Jesús Ortiz (Grupo Orbel): «El robot será un lector de órdenes y eso lo abaratará»
El CEO de esta empresa inmersa en la implantación de sistemas autónomos en la industria repasa los desafíos del desembarco de la tecnología a pie de fábrica
El CEO de Grupo Orbel, Jesús Ortiz.
A pie de fábrica en la implantación de sistemas autónomos, en toda la amplitud del concepto, se encuentra la empresa Grupo Orbel, que forma parte del ecosistema de Atlas Tecnológico, con Jesús Ortiz a la cabeza. «Está entrando muy fuerte el tema de inteligencia artificial», explica. «En nuestras implantaciones el gran problema que estamos teniendo es en conectividades: los robots se están adaptando a su utilización en procesos industriales, pero muchas veces ese proceso todavía no está soportado en materia de conectividad». A eso hay que añadir otros factores extrínsecos, que añaden más complejidad al asunto, especialmente «el tema de la regulación y la normativa».
No suelen ir de la mano, en efecto, ambos asuntos de la industria 4.0, al menos de un tiempo a esta parte. En el caso de la conectividad, «estamos hablando del tema Wi-Fi y del 5G, donde parece que se están haciendo ya pruebas de mercado», dice el CEO de Grupo Orbel. La «grandísima diferencia» que se está produciendo, conforme las nuevas redes aterrizan en las empresas, es que «el robot autónomo ya no lleva el procesador de órdenes y trabajos dentro, sino que al final es un lector de órdenes que se están dando en tiempo real. Es un lector y no un almacenador del órdenes».
Según Jesús Ortiz, «eso va a permitir que los robots sean muchos más económicos«, un motivo más para «potenciar los sistemas de conectividad, porque todo tiende a que los sistemas informáticos sean los que gestionen las futuras plantas de la industria 4.0».
La seguridad marcará, en cualquier caso, el ritmo de implantación en última instancia. Son evidentes «todos los problemas de ciberseguridad que estamos teniendo últimamente, se están pidiendo rescates millonarios en industria, en instituciones públicas e incluso a particulares. Está claro que la tendencia es que tengamos grandes sistemas que gestionen las plantas en tiempo real, pero el tema de ciberseguridad está todavía muy en pinzas», apunta.
En cuanto al problema de adecuación de la normativa, se están produciendo avances en lo que se refiere al rigor de las regulaciones, pero persisten «lagunas legales que todavía no están definidas sobre lo que puede hacer todavía o no el robot. Está claro hacia dónde va el mercado, pero otra cosa es que estemos preparados o el tiempo que vayamos a tardar en estarlo», dice Jesús Ortiz.
«Dentro de una fábrica interactúan muchos sistemas lo lógico sería que las máquinas hablen entre ellas y eso significa protocolos», añade. Muchas veces los fabricantes de los equipos ponen barreras para que no se comuniquen. Hasta que no se genere una especie de código universal o un sistema que permita hablar a todas las máquinas entre ellas tendremos problemas de comunicación. Los códigos existen, hay soluciones que están resolviendo el problema, pero al final la clave es que lleguen al mercado».
Por último, está la cuestión del legacy empresas como lastre para la utilización de sistemas autónomos. «En estos momentos existen grandes ayudas vía apoyos europeos para acometer esa transformación digital. De hecho nosotros somos una de las empresas elegidas por el Ministerio para hacer esto de forma totalmente gratuita».
Se va a democratizar el uso de la tecnología en las pymes, todas estas herramientas se implantarán en los grandes sectores como cerámica, automoción, cosmética, o alimentación, pero llegarán también al mundo pyme y ahí es donde está el gran recorrido. Muchas veces nos centramos en las grandes empresas y las pymes tienen mucho que decir. Estas tecnologías pueden generar esa transformación a nivel de pyme que haga que seamos más competitivos».