
Atlas Industrial Trends H1/2025: crece la plantilla no humana, se busca robots humanoides y agentes de IA

Expertos del mundo de la empresa y la investigación han contribuido a recopilar los principales desafíos tecnológicos, económicos e institucionales a los que nos enfrentamos. La nueva entrega del Atlas Industrial Trends se gestó en la imponente Biblioteca de la sede de Foment del Treball en Barcelona en el marco del reciente Collaborate Productivity². Una hoja de ruta para actuar en favor de la productividad.
1.Hay un problema de desconocimiento de la realidad de las fábricas y también incluso de procrastinación para no acometer los cambios, básicamente porque está muy liado ahí abajo. No vamos a ser capaces de conseguir los objetivos si no reconocemos a las personas y máquinas existentes y si no asumimos que es una inversión importante. Hay que ser conscientes como sociedad de lo que implica la tecnología, sólo hay que ver las subvenciones a la digitalización para comprobar que no es así, apenas llegan para hacer un banner en una página web. Hay que aplicar una hoja de ruta, establecer los pasos a seguir para hacerlo de manera que la gente lo interiorice. Está todo relacionado con la idea de proyecto pequeño, problema pequeño, generar masa crítica para empezar a aplicar tecnologías de vanguardia. Hay que gestionar las expectativas.
2.Por qué unas empresas consiguen llegar a un nivel tecnológico de excelencia. Hay muchas que están muy alto, aspiremos a llegar ahí. Tenemos muchísimas oportunidades de mejora, sobre todo porque en una fábrica vale cuando se está en planta.
3.Hay que culturizar al liderazgo, al management, con la idea de que la robótica móvil está aquí. Ya son muchas las empresas que están demandando humanoides para sus fábricas. Eso se debe a que están pensadas para las personas y, cuando se decide automatizarlas, tiene más sentido meter a un robot cuya forma le permita hacer cosas similares a las de un operario. La industria está diseñada para que se muevan personas, capaces de hacer cosas muy limitadas, por ejemplo, recoger una botella si se cae de la cadena o pasar entre contenedores en una planta de automoción para coger piezas.
Cuando estén disponibles y valgan menos de 50.000, muchas empresas comprarán robots humanoides. Los expertos acostumbrados a analizar la robotización desde dentro de la fábrica buscan que el retorno de inversión no supere un año e incluso seis meses, si es posible. Un robot de 50.000 o 25.000 euros cubriendo cinco turnos reduce a cinco operarios, de forma que el retorno es muy superior al 100%. El robot de propósito general podría adelantarse a 2028, porque la clave es la demanda y las grandes compañías con capacidad de inversión no pueden ser ajenas a ello. China desplegará robots humanoides en masa en 2025.
4.El coste de un trabajador en una planta industrial de una gran corporación ronda los 60.000 euros, del coste final del producto, algo más del 50% corresponde a costes laborales, la robótica es una vía a analizar para ser más competitivo y más productivo. Si se introducen robots colaborativos, humanoides, el perro robot Spot, inteligencia artificial, el tipo de personas que se necesitarán en la fábrica será totalmente diferente. Deberán tener una mente distina, formación, deberán estar superalineadas con el modelo. El trabajo futuro es híbrido, es la combinación de la máquina con la persona. El compañero de trabajo es un agente de IA o un robot humanoide y esto, más que un cambio cultural, es un cambio de pensamiento. Ya no es una tendencia, está aquí. La gente que sabe aprovechar las herramientas de IA es más productiva.
5.La evolución de la tecnología es exponencial, la velocidad de adopción está generando cada vez más distancia, en primer lugar, entre las personas, que son las que comienzan a utilizarla, y a continuación entre las organizaciones. La brecha es enorme para las que van más lentas. Entre los que empiezan y los que se esperan, se está generando un abismo y es cada vez mayor. En la vida real, una tendencia que debería existir tiene que ver con la capacitación, la formación, la expansión de toda la gente implicada en una organización. La cultura de adopción lleva tiempo y las empresas casi siempre viven en el corto plazo y les cuesta trabajo reaccionar. Hay que abordarlo desde un punto de vista de fábrica con people.
6.¿Cuál es la ventaja de ser persona? Las empresas cada vez más están buscando lo que se llama interacción aumentada, que se basa en la experiencia previa para que el humano indique a los robots dónde deben actuar. Eso es más fácil que imponerle a la empresa un sistema automático e implica todo lo relacionado con el lenguaje natural. Se están presentando proyectos de investigación sobre esto último, muchas empresas quieren introducirlo ya para documentación y para que la gente hable con la máquina.
7.Las grandes empresas están hablando de la era postcuántica. En algunos sectores se está trabajando en pruebas de concepto y en el desarrollo de arquitecturas para estar protegido cuando estén listos los ordenadores cuánticos.
8.Las pruebas de concepto con agentes de inteligencia artificial (IA) ya se vienen realizando desde hace casi dos años y algunas industrias llevan trabajando en una estrategia para desarrollar plataformas propias de agentes de IA. Serán los cerebros de los robots humanoides. Necesitamos personas que lideren ese cambio. Hay empresas que optan por esperar a que un caso de uso esté implementado en otras compañías. Están más cerca de la parte mala del abismo porque este es un camino exponencial sin fin.
9.Ha vuelto la época del capex, de las inversiones de capital, y eso está muy alineado con la dialéctica del cloud frente al edge. El primero permite pruebas de concepto e iniciar muy rápido, pero a largo plazo es la diferencia entre comprar y alquilar, cuando se escala empiezan a cambiar las cosas.
10.La desindustrialización está ligada a los obstáculos que plantea la regulación.

11.¿Cómo sería mi negocio AI First? Si lo empezara ahora, si lo diseñara, ¿cómo sería? ¿La unidad de transformación es la empresa o es el sistema? Hay que tener una idea de cuál es el destino final, para saber dónde no vale la pena invertir. Hay que integrar todas las ganancias de eficiencia que proporciona la tecnología, pero hay que tener un diseño final. Las fábricas de coches de Tesla no son una SEAT mejorada o una Volkswagen mejorada, son diferentes desde su propia concepción. Si se cuenta con esa visión, es posible que no se disponga del dinero para invertir ahora, pero la empresa es consciente de cuáles de sus decisiones le van a permitir seguir el camino. Es más fácil cambiar algo estirando desde la ilusión que empujando desde la obligación.
12. Normalmente, los activos de una planta industrial se monitorizan con sensores, que van a una electrónica dotada de algoritmos que informan al operario de cómo está la máquina y generan un reporte. Hay modelos que no necesitan sensores para generar un gemelo digital de los activos y con la información de escala y de proceso, saber el estado de la máquina. Esos modelos no necesitan ningún feedback de la máquina, tienen estandarizados los gemelos digitales y los customizan para el activo en concreto. Es un ejemplo de aplicación de inteligencia artificial basada en lo que antiguamente eran datos específicos de mantenimiento predictivo de una máquina. Todos los datos disponibles se pueden explorar, los procedentes de sensores y de no sensores, datos de procesos, de la escala, todo se pone en una base de datos gigante, multidimensional, y la inteligencia artificial es capaz de extraer conclusiones. La inteligencia aporta un nivel de análisis superior al que hasta ahora podíamos imaginar. ¿Quién formula las preguntas? Es la clave ahora.
13. Los datos federados son los grandes ausentes en industria. En sanidad se usan desde hace ya bastante tiempo, aunque todavía presentan dificultades de aplicación por los problemas de acceso e interoperabilidad en ese ámbito. El concepto lleva implícito un compromiso por la rapidez de implantación por parte de la dirección. Con esos datos federados se puede entrenar modelos de inteligencia artificial y demostrar su eficacia al equipo de una organización, para avanzar a todos los niveles. Hay áreas absolutamente contrarias a todo tipo de digitalización y hay que convencerles de las ventajas de disponer de esa cantidad de datos federados en industria. Asociado a este concepto está el de la seguridad, muchas organizaciones son reacias a compartir sus datos si no se consideran completamente protegidos.
14. Aplicar la inteligencia artificial en procesos de innovación implica incorporar a científicos de datos en el área de I+D, porque el valor hoy se crea cuando se reorganizan los recursos, pero debe hacerse de forma constructiva. Si el personal que ya estaba presente en el departamento se siente amenazado por un algoritmo capaz de idear cosas que ellos no son capaces de ver, se puede generar frustración. Pero si no se actúa la empresa avanzará más lentamente que la competencia. Hay un riesgo derivado de los trolls de seguridad, que son amistosos, pero obstaculizan el desarrollo.
15. Hay que proponer soluciones tecnológicas desde la experiencia, habiendo vivido en el suelo, en el barro, hay que encontrar esa solución híbrida, unir a los que saben mucho de tecnología, de operaciones, de procesos. Algunas empresas pasan a los técnicos de programación primero por el departamento de atención al cliente. El CTO tiene que entender el proceso para poder aplicarlo.
16. Vamos hacia un escenario último de robot que construye el robot. Estamos en una fase intermedia de máquinas hechas para humanos que operan robots, pero pronto habrá herramientas para robots. Al priorizar dónde vale la pena invertir ahora y donde no, conviene tener este tipo de escenarios en mente.
17. Es fundamental reunir a todo el equipo de la fábrica para que hable el lenguaje de los expertos digitales. Desde el software base se ha llegado a los gemelos digitales, pero demandan una hoja de ruta con hitos pequeños que se puedan poner en marcha, de modo que la gente implicada crea en la tecnología y en su aplicación.