GMV, un mundo lleno de oportunidades marcado por la excelencia

Fundar una compañía que atienda al concepto de excelencia puede resultar un desafío un tanto abrumador para la mayoría. Sin embargo, no supuso impedimento alguno para el profesor Dr. Juan José Martínez García, el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos, que confío en el potencial de su idea y apostó por el impulso de GMV. En la actualidad, el grupo tecnológico atesora una trayectoria de más de 38 años sustentada por el talento, la innovación y el esfuerzo.

El catedrático fue el encargado de construir el auténtico germen de GMV. “En 1980 el profesor crea el grupo de trabajo de la cátedra de Mecánica del Vuelo. Sin embargo, no es hasta 1984 cuando forma un pequeño núcleo de colaboradores que funda lo que hoy en día constituye el grupo empresarial internacional GMV. El equipo estuvo desde el principio constituido por un panel de expertos, el Dr. Juan José Martínez García seleccionaba a los mejores de cada promoción”, comenta Pedro López, Director General Adjunto de Secure e-Solutions de GMV.

En el presente, la compañía mantiene su sede principal ubicada en Madrid. No obstante, el 75% de su facturación es internacional. “GMV comenzó desde el principio a colaborar en proyectos europeos, prueba de ello, es nuestra relación con la Agencia Espacial Europea, que en el año 1988 nos declara Centro de Excelencia en Mecánica Orbital”, y añade “la tecnología ha estado siempre presente en nuestro ADN, lo que significó que cuando apareció el ‘boom’ de Internet, nosotros ya estábamos allí sobre todo aportando en ciberseguridad”.

El crecimiento de una empresa en ocasiones puede servir de parámetro para medir el éxito de la misma. GMV arrancó con un equipo de cinco miembros. Hoy en día el grupo presenta una plantilla de más de 2.700 empleados. “Nuestros clientes están localizados alrededor del mundo, tenemos oficinas en 12 países del mundo y vendemos a prácticamente todos los continentes. Las gráficas de personal y facturación son impresionantes. No hemos dejado de crecer desde el nacimiento de la compañía”, afirma el ejecutivo.

La actividad del grupo engloba distintos sectores: Espacio, Aeronáutica, Automoción, Defensa y Seguridad, Espacio, Financiero, Industria, Sanidad, Servicios Públicos Digitales, Sistemas Inteligentes de Transporte, entre otros. En lo que respecta al ámbito sanitario ha incluido tecnología vanguardista en la lucha contra el cáncer, enfermedades hematológicas o Alzheimer. “Es fundamental el análisis de los datos, garantizando la privacidad de los mismos. Nos permite conocer información de los distintos enfermos de cáncer, ver cada uno de los tratamientos y observar como cada uno de los enfermos evoluciona en base a varios parámetros. De esta manera, cuando llega un nuevo caso, aplicas el mejor tratamiento. Empezamos con el Servicio Gallego de Salud, ahora trabajamos con los mayores hospitales y lideramos proyectos de colaboración público-privada en este campo”, y agrega “también tenemos nuestras propias soluciones plataforma, por ejemplo uTile, que utiliza tecnologías PET, por sus siglas Privacy-Enhancing Technologies, para realizar investigaciones en el campo de la Inteligencia Artificial a través de una red federada en la que compartir los datos de los pacientes.

La innovación siempre ha sido una de las piezas claves de las iniciativas de GMV. Prueba de ello es el proyecto CUCO que están liderando para la investigación de la computación cuántica aplicada a industrias estratégicas de la economía española: energía, finanzas, espacio, defensa y logística. Esta computación distinta a la tradicional ofrece inimaginables horizontes en la creatividad y uso de la ciencia, ya que solucionarán en segundos problemas que las máquinas más potentes tardarían miles de años en resolver.

Con un ADN marcado por la excelencia y la colaboración, GMV sigue apostando por la construcción de un mundo lleno de posibilidades. En la actualidad, el grupo aspira a lograr una facturación superior a 300 millones de euros antes de que finalice el año. La multinacional fija sus metas en un horizonte que no atenderá nunca a límites.