El nuevo ‘patrón oro’ para la era de las reformas impulsadas por la tecnología

Ni siquiera una gran corporación tecnológica como Google es ajena a las resistencias internas a los cambios que exige la nueva era de la inteligencia artificial, la clave para el éxito de las organizaciones en el futuro, tanto públicas como privadas, será la generación de confianza, un asunto en el que cada vez hay más síntomas de fracaso peligroso
Eugenio Mallol
27 de julio de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
El nuevo ‘patrón oro’ para la era de las reformas impulsadas por la tecnología

Al CEO de Google, Sundar Pichai, le acaban de preguntar si habría mantenido la barra del buscador y la de su inteligencia artificial Gemini separados, como sucede en la actualidad, de haber creado la compañía ahora. Obviamente, mientras continúe por esa senda no dejará de dar ventaja a OpenAI y a su ChatGPT, como demuestran las cifras. La respuesta de Pichai ha sido que Gemini permite «mantener una conversación larga… simplemente para pasar el rato», a diferencia de la herramienta de búsqueda, pero ha reconocido que, “con el tiempo, podemos hacer que la experiencia sea más fluida para nuestros usuarios».

Martin Peers, de The Information, sostiene que “conociendo a Google, puedes apostar a que una de las razones por las que la compañía ha mantenido dos aplicaciones separadas son los feudos internos que defienden su territorio, así como las preocupaciones sobre cómo su combinación afectaría los aproximadamente 200.000 millones de dólares en ingresos por publicidad en búsquedas de la compañía”. No lo apostaría todo a ello, pero con seguridad son factores clave.

Casi al mismo tiempo, en la costa Este de Estados Unidos, en Washington DC, Bruce Mehlman, fundador de uno de los lobbies bipartidistas más mediáticos y activos de la capital, se reunía con “el consejo de administración de una empresa que me pidió que presentara los grandes temas macroeconómicos del siglo XXI”, según explica en su blog.

Su tesis no fue probablemente la que esperaban los directivos. Habló, sí, de los cambios disruptivos que se están produciendo en la tecnología, la geopolítica y la cultura, pero no en términos de impacto económico. Su interpretación es que “han socavado la confianza en los expertos y las instituciones, lo que ha provocado que los votantes se opongan a las autoridades, exijan reformas políticas radicales y voten constantemente a favor del cambio”. Ese es el hilo que hay que seguir para vislumbrar las consecuencias en el mercado.

Entre los mensajes de Mehlman a ese consejo de administración, nada de medias tintas: la era del libre comercio ha terminado y la era de la política industrial ha llegado para quedarse; y, básicamente, por resumir, que nos encontramos en medio de una nueva era de reformas que, al igual que la anterior, “abarcará décadas, perturbará a los gobernantes y transformará la sociedad y el mundo, a menudo precipitando crisis”. Las sonrisas que nos llegan de la reluciente China esconden la purga y desaparición de más de 20 altos mandos de su Ejército de Liberación del Pueblo desde el Congreso Nacional del Partido de octubre de 2022. Algunos se lo toman en serio… a su manera.

Los ganadores no serán los más fuertes ni los más inteligentes, sino aquellos que se adapten mejor al cambio, una idea inicialmente atribuida a Charles Darwin, pero que, al parecer, corresponde a la interpretación que hizo de su pensamiento Leon C. Megginson.

Para adaptarse, es fundamental conocer bien la realidad y la dinámica de los cambios. El éxito dependerá, cada vez más, de la capacidad de aprovechar estratégicamente las tecnologías de la información, especialmente en la era de la IA. Y para que la información se convierta en conocimiento, siguiente los versos de T.S. Eliot en sentido inverso, el factor clave es la confianza. No es extraño que el CEO de Apple, Tim Cook, la identificara hace ya unos años como el gran asunto de la era digital.

Resulta inquietante, en ese sentido, la crisis de la confianza actual. Es el mayor rasgo definitorio de nuestra época, sin duda. La de la ciudadanía en los medios de comunicación ha caído incluso más que en otras instituciones. Fíjate en este gráfico del estudio que lleva a cabo todos los años Gallup en Estados Unidos.

Pero no nos quedemos en el espacio público, muchas veces esa es la excusa fácil. Hay que revisar también la forma en la que generamos confianza dentro de nuestras propias organizaciones. Edelman acaba de publicar su nuevamente imprescindible Barómetro de Confianza 2025, aunque no ha repetido en él el interesante ejercicio de la edición de 2024.

En aquella ocasión descubrió una brecha de confianza “sorprendente” de nada menos que 32 puntos entre el equipo directivo y el personal de empresas, gobiernos, medios de comunicación y ONG. “Esta diferencia de confianza entre puestos de trabajo es más del doble de la que existe entre personas de altos y bajos ingresos que ha impulsado el auge del populismo en la política”, sostienen los autores. Ojo con el tema.

Solo el 19% de los empleados confía en que su CEO diga la verdad sobre la organización, frente al 52 % de los directivos”. ¿Cómo? “Existe un profundo temor a la innovación, y solo el 22% de los empleados siente que tiene un amplio control sobre la IA y su impacto en su trabajo”. El 78% de los ejecutivos se sentían económicamente optimistas en enero de 2024 frente al 39% de los empleados.

Gestión del cambio, sí, imprescindible, incluso para romper los feudos que, como en el caso de Google, están impidiendo dar el paso clave para adaptar productos y procesos a la nueva era de la IA. Pero el secreto del éxito es la confianza, tanto en el conjunto de la sociedad (los medios de comunicación han recibido el mandato de gestionar el derecho a la información), como dentro de las paredes de nuestra organización. Al igual que el oro respaldó hasta principios del siglo XX a las monedas nacionales y es hoy un valor refugio en el mercado de capitales, la confianza lo es todo. Habrá que crear un Patrón Confianza para ordenar la transformación digital e inteligente.

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