El IoT quiere escalar y orquestar toda la empresa: frente a la fragmentación, estándares; frente a los silos, ecosistema
Diálogos 4.0, la serie de debates que organiza Atlas Tecnológico, aborda los "Desafíos y retos para crear redes de IoT a gran escala", con cuatro invitados excepcionales: Alejandro Alija (Galeo Tech), Gonzalo Martínez (Logisfashion), Juan Benavente (CEPSA) y Diego Mallada (Gestamp)
Un momento del Diálogos 4.0 celebrado en la sede de la Fundación PONS con Gonzalo Martínez (Logisfashion), Alejandro Alija (Galeo Tech), Sergio Martín, Juan Benavente (CEPSA) y Diego Mallada (Gestamp).
Ir más allá de los sistemas de captación y gestión de datos en las distintas áreas de la compañía y trabajar de forma integrada es un desafío que va más allá de lo tecnológico y adquiere connotaciones estratégicas. Por eso configurar una plataforma IoT (internet de las cosas) end to end implica no sólo nuevas formas de organizar la empresa, sino también un ecosistema diferente, en el que los roles de cliente y proveedor muchas veces son intercambiables. El debate sobre «Desafíos y retos para crear redes de IoT a gran escala», dentro de la serie Diálogos 4.0 de Atlas Tecnológico, aborda este apasionante asunto con cuatro directivos de excepción.
Alejandro Alija, Cofundador y Director de Galeo Tech, afirma que “todo el ecosistema, empresas, proveedores, tecnología, todos tenemos que poner el foco en la escalabilidad, en esos aspectos que no son tan funcionales, pero están relacionados con ella, por ejemplo, las infraestructuras o la tecnología”. También en “el talento, en las personas que no están tan enfocadas en resolver el reto, sino en que escale perfectamente. No podemos olvidar que estas tecnologías aportan valor cuando se aplican a grandes grupos de activos”. Aún “quedan por delante 3-5 años en un estado de velocidad de crucero”.
Coincide Gonzalo Martínez, Corporate IT Director en Logisfashion, en la relevancia de “todo lo que tiene que ver con talentos, personas, con ser capaces de encontrar esos perfiles dentro de la compañía que ayuden a impulsar estos proyectos”. Junto a ello, hay que poner el acento en “las telecomunicaciones, en el despliegue necesario para que las empresas puedan abordar estos proyectos”.
CEPSA tiene que actuar en “dos ámbitos muy diferenciados de aplicación del IOT”, según su Head of IoT & Emerging Technologies, Juan Benavente: “el de la estación de servicio y el industrial, con consideración de infraestructura critica; uno está muy centrado en el usuario y otro en la seguridad”. El reto es “compatibilizar las dos velocidades”, para lo cual “ahora mismo estamos identificando aplicaciones concretas que nos permiten entender la tecnología y creando grandes infraestructuras que faciliten que estos proyectos se puedan establecer en el día a día de, por ejemplo, una estación de servicio. En 2025 esperamos que las plantas ya nazcan nativas digitales, con IoT”.
En el caso de Gestamp, “hablamos de un ecosistema global, tenemos más de 100 plantas y llevamos años trabajando en este reto. Vemos una convergencia entre el mundo IT y el OT”, explica Diego Mallada, IT Digital Director de la compañía. Con “telemetrías de más de 5.000 señales”, apostilla, “hemos llegado a la conclusión de que tenemos que dar con nuestras propias soluciones”.
Incertidumbres
El mercado del IoT transmite una cierta sensación de ralentización después de unos años de hype. La experiencia de Alejandro Alija es que “hay proyectos de IoT que en determinados sectores van más lentos. Estamos acostumbrados a que haya todo tipo de tecnología para todo, pero en determinados casos, por ejemplo, en ambientes peligrosos o explosivos, uno empieza a buscar y se da cuenta de que no hay tanta tecnología, y eso ralentiza los proyectos”.
Según Gonzalo Martínez, “en el IoT tienes que llevar al extremo de la red la tecnología, y eso tiene la complejidad que tiene, estandarizar y hacer que eso sea escalable es difícil”. Para Juan Benavente, la “transversalidad” de las soluciones IOT “permite lanzar nuevos elementos”, pero también obliga a alinear el proceso de maduración de todas las partes de la empresa implicadas. Y Diego Mallada cree que es fundamental identificar dónde aparece la creación de valor e insta a “aprovechar a la gente que lleva muchos años en la planta y tiene un conocimiento tremendo de los procesos”.
Aunque “venimos muy condicionados en el IoT por el mundo del dato”, apunta Alejandro Alija, “hay una diferencia y es que el IoT es lo que une el mundo físico con el mundo digital”, y eso hace que “el desafio sea todavía mayor, hay personas que viven en el mundo OT y IT completamente separados”. Esto es importante porque hay que concebir “la escalabilidad desde el diseño”.
Uno de los factores de incertidumbre exógenos a la empresa es toda la normativa que incide en este ámbito tecnológico. Para Gonzalo Martínez, se trata de “un tema de seguridad, de que todos estos dispositivos que empiezan a incorporarse estén dentro de un control, sobre todo con lo crítica que es la parte de datos”. Diego Mallada incide en que es un asunto clave agravado porque “hablamos de entorno muy conectados con diferentes normativas”.
El sector del IoT está en evolución, ¿cuál será la realidad que nos encontraremos dentro de cinco años? Diego Mallada cree que “estamos en un momento muy bonito, desde el punto de vista tecnológico, porque la facilidad de hacer un piloto de cualquier cosa ya no es la de antes. En los próximos años vamos a ver una curva, una aceleración en comparación con los cinco anteriores en todos esos procesos de digitalización”.
Para Gonzalo Martínez,“hay áreas en nuestras empresas que antes no existían y perfiles que no sabíamos ni qué eran cuando hacíamos la descripción del puesto de trabajo”. La tecnología es “más accesible” y, por eso, “al ritmo que vamos estaremos en un escenario muy diferente”.
Alejandro Alija apuesta por que “dentro de cinco años estaremos haciendo menos pruebas y más proyectos concebidos con visos de ser escalables”. Para ello será necesario que “hagamos un esfuerzo por la estandarización el sector del IoT. Va a ser difícil que hagamos proyectos grandes con la fragmentación que haya ahora mismo en el mercado”. Su propuesta es “llegar a unos estándares similares a los alcanzados en el mundo del dato”.
Síndrome del experimento y talento
En Galeo, continúa Alija, “una de nuestras misiones es ayudar a las compañías a superar el síndrome del experimento, que parece que nunca acaba. En el mundo del IoT queremos pasar del beta a explotar la mina”. En opinión de Juan Benavente, la clave es que “los equipos de ingeniería tengan tal nivel de estandarización o de ‘know how’ que sean capaces de diseñar de forma natural lo que es una unidad de la fábrica integrando todo lo que saben y también las nuevas tecnologías”.
Para extender la visión unificada de una plataforma IoT a toda la organización, Gonzalo Martínez, aconseja, en ese mismo sentido, “incluir a las personas que van a poner en planta esta tecnología”, lo que plantea el desafío de incorporar, en adelante, a perfiles profesionales “acostumbrados a tratar con la tecnología”. Nada fácil en un entorno como el actual de escasez de talento disponible.
“Para el trabajador tecnológico es un momento único. En las empresas, muchos directores de recursos humanos están viviendo uno de sus perores momentos, porque no saben cómo retener y fidelizar”, afirma Alejandro Alija. Se está produciendo un movimiento de profesionales “hacia las startup, mientras que antes el objetivo era trabajar para una multinacional. Es un entorno muy cambiante, por ejemplo, a nosotros nos ha permitido captar talento”.
“Nos cuenta encontrar el talento que tenga los conocimientos, en el mundo industrial faltan otras cosas además”, apunta Diego Mallada, pese a que Gestamp está acostumbrada a trabajar con “comunidades de expertos”. Para Juan Benavente, “cuando tienes a alguien que se va pese a estar contento con la empresa es que el mercado está cambiando. El reto que tenemos es que el IoT es un mundo digital y físico, es más difícil ofrecer una posición 100% remota cuando parte del trabajo debe ser presencial, ahí es donde tenemos que aprender que valor dar a esas personas en el mercado para que estén con nosotros”.
Gemelos digitales
En cuanto al auge de los gemelos digitales, en CEPSA“lo vemos como algo que ayuda a adoptar la tecnología y sacarle más partido. Aún estamos entendiendo cómo hacerlo porque no está estandarizado y cuesta ver un partner que pueda acompañarte de principio a fin”, explica Juan Benavente. En su caso, “empezamos por proyectos más densos en datos, estamos en la fase de entender qué rol debemos jugar”.
A juicio de Diego Mallada “los gemelos digitales van a ayudar a acelerar la estandarización, no va a suponer tanto como el metaverso, pero sí la aceleración de los ciclos de vida de producto”. Pero “cuáles son los procesos críticos”, se pregunta Gonzalo Martínez, “al final la logística es un negocio formado sobre todo por personas, la cuestión es cómo mejorar los procesos a través de gemelos digitales. En nuestro caso, seguimos aterrizando y entendiendo cómo aportar valor”.
Lo que gusta a Alejandro Alija del gemelo digital “es que está muy cerca de lo que teníamos antes, ahora podemos conectar esa representación del activo y sincronizarla al tiempo real. Deja de ser tecnología por tecnología y pasa a convertirse en una solución que todo el mundo entiende fácilmente”.
Ecosistema IoT
Cada vez es más evidente quela configuración de redes IoTempuja a las empresas a pensar en clave de ecosistema. En materia de la escalabilidad, para Alejandro Alija “el valor está encerrado precisamente en la solución, el proyecto se empieza a diluir y ocurre que, a veces, es el propio cliente el que tiene el liderazgo, pero otras veces somos los proveedores”.
Para Juan Benavente ya no se trata de distinguir entre cliente o proveedor, “si de verdad te planteas estar en un ecosistema, los roles son diferentes. Ahora ves a empresas que nunca hubieras imaginando construyendo un software y lanzándolo al mercado”. En ese sentido, Diego Mallada sostiene que “estamos en un momento de reto, se van generando consorcios y unas mezclas entre empresas grandes, pequeñas, universidad, también distintos puntos de vista para abordar un proyecto. Es enriquecedor”.
“Lo que estamos entendiendo es como incorporar esa solicitud de transformación digital con las iniciativas que tenemos en la empresa, eso te obliga a entrar en una dinámica de alinear actores externos, compatibilizar el ritmo de la empresa y los fondos además de su incertidumbre, es lo que te marca un poco el paso, y lo que hace que sea difícil acceder a ellos”, señala Juan Benavente.