Cuatro propuestas tecnológicas en Atlas para combatir la subida de costes de energía, inflación, materias primas…
Es uno de los grandes desafíos tecnológicos del momento: asegurar la rentabilidad de las empresas en un contexto de incremento de costes generalizado, y por eso hemos acudido a cuatro expertos de primer nivel del ecosistema de Atlas Tecnológico: Diego Sáez de Eguílaz, de Mesbook; Pablo Coca, de CTIC Centro Tecnológico; Carolina Alarcón, de Panamar; y Alberto García, de GE Digital
Diego Sáez de Eguílaz, socio fundador y CSO de Mesbook y miembro del comité asesor de FOM: «En la situación actual, con márgenes bajos y decrecientes, poco recorrido para subir precios y un contexto de altísima competencia y globalización, maximizar el aprovechamiento de los recursos es una obligación. Además, la coyuntura no es nueva, aunque nunca tan grave: la Industria, sobre todo en los países desarrollados, lleva más de dos décadas siendo duramente golpeada, desde que se empezó a imponer la fabricación en Asia y a generalizar la deslocalización de las empresas, algo que se ve claramente reflejado en un decreciente PIB industrial. ¿Cómo seguir sobreviviendo entonces? Tomándonos en serio la importancia de la eficiencia en la gestión, no basta con que salga el producto por la puerta, maximizando en aprovechamiento de recursos y minimizando el desperdicio.
Hablamos de fabricar MÁS (mejorando la productividad), MEJOR (menos costes de no Calidad, reclamaciones/no conformidades y mayor trazabilidad) y MÁS BARATO (reducción de costes directos, mano de obra y desviaciones de materia prima). Para lograrlo, es necesario contar con información objetiva para la toma de decisiones, saber qué proyectos concretos tenemos que poner en marcha, el PAY BACK inferior a un año año es una obligación…, y hacerlo de la manera más automática posible: se requieren herramientas tecnológicas.
La tecnología es condición necesaria, pero insuficiente, ya hay demasiados fracasos en proyectos de Industria 4.0 por planteamientos sólo tecnológicos. Como paso previo, se requiere gestionar el legado de las Industria 3.0 (o en algunos casos 2.0 y hasta 1.0), es la cruda realidad, y la realidad es muy tozuda.
Ese legado está formado por 5 componentes: Personas, Máquinas, Sistemas, Procesos de Gestión y Cultura de Empresa, cualquier proyecto que no tenga bien presente cómo gestionarlos fracasará. Y el primero, Personas, es el más complejo de todos, y la solución no es tecnológica, se requiere cuidar las expectativas, algo que se ha hecho fatal en los últimos años; transparencia con la organización y hechos, es decir, resultados; y actuar rápido, los denominados Quick Wins (quitar papel, actualizar estándares de producción/productividad, alertas y mensajería en el control de Calidad… poco más), todo ello dentro del contexto de Dirección de Proyectos Industriales y contra un Plan de Negocio concreto, nada nuevo la verdad pero que brilla por su ausencia.
Ejecutar todo esto hará que podamos seguir construyendo sobre datos fiables, incorporar funcionalidades y análisis de mayor complejidad, desde el Controlling de Costes en tiempo real hasta Secuenciación de la Producción, pasando por el LEAN 4.0, ya que los proyectos de mejora son la única vía para conseguir ahorros estables en el tiempo, y alcanzar cuotas de eficiencia que hagan que los costes totales de toda la cadena de valor puedan competir con los países menos desarrollados. Hablamos del proyecto más estratégico a acometer en el sector industrial. Aprovechemos la oportunidad que nos van a brindar los fondos europeos para implantar herramientas útiles, cuya razón de ser se justifique por sí misma, y saldremos reforzados y siendo mucho más competitivos, pero esto, queridos amigos, HAY QUE HACERLO. No basta con buenas intenciones, se sangra para conseguirlo».
Alberto García, director comercial en GE Digital: «La corriente inflacionista a la que nos enfrentamos pone si cabe más en relieve la necesidad de ser competitivos en todos los ámbitos que estén al alcance de nuestra mano. Por ejemplo, no podemos actuar sobre el precio de la energía, pero sí podemos optimizar su consumo o auto-producir parte de ella; no podemos actuar obre los precios de las materias primas, pero sí podemos optimizar la utilización que hacemos de ellas.
Como durante las últimas décadas, la tecnología ha sido la piedra angular del mundo deflacionista pre-covid en el que vivíamos y debemos seguir utilizándola más que nunca. Pero más que tecnologías en sí, hablaría de proyectos con base tecnológica con este enfoque, ya que la tecnología siempre será un mero habilitador para conseguirlos. Dicho esto, creo fundamental seguir incidiendo en proyectos basados en cloud, big data, robótica y IoT que sigan optimizando nuestros proceso, reduciendo los costes de mantenimiento, etc.. y así poder seguir reduciendo los costes de los productos y servicios que ofrecemos y mejorando su calidad desde un punto de vista amplio».
Pablo Coca, director de negocio y operaciones de CTIC Centro Tecnológico: «En este escenario (inflación, roturas de stock en ciertas materias primas), desde nuestra perspectiva de centro tecnológico especializado en inteligencia artificial y tecnologías con impacto en la cadena de valor del dato, constatamos la creciente demanda por parte de las empresas con las que trabajamos de contar con herramientas de apoyo a la toma de decisiones en los aspectos relativos a materias primas, aprovisionamientos y logística (frente a demandas en años anteriores focalizadas principalmente en optimización de los procesos productivos y servicios prestados).
Las tecnologías que ponemos en juego en estos proyectos demandados por nuestros clientes son principalmente (1) machine learning para la predicción de la demanda, como herramienta de apoyo a la toma de decisiones sobre cuando y cómo hacer el aprovisionamiento de materias primas, con impactos muy relevantes en los costes finales de producción; (2) Inteligencia Artificial explicable, aportando transparencia a cómo el algoritmo hace su trabajo y en consecuencia comprender bajo qué premisas un algoritmo nos facilita un resultado (de nuevo, facilitando la toma de decision); y (3) simulaciones, también basadas en inteligencia artificial, para la optimización de los procesos logísticos.
Paralelamente al trabajo con estas técnicas que dan respuesta a necesidades actuales de nuestros clientes, también contamos con una línea de investigación en computación cuántica a través de la que estamos estudiando primeros casos de aplicación y pruebas de concepto en la resolución de problemas de optimización y de identificación de patrones. Ya existen primeras experiencias de aplicación de la computación cuántica en el ámbito financiero y nuestra investigación está dirigida a su aplicación en el ámbito industrial y energético, dando solución a necesidades como las planteadas anteriormente (predicción de demanda, optimización de procesos), pero en escenarios de alta complejidad en los que las técnicas actuales de inteligencia artificial, basadas en la computación actual (clásica), no son viables y se hace necesario aplicar este nuevo paradigma de computación para obtener resultados.
A modo de ejemplo, la computación cuántica nos permite determinar con gran precisión el punto óptimo matemático del balance producción/consumo energético por parte de una empresa que cuenta con capacidades de generación de energía de origen renovable (paneles fotovoltaicos, por ejemplo) y que está integrada en una smart grid en la que hay productores y consumidores con perfil de demanda y generación diverso (distintos perfiles de consumo — residencial, comercio, transporte, industria) y cambiante en el tiempo (usuarios que entran y salen del sistema)».
Carolina Alarcón, departamento de industria 4.0 en Panamar: «Es innegable que en un mercado ya de por sí muy competitivo ahora sumamos una situación de incertidumbre y subida de costes que nos genera un entorno más complejo, por lo que necesitamos mejorar continuamente la eficiencia de nuestros modelos productivos, optimizando los procesos y reduciendo sus costes. Desde mi punto de vista la base de cualquier mejora requiere de:
-un buen análisis de lo que estamos haciendo, para ello la información debe ser rápida y veraz
–establecer planes de acción eficientes, con un esfuerzo mínimo de recursos para conseguir los objetivos marcados.
Para todo ello la tecnología no es una opción, es una necesidad, tenemos a nuestra disposición desde sistemas de monitorización y gestión de alertas a herramientas de visión artificial, automatización de procesos cada vez más complejos, modelos predictivos, y un largo etcétera de tecnologías que siendo cada vez más accesibles nos permiten analizar mejor nuestros resultados, anticiparnos a incidencias, reducir tiempos y mermas del proceso e implementar mejoras en la calidad del producto.
Creo sinceramente que es muy difícil mantener una ventaja competitiva que nos permita continuar en el mercado de gran consumo sin poner el foco en la mejora continua de nuestros modelos a través del trabajo conjunto de las áreas de Operaciones y TI, es clave la integración del conocimiento de ambas partes para permitir a las compañías evolucionar».