El reto de Fersa Bearings: dotar de inteligencia al rodamiento mecánico

El Grupo Fersa Bearings se dedica al diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de rodamientos (elemento de máquina que restringe el movimiento relativo solo al movimiento deseado y reduce la fricción entre las partes móviles), y de soluciones vinculadas a ellos. Suministra al sector de automoción y, desde hace unos años, también para el sector industrial. 

La empresa ha pasado por varios hitos a lo largo de su recorrido, según cuenta su director de I+D e Innovación, Sergio Santo Domingo. En 2010, experimentó un cambio estratégico “relevante”, y pasó de especializarse en el sector recambio en Europa a ser un fabricante mundial para primeros equipos, y suministrador global de productos de recambio.

“Cuando decidimos cambiar el foco estratégico de la compañía y apostar por un crecimiento, nos orientamos hacia los productores de ejes y transmisiones; ahora les vendemos los rodamientos y ellos venden su producto al fabricante de camiones. Atacamos al mercado americano y en transmisiones trabajamos con fabricantes top mundial”, detalla Santo Domingo. 

Son proveedores de grandes corporaciones como Daimler, con rodamientos para el eje delantero de los camiones, “que es el modelo que más fabrica y vende”, destaca Santo Domingo, y también fabrican rodamientos para diferencial para MAN. 

David Gimeno, responsable de producto de Fersa, recalca el desarrollo de las filiales y cómo es trabajar en mercados “tan competitivos como Brasil, Estados Unidos o Canadá, donde hemos conseguido ser uno de los principales players comparado con el resto de fabricantes de rodamientos que hay”. La clave consiste en “no quedarse solo en el producto, sino dar soluciones mucho más completas”. 

Respecto a su entrada en Estados Unidos, Fersa Bearings se ha enfocado en diferentes nichos en los sectores de recambio y equipo original. “El reto ha sido entrar rompiendo la barrera del localismo, en mercados donde había un fabricante americano predominante y donde no nos conocía nadie, y desarrollando diferentes tipos de soluciones, bien en forma de kit o bien haciendo productos sin fabricantes alternativos, como las soluciones de ejes complejos”. 

El factor diferencial para Fersa en el mercado estadounidense ha sido un servicio de soporte técnico distinto. “Era un mercado tan dominado que cuando un usuario tenía un problema no encontraba soluciones, y nosotros hemos aportado ese plus de interés y compromiso para analizar el origen de los problemas y buscar soluciones”, destaca Gimeno. 

El siguiente hito para la empresa fue operar en China, donde además de vender rodamientos a las plantas de los fabricantes, ha trabajado con el mercado local, desarrollando referencias para vehículos medios, como pickups y furgonetas ligeras de SAIC, el primer fabricante mundial de este tipo de vehículos.

Desde 2019, suministran rodamientos para multiplicadoras de turbinas eólicas a los principales fabricantes chinos, “que están entre los mayores fabricantes de turbinas del mundo. Más de 3000 turbinas están ya equipadas con rodamientos Fersa”, apunta Santo Domingo. 

Casos de éxito 

Uno de los casos de éxito de Fersa es el proyecto Cero Defectos, basado en la sensorización de la cadena de producción para eliminar de manera previa cualquier parámetro en los equipos de fabricación que pudiese afectar a la calidad de la pieza. 

Así, la máquina es capaz de contrastar sus parámetros de funcionamiento en tiempo real y puede reajustarse y garantizar la calidad de cada pieza. Además, los datos que se recogen durante la fabricación de cada pieza en cada una de las partes del proceso son acumulados y procesados mediante Big Data.

Fersa está en proceso de apertura de un gran centro de I+D en Zaragoza, en el que se agruparán todas las actividades de experimentación, aprendizaje y desarrollo de productos y servicios, que será realidad en 2023 y formará parte de Fersa Lab. La empresa dedica hoy un 4,5% de sus ventas a I+D (proyectos, colaboraciones, ensayos…). 

El objetivo, según cuenta Santo Domingo, es dar el siguiente paso y “convertirnos en una empresa tecnológica, dedicada a los rodamientos. Estamos trabajando con partners para saltar del rodamiento, que es un elemento puramente mecánico, a un producto electrónico, el rodamiento inteligente, más activo y capaz de interactuar con su entorno, que ayude a tomar decisiones en función de lo que ocurre a su alrededor”. 

“Queremos definir el ecosistema, que los datos capturados puedan integrarse en el sistema de comunicación del vehículo, mandarse a un usuario y que ese usuario pueda leerlos y actuar en función, o procesarlos en la nube y suministrar ciertas decisiones. No se trata solo de crear un producto capaz de generar información, sino que además pueda comunicarla”, explica Santo Domingo. 

Objetivos futuros 

De cara al futuro, la compañía está centrada en dos líneas de acción: seguir desarrollando productos y servicios, creando nuevas gamas de rodamientos y piezas anexas, y mejorar la eficiencia de sus líneas de producción a través de los gemelos digitales. 

Según cuenta Santo Domingo, ha sido un proceso progresivo, primero “empezando por una máquina, luego una línea y ahora lo estamos implementando a otras líneas de fabricación, para que el resultado final sea un gemelo digital de todo el proceso de fabricación. Llevamos años simulando productos, ahora estamos simulando procesos y lo último será simular negocios”.

En el ámbito de la sostenibilidad, Fersa pretende liderar la innovación y el desarrollo tecnológico de la energía verde con el fin de aumentar la densidad de potencia por molino instalado, maximizar el rendimiento de la turbina con una fiabilidad mejorada y reducir los costes de instalación a través de unas soluciones nuevas y competitivas de rodamientos eólicos.