El plan de Kellogg’s para saber el futuro

Una de las tecnologías habilitadoras de la industria 4.0 “es el big data”, afirma el líder en digitalización de la planta de Kellogg’s en Valls (Tarragona) y colaborador de Atlas Tecnológico, Emilio Anglés, quien se describe a sí mismo como un “minero de datos, para llevarlo al siguiente nivel están los expertos en inteligencia artificial”. Datos con los que “recogemos información para tomar decisiones que resuelvan problemas que tenemos en la industria, desde energéticos a del equipo o de conocimientos”.

La planta de Valls nació en el año 80 “como fábrica 3.0, poco a poco con los años y con las inversiones fuimos automatizando e introduciendo tecnologías hasta llegar el punto en que estamos ahora, una fábrica 4.0, donde las tecnologías nos permiten poder conseguir nuestros objetivos”. Gracias al avance que ha hecho en digitalización, “estamos preparados para ir a un sistema de sala de control centralizada en la que gestionaremos los millones de datos que generamos”, apunta.

“Actualmente en la fábrica somos capaces de ver el presente y trabajar con los datos del pasado y lo ideal es poder ver el futuro”. En Valls, Kellogg’s registra casi 11.000 señales directamente de sensores de campo, según Emilio Anglés. “Empezamos nuestro camino del lean manufacturing hace unos cuantos años, creamos incluso nuestro Kellogg’s Working System emulando al Toyota Working System, y creemos que realmente llega un momento que no puedes crecer más a nivel de mejora continua, pero sí que las tecnologías habilitadoras nos pueden dar el impulso que necesitamos”.

“Esto nos hizo repensar un poco a nivel del negocio sobre todo en la fábrica de la Valls”, continúa, “donde hemos empezado un programa piloto a nivel mundial de iniciativa propia para intentar ver cómo podríamos básicamente aumentar la productividad para hacer frente a cosas que no podemos controlar como la inflación, aumentos de los precios energéticos, disfunciones logísticas, etc. y también el gran problema que tenemos: la retención, la atracción de talento y las jubilaciones masivas, ya que es una fábrica de 42 años en un pueblo donde la gente aspira a trabajar aquí”.

Entre los pasos hacia la industria 4.0, en el caso de Kellogg’s destaca la estrategia People, Planet and Community. Además, lanzó un nuevo puesto, que ocupa Emilio Anglés: “hasta el año pasado era el responsable de informática industrial, me gusta llamarlo así porque vengo del mundo IT, y se creó la figura del industry lead developer, es un experimento con una visión y un equipo ya que ahora soy intraemprendedor”.

El proyecto Smart factory “lo empezamos en 2017, pero realmente nace en 2019, la fábrica de Valls fue pionera implementando el primer módulo que le llamamos picking line analytics. Ya hemos implementado el módulo de quality y también mapeamos nuestra cadena de suministro, desde la entrada de materias primas, el proceso, toda la parte de people, planificación hasta el packaging y la parte de logística”. A partir del ERP o de las aplicaciones MES “hemos cubierto casi el 90% de todo lo que sería la cadena de suministro”.

En cuanto a las mejoras en el ámbito de las operaciones, ahora mantenimiento “sabe cuál es el defecto y puede comunicarle al operario que es lo que tiene que hacer, sin generar incertidumbres”, añade el directivo de Kellogg’s. “También creamos nuestra Smart Factory Work Station, porque no solamente hay que aplicar tecnología también hay que cuidar el entorno de trabajo de los operarios y obviamente siempre consensuado con ellos. Todos los desarrollos se han hecho de abajo a arriba”. El talento es uno de los grandes desafíos.

¿La industria 4.0 es una amenaza o una oportunidad? “Yo soy optimista”, sentencia Emilio Angles.