
Grandes ideas para transformar la productividad desde las personas y las organizaciones

Tras la primera toma de contacto en el Collaborate Santander 2024 y el New In_ Revive Valencia, la sección de Big Ideas vuelve al Collaborate Barcelona 2025 para plantear diez grandes ideas transformadoras para enfrentar al futuro de la productividad desde diferentes perspectivas de la industria. La corriente de ideas comenzó por la compartida por Xavier López Luján, director general de Eurecat, enfocada en impulsar la innovación industrial. Ha animado a poner en mayúsculas la ‘i’ final del concepto I+D+I, y siempre acompañarla de una segunda ‘i’, que se corresponde con la industria. «En ocasiones, se tiende a poner un mayor acento en la investigación y el desarrollo que en la innovación, pese a ser procesos absolutamente relacionados», ha explicado. De manera coordinada, los empresarios deben demandar políticas más ambiciosas de innovación y, para conseguirlo, deben situarse en el centro de las iniciativas, generar ecosistemas de colaboración y estimular una soberanía tecnológica e industrial.
Mientras tanto, la directora general del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) ha apostado por un plan estratégico de colaboración para mejorar la productividad y, así, competir todos juntos. Según Esther Borao, «la competencia aislada no es una señal de progreso, sino que lo es la unión de recursos y esfuerzos por una visión común; aunque sea más lento el proceso, se llegará más lejos». Para transformar la competición en colaboración, Borao ha instado a buscar polos estratégicos europeos que afronten retos comunes y fomenten una cultura de visión compartida. «El ego no está en crecer, sino en crecer haciendo crecer por el bien común y prosperidad de todos», ha definido como conclusión.
«Para la productividad al cuadro se necesita innovación al cubo». De esta manera ha iniciado la exposición de su idea Javier Creus, fundador y CEO de Ideas for Change. En el proceso de crecimiento económico, el valor se genera cuando se combinan los recursos de los que se disponen para generar aún más valor. Y, en el caso de la productividad, Creus indica que son tres los factores.
En primer lugar, «hemos de preguntarnos cuántos ingredientes tenemos y qué se puede hacer con ellos», para, posteriormente, «evaluar cuántas recetas se pueden realizar si se combinan de formas distintas nuestros recursos y se procesan de diferentes maneras con nuestras herramientas, como la IA». Sin embargo, «para crear recetas innovadoras, se depende de las personas del equipo y las soluciones que puedan ofrecer». Además, siendo España el espacio de trabajo, aumentan las opciones: «Los españoles tienen una gran capacidad de cambio y, por ello, debemos integrar a todo el mundo en los proyectos».
Emilio Angles Isern, responsable de digitalización de Kellanova y líder de desarrollo de la Industria 4.0. en Kellog’s, ha seguido una linde similar a la de Creus y ha regalado al Collaborate su ‘receta secreta’ para la productividad. «Las fábricas de alimentación son una gran cocina», ha comenzado, para desarrollar a una analogía gastronómica que describe la transformación digital en la industria. En primer lugar, se decide el plato estrella, que es el equivalente de tener una visión clara y una estrategia bien planteada.
«En una cocina de alto nivel, el chef guía a su equipo, por lo que se necesita un liderazgo fuerte para motivarle», ha puntualizado para realzar el rol del directivo . Al mezclar los ingredientes de la automatización, la analítica de datos y la inteligencia artificial (IA), se potencia el sabor. «Para finalizar, el chef 4.0. recolecta la información y la usa para tomar decisiones y evaluar la calidad del plato final», ha concluido. Este chef busca, incansablemente, formas de innovar en sus platos para contentar a su cliente, lo cual garantiza el éxito a largo plazo dentro de una fábrica.
Núria Aymerich, secretaria general del Gremi de Fabricants de Sabadell, también apuesta por que la productividad comienza por un buen liderazgo por parte de los «chefs 4.0.». Sin embargo, buen liderazgo no lo emana un director, al igual que un buen líder no tiene por qué tener capacidad de dirigir: «Se confunde la palabra director y líder, pero la clave es tener directivos con liderazgo«. Para conseguirlo, Aymerich ha renegado del modelo jerárquico y transaccional para realzar al formato un liderazgo transformador y basado en valores.
No obstante, «existe una tendencia a creer que se lidera por cómo una persona es, según su naturaleza», pero el liderazgo por valores se aprende poco a poco y, además, acaba por convertirse en el mejor vehículo para generar grandes cambios y atraer el talento. «El líder de verdad es aquel que no manda, sino que crea, innova, ilusiona y cohesiona a su equipo hasta el infinito y, de este modo, consigue que las personas sean más productivas».









La productividad colaborativa es la respuesta de Arantza Bárcena, supply chain manager de Matteco. «No debemos tener miedo de colaborar en grandes proyectos y, para ello, propongo tres mantras«, ha comenzado. La primera de sus consignas es que «cuanto mejor nos vaya a todos, mejor nos irá a todos», puesto que nos enriquecemos del conocimiento compartido . Bárcena ha defendido que, incluso cuando la competencia abre un nuevo mercado, es bueno porque también abre la puerta para la misma compañía. No obstante, no es la competencia lo único en lo que se debe pensar, sino en qué nos enfrentamos.
«Existen conflictos sociales, políticos e incluso meteorológicos, por tanto, pese que en el ‘micro’ seamos competencia, en el ‘macro’ las empresas deben luchar juntos contra gigantes». Como tercer mantra, la ponente entrona la idea de que «el éxito solo es éxito si es compartido» y recalca la relevancia de celebrar nuestros logros con la empresa, pero también con el vecino del polígono.
Oscar Sala es CEO fundador de 2b labs y en su intervención ha destacado la urgencia de conectar el talento con el mercado para evitar que la innovación española se estanque en sus primeras fases. «España tiene un ecosistema vibrante de startups, con ideas disruptivas y talento de primer nivel, pero falta financiación para escalar y consolidarse», ha argumentado. Al fin y al cabo, aunque el país ha avanzado en la creación de hubs tecnológicos, la falta de inversión en proyectos en fase de crecimiento impide que muchas iniciativas lleguen al mercado global.
Su propuesta es clara: «desarrollar plataformas sectoriales como una vía clave para llevar la innovación española al plano internacional«. Así, ha animado a la generación de espacios donde startups, empresas consolidadas e inversores puedan colaborar de forma eficiente. «Sin conexiones sólidas, las ideas no prosperan y corremos el riesgo de perder talento».
La Big Idea de Silvia Timón está inspirada en la labor que desempeña en elBullifoundation, empresa de la que Thinknovate, startup de la que es socia fundadora, es spin-off. Según considera Timón, «las reuniones deben ser herramientas de productividad, no una pérdida de tiempo«. Para conseguir reuniones más efectivas, la profesional ha compartido algunas claves, avaladas por datos: «que cada persona de la reunión posea un rol concreto, incluida la toma de notas para leerlas en la siguiente reunión; no convocar las reuniones en mitad de la jornada, sino al principio o al final para no cortar el flujo de trabajo; puntualidad máxima para comenzar y acabar; y hacer las reuniones de pie para que sean más ágiles».
Para concluir, el CEO de Integral Innovation Experts (9altitudes), José Vicente Garrido, ha aglutinado en sus minutos tres ideas fundamentales para catapultar la productividad en las empresas. «Las ciberestafas aumentan exponencialmente y casi 2/3 de la población ya ha sufrido una», y, para evitarlo, Garrido ha propuesto la creación de un agente IA para su detección en nuestros móviles. «Si hubiera una reducción de la jornada laboral, automáticamente el coste sube un 7% sin ningún output. ¿Qué hacer con esas dos horas y media? Usarlas para formaciones y abordar ideas de innovación«, ha señalado como su segunda idea. Complementariamente, ha explicado la potencialidad de que, en el ámbito de la educación, se instruyan a los niños la disciplina de la planificación financiera.
Sin embargo, la de Garrido no es la única idea cuya residencia está en las aulas, sino que la de Laura Olcina también: «Propongo una alfabetización algorítmica desde edad temprana que los empresarios del mañana comprendan el valor de la digitalización y potencialidad de la tecnología desde su niñez«. La Presidenta de Fedit y Directora Gerente en ITI ha explicado que las tecnologías digitales son la clave para mejorar la productividad y competitividad, sin embargo, en el último año, menos de 10% de empresas españolas han implantado tecnologías disruptivas, como la IA; un porcentaje que varía por sectores y provincias. De este modo, «algunas compañías disfrutan de la innovación y otras se quedan rezagadas, por lo que el riesgo de la brecha digital y la desigualdad es cada vez mayor«, ha resaltado. Para asegurar que empresas y ciudadanos tengan las mismas oportunidades de crecer, la educación es el primer paso para conseguirlo. «No se trata de aprender a programar, sino que, teniendo en cuenta cómo afectan las tecnologías a nuestras vidas, deberían ser competencias básicas». Al fin y al cabo, para Olcina la tecnología no es el destino, sino el camino.