Diez impactos en el cerebro y el corazón para echar a andar

Las Big Ideas en el New In Revive Valencia de Paula Llobet, Mayte Bacete, Vicente Ruiz, Marta de Diego, Rafael Vaquero, Àurea Rodríguez, Fernando Molinuevo, Fernando Saludes, Javier G. Recuenco y Eva Giner, una miscelánea imperdible
Carla Mansanet
17 de enero de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Diez impactos en el cerebro y el corazón para echar a andar
En el bloque de la izquierda: Paula Llobet, Mayte Bacete, Rafael Vaquero y Àurea Rodríguez; en el centro: Javier G. Recuenco y Eva Giner; en el bloque de la derecha: Vicente Ruiz, Marta de Diego Fernando Molinuevo y Fernando Saludes.

Después de la prueba piloto con el Big Ideas en el Collaborate Santander 2024, el New In_ Revive Valencia recupera el formato para compilar algunas propuestas para inspirar la reconstrucción de Valencia, tras los estragos causados por la dana. “El objetivo es compartir aquello que más nos hace nosotros mismos: las ideas”, señala Eugenio Mallol, director de comunicación de Atlas Tecnológico y principal responsable del nacimiento de esta sección.

Los primeros tres minutos, tiempo en el que los ponentes deben desarrollar su gran, los firma el Ayuntamiento de Valencia a través de la concejala de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones. Paula Llobet apuesta por las tecnologías disruptivas, herramientas esenciales para sacar provecho al rol de Valencia como ciudad inteligente líder.

“En 2023, Valencia fue la primera ciudad en poner en marcha una plataforma de smart city, pero, ahora, el reto es evolucionar hacia los gemelos digitales y la inteligencia artificial (IA)”. De este modo, como indica Llobet, “se podrán generar representaciones virtuales de la ciudad para tomar decisiones en un entorno virtual, ver los resultados que tendrán y planificar de forma más eficiente”. Además de escalarlo en la propia ciudad, también se aplicará en infraestructuras críticas e incluso en aquellas relacionadas con la prevención de inundaciones. Por otra parte, como concejala de Turismo, considera clave la reactivación económica: “Es importante crear un ‘microdestino’ dentro de las pedanías del sur de Valencia basado en la naturaleza, el deporte en aire libre y en la gastronomía”.

Mayte Bacete, directora general de MaxLinear Hispania y presidenta de Valencia Silicon Cluster, apuesta por la colaboración entre startups, universidades, centros de investigación y autoridades para hacer más fuerte al sector microelectrónico, en el que ella se especializa. “Debemos olvidar el enfrentamiento político, trabajar en colaboración, fomentar la interacción del ecosistema”, asegura. A corto plazo, anuncia que los beneficios del CHIPNATION 2024, congreso referente de la industria de semiconductores en España celebrado en Valencia, donará sus beneficios al Ayuntamiento.

A largo plazo, Bacete sugiere una propuesta diferente: “La idea es que, en los pliegos de condiciones de obras civiles, se tenga en cuenta el uso de chips, de las comunicaciones y de la información a través de herramientas como la IA para que se conozcan los riesgos y aplicarlos en protocolos para evitar que las catástrofes tengan un impacto tan grande”. Por otra parte, “el segundo pilar sería empujar la creación de un Instituto Chip Valencia para la investigación y el uso de los chips en la industria y sectores relevantes de la comunidad, lo cual daría lugar a la creación de nuevas startups y atraería inversión”.

Àurea Rodríguez pone el foco en las industrias culturales y creativas, y lo hace por dos motivos: “La primera razón es que tienen alto impacto en la economía y empleabilidad, especialmente en la reconstrucción, pues estas industrias incluyen la arquitectura y la construcción; y, por otro lado, porque tienen un gran impacto social”. 

La directora general del EIT Culture and Creativity CLC South West narra algunos programas llevados a cabo en otros países vecinos: “En Oporto se prescribe en los centros de atención primaria la cultura porque las personas se sienten solas y necesitan estar en contacto con espacios naturales”. En una situación como la actual, toda persona necesita un lugar en el que apoyarse en “una cultura sana” que les acompañe a superar el periodo de duelo.

La apuesta de Vicente Ruiz es clara: “Para ayudar a la salud mental, el paro debe reducirse a cero en las zonas afectadas”. “Como empresario, el mayor beneficio social que puedo aportar a las personas es dándoles trabajo”, expone el presidente de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universidad de Valencia y co-fundador de la empresa RNB. Además, desde una visión profundamente humanista, analiza la condición emocional de los afectados: “La pérdida no solo ha sido material y emocional, sino que también peligra la nómina de muchas personas, que se vincula con la estabilidad que les impulsa a levantarse cada mañana para irse a trabajar”.

A través de la colaboración público-privada, las empresas dedicadas a la captación de talento o de trabajadores tienen el poder de cambiarlo, núcleo del que emerge la big idea de Ruiz: “Deberían hacer oficinas especiales o volcarse en esas zonas para que la cifra del paro se disminuya al máximo”. Y, para hacer ese esfuerzo, “ya sea el Ayuntamiento o las oficinas de empleo privadas, deben aportar algún beneficio fiscal o ayudas”.

Marta de Diego, además de diseñadora alta costura, es presidenta del Comité de Ciudadanos Valencia-Dallas, rol en el que se ha inspirado su propuesta. “Además de los problemas personales, emocionales y materiales producidos por la dana, hemos sido testigos de una falta de liderazgo y organización ante esta situación”. De Diego enuncia la creación, en cada municipio o localidad, de un comité de ciudadanos con un líder al frente que tenga comunicación directa con la Administración. “Las administraciones tienen muchos recursos, pero también una capa de grasa burocrática que impide alcanzar el objetivo esencial: ayudar”. “Si hubiera estos comités que pusieran en funcionamiento este vínculo directo para aportar lo que realmente necesitan, se agilizaría el conseguir recursos y ayudas”.

CRE100DO es una fundación que agrupa a las 100 empresas más destacadas del país en el segmento del middle-market, que acoge a organizaciones industriales que superan el umbral de la pyme. Rafael Vaquero, su director general, viaja desde Madrid para abordar la siguiente fase de la recuperación de la dana: “hemos pasado del ‘pueblo salva al pueblo’ a ‘las empresas salvan a las empresas’”. En la fundación han analizado con lupa el estado del tejido empresarial y destilado ciertos aspectos esenciales: “el empresario lo ha perdido todo, está devastado moralmente, y el mundo empresarial se encuentra, todavía, en un entorno pospandémico, por lo que aún se están devolviendo los préstamos, lo cual limita al acceso a la financiación”.

Su big idea surge de la realidad de que muchas empresas no reabrirán, pero, las que lo hagan, deben absorber el empleo. Esta iniciativa, además de que ya se ha puesto en marcha, tiene nombre y apellidos: RENA100DO. “Cien empresas españolas del middle-market ayudan a crecer a cien empresas valencianas afectadas por la dana”, explica sobre el proyecto. A esta propuesta se ha unido DNA Valencia, cuyo planteamiento recuperatorio atraviesa tres fases: “Lo primero es evaluar que necesitan las empresas: la inyección de liquidez a través de préstamos participativos; lo segundo es brindar un apoyo estratégico de conexión de empresas para que renazcan; y, por último, con el dinero devuelto por las empresas tras la primera inyección, crear una fundación que lo reinvierta en proyectos sociales en la zona”.

En su intervención, Fernando Molinuevo desarrolla una proposición esencial para reconducir al tejido emprendedor de la Comunitat y esta parte de una afirmación: “la empresa valenciana es ese freelance que sabe mucho, pero que no lleva traje”. El socio y director de la empresa digital MESBook propone “crear un centro de recursos digitales que permita a las empresas tener ese traje”. Según considera, “para ello, se debe hablar con la gente para reconocer las necesidades de losn negocios y, entonces, reunir a expertos que analicen cómo hacerlo”. Después de esa labor compilatoria, llega la segunda fase: “Introducir toda la documentacion en un agente IA para que conslute a las pequeñas empresas y, de ese modo, on recursos limitados de muy expertos, dar un conocimiento accesible a cualquiera y pueda saber cómo hacer las cosas”.

«Eventos como el de Valencia destacan la importancia de enfocarnos en lo importante como sociedad y de garantizar ecosistemas bien engrasados y colaborativos», indica en la apertura de su intervención Fernando Saludes, consejero delegado Industrias Saludes y presidente la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT). Teniendo en cuenta ambos elementos, hace pública su big idea: “Aprovechar la situación para entender la reconstrucción como un salto cualitativo y cuantitativo hacia adelante”. Valencia tiene la opotundad de acompañar a empresas para que se reenganchen a la actividad y ello se debe hacer en términos de innovación y tecnología. “Las empresas no solo deben apoyarse en programas autonómicos y nacionales, sino también en las infraestructuras estratégicas de ciencia y tecnología”.

“El secreto mejor guardado de por qué el transporte aéreo es el entorno más seguro es la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), institución que, cuando se produce un accidente, frenta todo, hace un examen, levanta un informe, determina las causas y emite nuevas medidas que ejecutar sin excepción”. Con esta contundente declaración Javier G. Recuenco, fundador y CSO de Singular Solving y colaborador de Atlas Tecnológico, que es la semilla de la que florece su gran idea. “Propongo la constitución de una entidad similar a la IATA que, con expertos en la gestión de problemática compleja y víctimas, emane un sensemaking real para entender qué ha pasado y que concrete líneas maestras de actuación en cada parte del proceso”, expone el experto en resolución de problemáticas complejas. Tangencialmente, el nivel de acción sobre esa identidad revelará si realmente hay interés en resolver el problema o solo en aparentar preocupación.

SPB ha sido una de las empresas afectadas por la dana, tanto material como humanamente, debido a la pérdida de su presidente y fundador, Miguel Burdeos, una institución en el mundo empresarial valenciano y referente del sector químico a nivel nacional. Por eso, la big idea de Eva Giner, ejecutiva senior de la compañía, cobra especial relevancia en el New In_. “Tenemos que hacer que el voluntariado no se acabe y trabajar en su visibilización, tanto desde la industria, como desde cualquier otro ámbito”, expresa impetuosa Giner.

Anima al acercamiento de la oferta voluntaria a la demanda y considera que se debe comenzar por la educación: “Se podrían crear días de puertas abiertas, que incluyan actividades, por parte de estas organizaciones para los niños, universitarios y estudiantes de formación profesional”. Asimismo, como forma de introducir la tecnología, sugiere “la creación de una plataforma para que muestren sus servicios y den visibilidad a lo que están haciendo en la ciudad”.

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