Félix Gil (Integra) lleva al Collaborate el paso de los robots «de la simple mecánica a la inteligencia»
El CEO de Integra, Félix Gil, asegura en su conversación con el analista de innovación Eugenio Mallol que "la aceleración de la innovación y la tecnología está llegando a unos límites bestiales" y apuesta por centrarse en la gobernanza y la arquitectura del dato para ir más allá del tiempo real en la industria
14 de febrero de 2024
|
Compartir:
Eugenio Mallol.-Con la disponibilidad de datos y la irrupción de la inteligencia artificial (IA), nadie discute ahora la importancia estratégica de la robótica. Pero no es sencillo tomar decisiones. El CEO de Vicky Foods, Rafael Juan, me comentaba que ha tenido que eliminar algún robot en la cadena porque era menos flexible que una mano de obra humana. En la visita a Volkswagen en el Collaborate de Pamplona nos decían que hay tareas que verdaderamente no tiene sentido dejar en manos de los robots. Es clave formar criterio en este asunto.
Félix Gil.-Estamos en un momento muy interesante, porque los robots se vienen utilizando desde hace muchos años, pero hacían tareas mecánicas y eran capaces de sustituir ciertos movimientos y ciertas tareas que realizaban las personas porque podían hacerlas muy rápido. Las empresas obtenían así una eficiencia en el proceso, pero había que evaluar muy bien, porque a lo mejor en ciertos puestos no ayudaban tanto. Ahora, estamos transformando simplemente un robot que hacía movimientos mecánicos y le estamos empezando a dotar de inteligencia. Analizamos qué está pasando no solamente en el robot, con sus métodos y tiempos, sino antes y después de él, somos capaces de analizar casi en tiempo real qué es lo que está pasando y de mejorar esa actividad para que al final el cómputo de la cadena sea más eficiente.
Un ejemplo práctico en el que hemos tenido que trabajar: en una cadena de montaje con 100 robots, se mueven a una velocidad que no permite al ojo humano distinguir si van exactamente al tiempo al que tienen que trabajar o si hay un simple retardo de medio segundo o de 2 segundos. Ahora, como somos capaces de analizar la cadena en su conjunto y cómo están funcionando los robots a modo de orquesta, podemos medir los tiempos y analizar dónde se están provocando esos retrasos, podemos incluso acelerar o retardar ciertos procesos para que vaya todo en secuencia y que esas piezas salgan al ritmo más eficiente posible. En definitiva, no sólo a nivel mecánico y físico se están creando esos cobots, esos robots de colaboración que, cada vez más gracias a la visión artificial, pueden incorporar la IA y estar más cerca de las personas, sino que además estamos cogiendo el dato, cosa que antes no se hacía, y poniéndolo en valor para trabajar casi en tiempo real y modificar parámetros.
Eugenio Mallol.-Un fabricante hablaba de la posibilidad de dar la alerta al proveedor, desde la máquina, acerca de algún tipo de imperfección en una pieza, es decir, de integrar desde el sistema autónomo a toda la cadena de valor.
Félix Gil.-Totalmente. Tenemos un ejemplo de integración del propio empleado, en el que se utiliza inteligencia artificial para el análisis de las piezas en tiempo real. Si se detectan ciertos errores o tasas de fallo fuera de lo normal, mediante audio se puede comunicar a la cadena de producción. Antes se hacía un análisis posterior de calidad, ahora se está rectificando en tiempo real.
«Dentro de la compañía, ya hemos desplegado Copilot y yo personalmente me estoy forzando a utilizarlo en todo lo que empiezo a hacer. Hay que animar a las empresas y a todas las personas a que prueben y a que le pierdan el miedo a la IA generativa»
Eugenio Mallol.-En muchas de las tecnologías que se van a ver más directamente reforzadas por la inteligencia artificial, desde los exoesqueletos a los cobots o la realidad virtual y aumentada, los casos de uso más interesantes se encuentran en el ámbito profesional, por delante incluso que en el de consumo. No es tan sencillo reconvertir industrias, pero las cosas están yendo más rápido ahí.
Félix Gil.-Nada es sencillo. En cuanto a la realidad aumentada y mixta, en un Inspire de Microsoft hace años anunciaron las Hololens, y volví de Estados Unidos intentando comprar unas. Empezamos a hacer experimentos de formación con gafas de realidad aumentada porque, de hecho, nosotros, como Integra, somos bastante fuertes en el mundo de la formación. Vimos clarísimo que la realidad mixta y aumentada podía ayudar mucho porque, gracias a esos mundos virtuales, eres capaz de reproducir procesos o de utilizar maquinaria muy cara de incorporar a la formación. Ese tipo de tecnologías van a ayudar muchísimo en la industria y las vamos a ir viendo cada vez en más procesos.
Eugenio Mallol.-Estáis viendo la aplicación de los nuevos modelos de IA generativa, más allá del machine learning en una parte del proceso. Dónde están los casos de uso más interesantes.
Félix Gil.-Sinceramente, la veo aplicable en todo y en todos los perfiles. Mi mensaje se dirige a todas las personas de la organización, primero lógicamente a los empresarios, a los CEOs que tienen que ayudar, motivar, formar e incentivar para que todas las personas lo utilicen. Nosotros, dentro de la compañía, ya hemos desplegado Copilot y yo personalmente me estoy forzando a utilizarlo en todo lo que empiezo a hacer. La IA generativa ayuda a mejorar la productividad de todos los puestos, hay que animar a las empresas y a todas las personas a que prueben y a que le pierdan el miedo.
» Estamos en un momento de cambio, pasamos a una cultura en la cual no solamente nos preocupamos por sacar las piezas, sino por ver cómo se han producido y qué es lo que va a pasar con las siguientes»
Eugenio Mallol.-En Davos, la presidenta de Accenture contaba que era la primera vez que le pasaba con una tecnología. Ella le decía a un cliente todo se iba a ver impactado y su interlocutor no le respondía: “estás loca”. Hablemos del tema de los datos, en el ámbito industrial muchas veces el fabricante de maquinaria es el que se los queda, la disponibilidad de datos no es tan clara.
Félix Gil.-Son las situaciones que nos encontramos todos los días en las empresas. Estamos en un momento de cambio, pasamos a una cultura en la cual no solamente nos preocupamos por sacar las piezas, sino por ver cómo se han producido y qué es lo que va a pasar con las siguientes. Y ahí entra el dato. Si analizas la mayoría de las cadenas de producción, estaban orientadas al tiempo real, no almacenaban qué es lo que pasaba, simplemente les preocupaba producir. Eso ha hecho que, en la mayoría de los casos, los fabricantes de la maquinaria utilicen esos datos o los guarden para ellos mismos, para ayudarles en su proceso de mejora de la herramienta, para investigar y producir nuevos robots o nuevas cadenas. El que producía todos los datos ni los almacenaba, ni los cuidaba, le daba igual porque lo que le interesaba en ese momento era el resultado.
Ahora estamos cambiando, lo primero que tenemos que afrontar en las empresas, y estamos haciéndolo en muchas compañías, es definir un modelo de gobernanza y la arquitectura del dato que queremos en nuestra organización. Partimos en muchos casos de no tener nada o de muchas fuentes de datos totalmente desagregados que no se hablan unos con otros, que no se coordinan. Tenemos que empezar por determinar qué es lo que queremos saber al final, qué KPIS, qué indicadores, para qué queremos el dato, y luego ir hacia atrás y decir:¿dónde están los datos que nos pueden ayudar a conseguir estos objetivos? Vamos a empezar a guardarlos de manera adecuada, a relacionarlos y a crear procesos, los cuadros de mando o las rutinas que nos creen ese tipo de variables o de indicadores.
Lo primero es cambiar la mentalidad, porque el dato por sí mismo vale su peso en oro. Eso nos va a llevar a trabajar con los distintos proveedores y con las distintas empresas que han creado las máquinas porque tenemos que ser capaces de llegar a un acuerdo para decirles: muy bien, tú puedes seguir utilizando este dato para mejorar tu producción, pero tienes que entender que, como el dato lo produces en mis instalaciones, lo vamos a utilizar. Hay que llegar a esos acuerdos. No será fácil. Habrá empresas que te los faciliten y otras que no. En esas conversaciones estamos como integrador con distintas empresas para ver al final el cliente cómo obtiene un valor de todo eso que pasa en su en su fábrica.
Eugenio Mallol.-La ley de Datos europea va en el sentido de proteger a la pyme en ese sentido.
Félix Gil.-Totalmente, totalmente. Al final, las máquinas que utilizan las pymes son de grandísimos fabricantes y tienen poco poder de negociación con ellos. Por eso, la Comisión Europea, en esa Ley del Dato sí que deja por escrito que las pymes tienen que tener acceso a esos datos que se producen en su entorno.
«Hay que estar explorando y explotando en paralelo todos los días y eso quiere decir que tendremos que acometer proyectos de innovación en tecnologías que todavía no son totalmente maduras, pero que nos pueden hacer mejorar y acelerar nuestros procesos de una manera determinante»
Eugenio Mallol.-El Collaborate de Zaragoza tiene como lema Velocity. En algunos aspectos es más importante reaccionar rápido que hacerlo mejor. María Jesús Sáenz, del MIT, me decía que hay que mirar los costes en la cadena de suministro, pero también la agilidad para saber reaccionar.
Félix Gil.-Me parece que el título es súper apropiado para el momento en el que estamos y también para el que se abre a partir de ahora. La aceleración de la innovación y de la tecnología está llegando a unos límites bestiales y, si no somos capaces de estar desde el principio, nos va a costar mucho más hacerlo en el futuro. Yo soy un ingeniero de informática preinternet y en los años 2003, 2004, 2005, seguíamos vendiendo a las empresas páginas web, porque internet no había entrado en sus vidas y ya no te digo el e-commerce y el intercambio de datos con los proveedores y con los clientes. Sin embargo, hace un año y un par de meses surgió el tema de IA generativa e imagínate todo lo que ha cambiado, los grandísimos fabricantes del mundo de tecnología, como Meta, AWS, Google, Microsoft, IBM, han girado y han puesto todas sus herramientas ya en disposición de utilizar este tipo de tecnología, y ya está de manera profesional en el mercado. Es decir, en menos de seis, ocho meses, el nivel de adopción de estas tecnologías ha sido brutal.
La velocidad, la aceleración, está siendo determinante. Esperar un año a implantar una tecnología, lo que se hacía antes de decir: “primero que la prueben otros y luego yo ya entraré si funciona”, no va a ser una muy buena estrategia para las empresas. Ahora mismo hay que estar explorando y explotando en paralelo todos los días y eso quiere decir que tendremos que acometer proyectos de innovación en tecnologías que todavía no son totalmente maduras, pero que nos pueden hacer mejorar y acelerar nuestros procesos de una manera determinante. Va a ser mucho mejor eso que no hacer nada. Si hay un término clave hoy día alrededor de la tecnología, es la velocidad.
Más noticias relacionadas con Collaborate Zaragoza 2024:
Jokin Lopetegui (CAF) hablará de intraemprendimiento en el arranque del Collaborate
Innolandia, SPB, Hinojosa y Nippon expondrán sus casos de éxito con la IA en Collaborate Zaragoza
