Hacia un lenguaje compartido para informáticos y personal de planta

Ana Sánchez, de Integral Innovation Experts 9altitudes, y la directora mundial de ensamblaje en Horse Renault, repasan las claves para la nueva etapa que se abre en la colaboración entre las áreas de IT y OT de las empresas
Carla Mansanet Peinado
21 de noviembre de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Hacia un lenguaje compartido para informáticos y personal de planta
Ana Sánchez, Sergio Martín y María Sanz-Rico, en el escenario principal del Collaborate.

Los procesos productivos en las empresas han ganado complejidad, y la necesidad de adaptación al nuevo paradigma informático ha dejado de ser una problemática tecnológica para reconvertirse en una cuestión estratégica. La clave reside en la monitorización de procesos a través de softwares especializados en el recabado de datos en tiempo real.

Sin embargo, la aplicación de estos softwares en cada fase del proceso no es tan sencillo como digitalizar la cadena. La prioridad es estimular un diálogo entre informática y operaciones en el que compartan un mismo lenguaje y comprendan la información que su aplicación sea armónica en toda la empresa. María Sanz-Rico, directora mundial de ensamblaje y mecanizado en Horse Renault, y Ana Sánchez, consultora de Integral Innovation Experts 9altitudes conversan en el Collaborate.

La adaptación a la nueva industria exige que las empresas desarrollen un modelo de comunicación interno claro, capaz de unificar los procesos de gestión de los datos para mejorar la eficiencia y generar de negocio, que sitúa a la sostenibilidad como motor de crecimiento “Existe una necesidad de integración de los equipos de IT (tecnologías de la información) y OT (tecnologías de operaciones) para que la comunicación sea lo suficientemente apropiada como para resolver los problemas de la industria, por lo que es crucial tener equipos multidiplinares”, explica Sánchez.

“Los departamentos de IT deben conocer al detalle los procesos productivos para conocer las necesidades reales de las plantas, así como los trabajadores de las plantas deben elevar sus conocimientos en tecnologías digitales”. Es decir, la existencia de un lenguaje compartido y comprensible entre las diferentes áreas es fundamental para abordar los objetivos de manera conjunta.

Un ejemplo de las posibilidades que ofrece esa sinergia es la ciberseguridad, pues, como explica Sanz-Rico, “el departamento de operaciones hubiera sido incapaz de implementarla sin que la informática entendiera las nuevas necesidades de dichos procesos”. Las organizaciones no evolucionan a la misma velocidad que las exigencias industriales, lo que pone en relieve la necesidad de generar una comunicación clara en la que ambos comprendan las necesidades mutuas.

“Lo verdaderamente difícil no es lo técnico, sino compartir la información con toda la empresa y que la entiendan”, señala la integrante de Integral Innovation Experts 9altitudes. Dado que el nuevo paradigma empresarial versa sobre el dato, el objetivo real de las empresas debe ser conseguir un método para operar con él desde todas las áreas.

Según la directora de Horse, “se deben estandarizar los sistemas de información como se estandariza el mundo de las operaciones, pues si todos gestionan el dato igual es más rápido hacer un despliegue operativo”. No obstante, dependiendo de la industria, es más o menos crítico poseer la información de manera instantánea. “No es lo mismo un segundo para una industria como la farmacéutica o alimenticia que un segundo para una máquina de desplegado, que permite más latencia”, expone Sánchez. “Esta convivencia en la industria con procesos con timing distintos añade más complejidad a los sistemas productivos, lo que revaloriza la posesión de infraestructuras apropiadas y trabajo conjunto”.

Sostenibilidad

La sostenibilidad, ¿un argumento de comunicación o una apuesta por la eficiencia? Existe una creencia de que la tecnología y la sostenibilidad son los antagonistas de una historia que, en realidad, está mal contada. La tecnología tiene potencial para hacer del mundo un lugar más sostenible, pero, además, ofrece oportunidades de negocio que todavía están por explotadas. Por tanto, no es un argumento de comunicación, sino una generadora imparable de eficiencia en las fábricas.

Según Sanz-Rico, “todas las empresas cuentan con una torre de control que monitoriza su consumo energético”, pues, de este modo, es más fácil economizar los procesos en pos de la eficiencia y la productividad. Sánchez matiza la perspectiva: “La sostenibilidad debe concebirse como una forma para generar negocio que potencia un mercado todavía inexplorado: el soporte durante la vida en servicio”.

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