¿Dos estrategias nacionales, un libro del CSIC y un PERTE sobre IA sin datos? En España, sí es posible

Diseñar una estrategia adecuada en una materia tan sensible como la inteligencia artificial requiere reunir una enorme cantidad de datos solventes y, a ser posible en el caso de un Gobierno, de elaboración propia, no de terceros, según el autor, que considera que ninguna empresa tomaría decisiones de esa naturaleza sin conocer en profundidad su situación
Eugenio Mallol
5 de febrero de 2023 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
¿Dos estrategias nacionales, un libro del CSIC y un PERTE sobre IA sin datos? En España, sí es posible
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla en la presentación de la Estrategia Nacional en inteligencia artificial. / Pool Moncloa / Fernando Calvo

Este artículo aparece en el último ATLASTECH REVIEW

Qué sería de la inteligencia artificial sin datos, ¿verdad? Cuantos más, mejor. Tampoco la inteligencia humana saca lo mejor de sí misma si no dispone de buena información de calidad. ¿Y qué le decimos a las empresas para que su transformación digital sea exitosa? Genera, recopila y analiza tus datos. Esa es la clave.

Por tanto, cuando un país quiere definir adecuadamente su estrategia en alguna materia lo primero que debe procurarse es una buena bolsa de información propia, fiable y relevante. Es lo menos que podemos pedir que hagan nuestros responsables públicos con el dinero que les damos antes de ponerse a escribir una sola línea de lo que pretenden hacer. Pero en España no. Aquí somos capaces de generar dos estrategias nacionales sobre inteligencia artificial y un libro de 200 páginas de nuestro principal foco público de investigación científica sin haber producido ni un solo dato propio acerca de la materia.

Estos son los hechos: la “Estrategia Española de I+D+i en Inteligencia Artificial” publicada por el Ministerio de Innovación y Ciencia en 2019, incluye datos de contexto global de la OCDE y McKinsey, de subvenciones estatales a acciones de IA y en el marco del H2020, estadísticas de educación, incluidas las del EU Country Report 2019, datos del INE sobre el peso en el PIB de varios sectores, así como información sobre accidentes de tráfico y sobre fibra óptica.

La “Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial” publicada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital en 2020 es un poco más parca aún en datos. Reaprovecha los de la OCDE y educación de la anterior, y añade un gráfico de un informe disponible en internet de PwC de 2018 e información del Observatorio DESI y de la consultora Tractica.

Por último, en el libro de 200 páginas titulado “Artificial Intelligence, Robotics & Data Science”, dentro de la iniciativa “CSIC Scientific Challenges: Towards 2030” solo aparecen datos sobre el porcentaje de población que vive en las ciudades, sobre observaciones astrofísicas, datos globales sobre impacto de IA en 2014 y datos también mundiales de consumo energético y emisiones.

Es como si una empresa intentase generar una estrategia de inteligencia artificial basándose en los datos del tiempo meteorológico, en el consumo de café en los tiempos de descanso, en las notas académicas de los hijos de los informáticos y en los índices de ocupación del parking.

Afortunadamente el Componente 16 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que lleva por subtítulo «Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial», incluye dos datos relevantes: su objetivo es «aumentar el número de empresas españolas que hacen uso de la IA pasando de menos de un 15% actualmente a un 25% para 2025, en línea con el objetivo del eje 9 de la Agenda España Digital 2025»; y «la productividad del trabajo podría aumentar un 11% (respecto a un escenario sin inversión) y el crecimiento anual podría ser del 2,5% en vez del 1,7% previsto sin inversiones». Es lo que hay. ¿Suficiente? Por si fuera poco, no cita la fuente, de modo que se puede pensar que es de elaboración propia, o simplemente dejar en suspenso la credibilidad de estas cifras. A gusto del consumidor.

En fin, pruebo con ChatGPT a ver si consigue darme algo de información de fuentes no privadas que me pueda servir para tomar el pulso de España en IA. Y su respuesta confirma hasta qué punto es preocupante la situación. No encuentra datos anteriores a 2018. Sólo uno es público: “según un estudio realizado por el INE, el empleo relacionado con la inteligencia artificial en España, se incrementó en un 30% en el periodo 2016-2018, y se espera que continúe aumentando en el futuro”. Buen intento, ChatGPT.

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