El CEO de Cella Medical Solutions, empresa que desarrolla tecnología 3D para la planificación de cirugías oncológicas, Darío García, centra su idea en el poder del talento joven como motor de transformación. Subraya que gran parte de su equipo está formado por jóvenes con talento, ambición y energía para innovar desde Murcia. De ahí urge su Big Idea: “enamorar, empoderar e inspirar a la mente joven para crear valor y darle herramientas para convertir territorios inspiradores, habilitadores y transformadores”. Sostiene que, cuando se impulsa a la juventud a salir y crear valor el territorio evoluciona, se vuelve más atractivo para la inversión y la innovación fluye, ya que la mente joven, libre de estructuras rígidas, tiene la capacidad única de conectar ideas diferentes y generar nuevas soluciones.

Eva Pando, directora de la Fundación Caja Rural de Asturias, propone abordar la sostenibilidad desde un doble enfoque: medioambiental y demográfico. Señala que la convivencia entre una gran industria electrointensiva y un entorno rural que abarca el 80% del territorio, con un tercio protegido y una importante actividad ganadera, exige una transformación ecológica de la industria y, al mismo tiempo, una rentabilidad en la vida del campo. Con este propósito, la Fundación impulsa el proyecto “Reduce tu huella”, que ayuda a las empresas asturianas a calcular, verificar y reducir su huella de carbono, además de ofrecer un fondo de créditos de carbono para compensar las emisiones inevitables y mejorar la calidad de vida rural. Defiende que “se puede compatibilizar la industria y el medio rural siempre que la primera se descarbonice y la se gunda sea más rentable”, y subraya que la innovación es la clave para lograrlo.

Por último, Javier Celdrán, director de la oficina de PwC España en la Región de Murcia, plantea que su idea es sencilla, pero fundamental: “hagamos de la confianza el nuevo lenguaje de la tecnología”. Explica que lo que distingue a quienes dejan huella no aparece en su currículum, sino en su capacidad de generar confianza, un valor clave en medio de la actual crisis silenciosa de valores que amenaza la autenticidad, la generosidad, la sinceridad y la empatía. Señala que, en esta era hiperconectada, se ha descuidado el contacto humano y el tiempo para lo esencial. Advierte que “la inteligencia artificial no destruye la confianza pero la pone a prueba” y aboga por construir sistemas más rápidos, pero también más honestos; empresas más digitales, pero también más humanas.

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