Hacia la consolidación del capital riesgo y las burbujas masivas

¿Cuál será la próxima inversión del capital riesgo? Difícil encontrar un título más sugerente para un debate en la que participa la CEO de Techstars, la mayor aceleradora del mundo, Maëlle Gavet. “Dónde se generará valor”, se pregunta, y no le resulta fácil responder, lo cual le lleva precisamente a formular una potente predicción: “se avecina una gran consolidación en el venture capital, el sector va a cambiar mucho”.

Las operaciones “van a caer dramáticamente, nuestras estimaciones se sitúan en un 30% en todos los ámbitos y en un 50% en las fases más avanzadas”, afirma. “Hay un punto brillante en el mundo presemilla de los business angels, donde las valoraciones fueron hacia arriba el año pasado, pero en general hay un gran debate acerca de si es el momento de pasar a la acción o esperar a ver qué pasa”.

Le acompaña Edith Yeung, general partner de Race Capital. “En 2021 se levantaron 290.000 millones de dólares en el sector del capital riesgo, el dinero está ahí, pero hay mucho movimiento paralizado por la caída del mercado financiero. 2022 no es definitivamente un año para salidas a Bolsa, pero sí para M&A. Y pienso que en 2023 continuará la tendencia”.

Josh Wolfe, cofundador y managing partner de Lux Capital, cree que mucho de ese dinero “no va a ir a compañías nuevas, sino que irá a reservas de la cartera existente porque el venture capital no quiere perder posiciones”. A corto y medio plazo predice una “tendencia a las burbujas de forma masiva”, un entorno complicado en el que “Los balances fuertes vencerán a las mesas de capitalización débiles”.

Lux Capital se centra en compañías de biotech, defensa o aeroespacial “que tienen miles de millones en el balance, enormes cantidades de cash, y lo que van a hacer es consolidarse en sus sectores”. Su estrategia es “protegerlas de las burbujas, dales 2,5 años de liquidez, de forma que sean relativamente inmunes a la volatilidad y a las vicisitudes del mercado, que no se tengan que preocupar de Putin y Ucrania, de China y Taiwán, y de las locuras de Donald Trump, y dejarlos construir”.

Para Wolfe, “el hype hoy está probablemente en la inteligencia artificial generativa (generative AI), porque “democratiza la creatividad, puedo dibujar, puedo crear gráficos vectoriales sólo poniendo un texto descriptivo”, hasta “vídeos dinámicos”. En cuanto a sectores potencialmente sobreexpuestos, “hay gente invirtiendo demasiado en 5G, hay mucho hype en IA y cualquier cosa en computación cuántica, porque la gente no invierte en lo que no entiende”.

Maëlle Gavet recuerda que Techstars es “el mayor inversor en fase presemilla del mundo, y lo hacemos a lo largo de 60 países en cualquier ámbito relacionado con la tecnología”. Desde la perspectiva geográfica, “donde permanecemos más expuestos es en EEUU; vemos aparecer en el mapa muy fuertemente a África, países como Nigeria, Kenia, grandes zonas de Sudáfrica; y en Oriente Próximo vemos a Egipto, EA y Arabia Saudita que están empezando a hacer cosas interesantes y vamos a mirarles, más allá de los sospechosos habituales en Europa”.

En cuanto a los sectores, “estamos especialmente entusiasmados con foodtech y agrotech: cuando piensas en la combinación de la disrupción en la cadena de suministro creada por el Covid y la guerra de Ucrania, unida a los desafíos en sostenibilidad y cambio climático, Occidente se ha empezado a dar cuenta de que la seguridad alimentaria no está asegurada y eso ha cambiado dramáticamente el interés del capital en foodtech y agrotech. Web3 definitivamente, blockchain absolutamente y en crypto no lo vemos claro. Y junto a ello hay una gran cantidad de aplicaciones en healthtech y edtech, sobre todo si pensamos en los países en vías de desarrollo. Es increíble, mercados masivos, innovaciones realmente interesantes y adaptación innovativa a lo que ha sido desarrollado en Norteamérica y Europa”.