La nueva tarea del líder en el sector público y en las empresas
Ezequiel Navarro (premo group) y el CEO de atlas tecnológico, Pablo Oliete, analizan el nuevo liderazgo que requiere el momento actual, capaz de asumir la dimensión del desafío que plantean otras economías al modelo económico y social y abierto a la colaboración dentro y fuera de las organizaciones
En el escenario principal del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), Pablo Oliete, CEO de Atlas Tecnológico, y Ezequiel Navarro, CEO de Grupo Premo, protagonizaron la sesión final del Collaborate Velocity Zaragoza para abordar la relación entre las empresas y la sociedad en un mundo en constante cambio, con la mirada puesta en la reindustrialización de Europa en un mundo de bloques.
Ezequiel Navarro comenzó con una crítica contundente sobre el papel de los gobiernos y su relación con los ciudadanos, declarando: “Los gobiernos cada vez tienen más claro que no están para servirnos, sino para mandarnos”. Esta afirmación provocativa encendió una discusión apasionada sobre el papel de la autoridad y el servicio público en el siglo XXI.
Además, Ezequiel Navarro destacó la falta de una cultura del cambio suficiente en la sociedad, argumentando: “Nos queda mucho, la gente piensa ‘Esto es nuevo que lo pruebe otro’”. Esta observación resonó entre la audiencia, reflejando las actitudes arraigadas de resistencia al cambio que pueden obstaculizar el progreso y la innovación en todos los ámbitos de la vida.
Utilizando una metáfora poderosa, el CEO de Premo Group afirmó que “si nuestras empresas fueran como nuestra sociedad, estaríamos quebrados”. Esta declaración contundente resaltó la brecha entre las expectativas y la realidad en el mundo empresarial y social actual, subrayando la necesidad de una mentalidad más abierta y receptiva a la innovación y la colaboración.
Sergio Martín le invitó a profundizar en una de sus columnas recientes, en las que describía el clima de “tristeza” en el tejido empresarial de China. Ezequiel Navarro lo atribuye a que la evolución reciente de su economía se pone en relación con las expectativas generadas, pero es lo suficientemente dinámica como para marcar una clara distancia respecto a Europa.
China “ya no copia”, añadió, “quien siga pensando que es así se equivoca”, ahora innova a un ritmo claramente superior al de Europa “y somos nosotros los que tenemos que encontrar la forma de seguirlo”. Muchas empresas optarán por hacerlo vía costes, pero no hará alargar su agonía. La respuesta es la innovación y el cambio de modelo de las organizaciones para potenciar la productividad.
En ese sentido, Ezequiel Navarro exploró también el tema de la colaboración empresarial, destacando el papel crucial que desempeña en la promoción del crecimiento y la competitividad. Su análisis detallado de las redes de colaboración en el contexto asiático, especialmente en China y Corea, ofreció una visión fascinante sobre las estrategias exitosas de colaboración empresarial en diferentes culturas.
Con esto, Ezequiel Navarro ofreció una perspectiva profunda y provocadora sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las empresas y la sociedad en el mundo actual. Sus reflexiones inspiradoras resonaron como un llamado a la acción para líderes empresariales y ciudadanos comprometidos con el cambio y la innovación.
Por su parte, Pablo Oliete, se sumó de forma apasionada a esa reinvidicación de la colaboración empresarial en el mundo actual. Comenzó su intervención recordando anécdotas vívidas de encuentros con CEOs de empresas industriales, donde el diálogo abierto y la receptividad hacia nuevas ideas y tecnologías se convirtieron en la clave para el éxito empresarial.
Al compartir estas experiencias, Pablo Oliete enfatizó la importancia de un liderazgo “visionario y participativo”, donde los directivos no solo guíen desde la distancia, sino que se involucren activamente en el proceso de innovación y colaboración.
Con una franqueza elocuente, Pablo Oliete dijo: “Hay empresas industriales donde el CEO dedica tiempo a escuchar lo que ofrecemos, nuestros casos de uso y a interactuar con la gente”. Además, reflexionó sobre las diferentes actitudes hacia la colaboración y la innovación dentro de las organizaciones, señalando: “Hay organizaciones donde el CEO es el líder e interactúa y hay otros donde hay equipos con dificultades para abrirse y vivir nuevas experiencias”.
Pablo Oliete también abordó, por último, el desafío de automatizar procesos en lugar de respuestas, argumentando: “Hay que automatizar el proceso, no la respuesta”.
Esta afirmación provocadora enfatizó la necesidad de adoptar enfoques ágiles y eficientes para mantenerse competitivo en un entorno empresarial en constante cambio. Ofreció una visión clara y perspicaz sobre la importancia de la colaboración, el liderazgo participativo y la innovación en el mundo empresarial actual.