
El reto de crear una industria 4.0 en forma de círculo

La combinación de tecnologías avanzadas (IoT, IA, big data, fabricación aditiva…) con principios de sostenibilidad y circularidad está permitiendo a las compañías industriales transformar sus procesos productivos. El objetivo está definido: minimizar el consumo de recursos vírgenes, reducir residuos y optimizar la re utilización y el reciclaje de materiales, generando además nuevas oportunidades de negocio y modelos industriales más resilientes. En este contexto, el ecosistema de Atlas Tecnológico ha tomado un papel protagonista.
Comenzando por los centros tecnológicos, exponentes de la innovación en el campo de la economía circular. Desde el País Vasco, Tecnalia impulsa nuevos cementos sostenibles utilizando residuos industriales. La iniciativa iniciativa CO2MCHRETE, de la que el centro forma parte, crea cementos y hormigones a partir de residuos térmicamente activados en escorias. Los cementos que se desarrollan son más sostenibles, ya que se necesita menos energía para su producción, y están hechos con residuos procedentes de otras industrias.
En el ámbito de los materiales metálicos, CEIT lidera un proyecto para la recuperación de metales duros como el tungsteno y el cobalto a partir de residuos de herramientas de corte y componentes de desgas te. La iniciativa incluye el desarrollo de nuevos procesos de reciclaje que permiten una recuperación eficiente y sostenible, y reducir así la dependencia de materias primas críticas.
Por su parte, EURECAT trabaja en soluciones para mejorar la sostenibilidad en el reciclaje de baterías. Junto al Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC) ha creado la unidad de investigación BATTECH. Su proyecto Recirculate se basa en sistemas de desmantelamiento automatizado mediante inteligencia artificial, que cuenta con una clasificación precisa e información de procedencia de la batería para el reciclaje, lo cual permite crear un pasaporte. Este sistema facilita la creación de un mercado virtual único, basado en blockchain, que fomenta la creación de nuevos modelos de negocio circular para la reparación y reutilización de baterías de segunda vida.
En el ámbito de la automoción, el Instituto Tecnológico de Informática (ITI) ha investigado en el reciclaje de polipropileno, material empleado en los salpicaderos de coches, junto a la multinacional Tier-1. El desafío residía en cumplir con los estrictos estándares de pureza exigidos por los fabricantes, para lo cual era necesario garantizar que el material reciclado estuviera libre de contaminantes. ITI desarrolló una solución única basada en su tecnología ZG3D, integrada con un sistema de 9 cámaras y una iluminación específica, que permite monitorear en tiempo real la calidad del material reciclado y controlar contaminaciones durante el proceso de fabricación.
El Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) ha colaborado con Mondo, empresa especializada en superficies deportivas, para incorporar materiales reciclados en la fabricación de pavimentos deportivos. El proyecto trabajó en procesos de reciclado del césped tradicional y del césped termosoldado para la valorización de los materiales de los diferentes subcomponentes. Además, desarrolló formulaciones de plásticos provenientes de fuentes naturales (biobasados o bioplásticos), dando un paso hacia la completa circularidad del césped artificial.
Finalmente, el centro CARTIF lidera el proyecto FERTICOVERY, que pretende identificar y analizar tecnologías para reciclar fertilizantes a partir de materias primas secundarias, fomentando flujos equilibrados de nitrógeno y fósforo y mejorando al mismo tiempo la salud del suelo. Este proyecto promueve la adopción de fertilizantes respetuosos con el medio ambiente, reduciendo el impacto ambiental y avanzando en las prácticas de economía circular.

Desarrollo de CEIT para recuperar materiales pesados como el tungsteno y el cobalto.
También, en el ecosistema de Atlas Tecnológico diferentes empresas tecnológicas aportan soluciones al servicio de la sostenibilidad industrial. MESbook ha colaborado con ACTECO para implementar una solución MES que mejora la trazabilidad y eficiencia en la gestión de residuos plásticos. El proyecto ayuda a reciclar materiales plásticos como perchas y envases de yogur, y facilita la creación de granza de alta calidad, que puede venderse y reutilizarse en nuevos productos, promoviendo así la economía circular y la reducción del impacto ambiental.
En el ámbito de la logística y la gestión de envases reutilizables, Dipole RFID ha desarrollado soluciones para gestionar artículos de transporte retornables (RTI), que permiten realizar un seguimiento preciso de cajas, palets y otros elementos reutilizables a lo largo de toda la cadena de suministro, facilitando su recuperación y reduciendo la generación de residuos de embalaje.
Visión social
En el campo del marcaje y trazabilidad, Gravotech aporta soluciones basadas en tecnología láser. Sus sistemas de marcaje con códigos QR y Data Matrix permiten una identificación precisa de los productos a lo largo de toda la cadena de reciclaje. Estos códigos 2D, grabados directamente sobre envases y productos, facilitan la clasificación y gestión eficiente de residuos, y mejoran la trazabilidad y la recuperación de materiales. Además, el marcaje láser de códigos juega un papel clave en la gestión de envases retornables, pues permite su identificación y seguimiento a lo largo de todo el ciclo de retorno.
La medición y comunicación del impacto ambiental se ha convertido también en un eje estratégico para muchas marcas. La plataforma de inteligencia ambiental de DCYCLE permitió a la marca de mochilas y accesorios urbanos Lefrik afrontar un doble desafío: medir con precisión el impacto ambiental de cada colección y comunicarlo con transparencia a un consumidor cada vez más exigente. Lefrik pudo automatizar la recogida de datos en toda la cadena, desde la extracción de materia prima hasta el fin de vida del producto, aplicando análisis de ciclo de vida comparativos frente a mochilas convencionales.
En el campo de la optimización de recursos mediante inteligencia artificial, Dribia Data Research, que ha desarrollado un sistema basado en IA para la clasificación automática de chatarra en el sector siderúrgico. Gracias al análisis avanzado de datos y modelos predictivos, Dribia ha conseguido mejorar significativamente la eficiencia de los hornos industriales, optimizando la composición de la materia prima y reduciendo tanto los residuos metálicos como el consumo energético. Por su parte, la multinacional SKF ha desarrollado RecondOil, una tecnología que permite la regeneración continua de aceites lubricantes industriales.
También están surgiendo enfoques innovadores orientados a facilitar la participación ciudadana en el reciclaje urbano. Ecovidrio, en colaboración con la consultora Propelland, puso en marcha un innovador sistema de contenedores “dri ve-thru” para facilitar el reciclaje de vidrio sin que el ciudadano tenga que bajarse del coche. El proyecto piloto, implementado en Boadilla del Monte (Madrid), logró incrementar en un 25% la tasa de reciclaje en la zona.
Sonae Arauco, empresa especializada en la fabricación de tableros, ha puesto en marcha la primera línea industrial de reciclaje de tableros de fibra del mundo, que permite transformar MDF al final de su vida útil en materia prima para nuevos tableros. El desarrollo va en línea con su compromiso con un modelo de bioeconomía circular y el uso en cascada de la madera.
Por su parte, el grupo Antolin trabaja en múltiples líneas de innovación para fomentar la economía circular, como el desarrollo de biopolímeros, materiales reciclados y superficies naturales 100% reciclables. Además, su tecnología Coretech permite valorizar residuos internos para la producción de nuevas piezas.
En reutilización de activos, Textil Santanderina utiliza materia les reciclados y ecológicos, como SEAQUAL Yarn (con hasta un 10% de plástico recogido en el mar) y algodón y poliéster postconsumo. La compañía reutiliza los desechos textiles en nuevos productos, y recupera microfibras con proyectos como FIBERCLEAN, para reducir la contaminación por microplásticos durante la producción y vida útil de los teji dos. En automoción, Clarios recicla más de 8.000 toneladas de baterías usadas cada día a nivel mundial. Su modelo de recogida, reciclaje y producción de nuevas baterías es uno de los más avanzados del sector.
En el ámbito de los envases y embalajes,Hinojosa Packaging Group, en colaboración con DIA, lanzó un embalaje sostenible que reduce el uso de plásticos y mantiene la temperatura de los pedidos online refrigerados. Una iniciativa similar es la desarrollada por Florette, en colaboración con Ecoembes, para mejorar la circularidad de sus envases, implementando soluciones de packaging más sostenibles y fácilmente reciclables. Idonial, por último, ha desarrollado una tecnología pionera que permite la impresión 3D de piezas industriales a gran escala utilizando materiales reciclados como PET de envases y policarbonatos desechados.
Y también queda tiempo para la creatividad. Michelin, en colaboración con el colectivo Murarte, ha promovido la creación de jardines verticales a partir de neumáticos reciclados, en un proyecto que busca dar una segunda vida a estos mate iales, descontaminar el aire y embellecer los entornos urbanos. En un proyecto urbano de 5.000 metros cuadrados, se podrían reciclar más de 350 toneladas de neumáticos, logrando un efecto purificador del aire equivalente al 25% del parque del Retiro en Madrid.
