Indiana Jones para que la Moncloa piense como una startup

Desde el punto de vista de la innovación, uno de los grandes asuntos por los que se medirá al nuevo todopoderoso jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Diego Rubio, es por el impulso de la gran variedad de proyectos transformadores que debían beneficiarse de los fondos europeos y siguen guardando polvo, porque la gestión de los Next Gen debe apostar por el riesgo
Eugenio Mallol
13 de octubre de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Indiana Jones para que la Moncloa piense como una startup

Falta por designar al responsable del área de innovación en el Gobierno ‘paralelo’ que está construyendo el nuevo jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Diego Rubio. Ya están asignadas la mayoría de áreas, salvo esa, precisamente (al menos hasta esta misma semana). Es curioso, hablan maravillas de Diego Rubio (mucho menos crédito tiene el nuevo ministro de Transformación Digital y su antecesor en el puesto, Óscar López), Premio Nacional de Excelencia Académica del Ministerio de Educación cuando se graduó en la Universitat de Barcelona y formado posteriormente en la Universidad Sorbona-IV de París, la Universidad Columbia de Nueva York y la de Universidad de Oxford, donde se doctoró.

¿Quizás asuma él mismo la responsabilidad transversal de impulsar la innovación y la transformación tecnológica del tejido productivo? Su gran tema de investigación, siendo historiador, es el futuro. Tendrá que lidiar con el hecho de que los fondos Next Generation han alterado nuestra percepción del problema. Sucede como con el problema de la libertad radical nitzscheana, según la cual el hombre en delirio es el hombre libre. Resulta más fácil innovar si se conoce dónde está la recompensa, sin el sofocante peso de la libertad.

El físico del MIT Pablo Jarillo-Herrero (lástima que este año haya vuelto a pasar de largo el Nobel para su descubrimiento del grafeno de ángulo mágico), me decía que su saga de cine preferida es Indiana Jones. “Cuando tomas riesgos, las recompensas son mayores. Hay que tener buen olfato, como las startups. Siempre le digo a mis estudiantes, nada más empiezan en el laboratorio, que el estilo de investigación de mi grupo es el de exploradores que se están metiendo en la selva”.

Y añadía: “a mucha gente le gusta saber exactamente dónde va y lo que se va a encontrar y tener certeza 100% de lo que va a hacer. Pero, en muchas ocasiones, si tienes esa certeza vas a hacer ciencia incremental, no va a haber una sorpresa gordísima esperándote”.

Queda por desvelar los grandes proyectos pendientes de licitación de los fondos Next Generation. Podrían marcar un giro nuevo en la deriva que hemos seguido hasta hoy, así lo esperan multitud de empresas que guardan sus propuestas para los hipotéticos concursos como agua en paño desde hace meses, les amarillean. Hay muchos proyectos fabulosos, con dinero suficiente para hacerlos realidad, cogiendo polvo en los cajones.

Quizás ahí Diego Rubio tenga algo que decir, aunque el tiempo se agota. La cuestión es si vamos a utilizar los fondos con mentalidad de Indiana Jones o con cálculo político. Lo que suceda va a ser una excelente medida de la capacidad de liderazgo del nuevo equipo que orquesta en Moncloa Diego Rubio.

A Jarillo-Herrero le hizo gracia que equiparara su laboratorio en el MIT con una startup, se quedó en esa postura que hacen los genios cuando miran hacia el cielo, pensando un momento. “No estaría mal eso de pensar en un laboratorio así de pionero como una startup científica, porque tomamos muchísimos riesgos que otros profesores, otras comunidades, no se atreven a asumir porque tienen miedo a perder años y dinero si un proyecto no funciona”.

Una Moncloa sana y despolitizada, o al menos no 100% politizada, debería dar responsabilidad y mando en plaza a personas con capacidad de pensar la acción política también como una startup científica capaz de asumir riesgos, de no buscar espacios de certidumbre. Para no caer en el delirio de la libertad de Nietzsche, mejor que esas personas estén bien preparadas, claro, y que actúen con el concierto del resto de actores del ecosistema. Desde el punto de vista de la innovación, este es el examen para Diego Rubio.

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