
Citas Collaborate Murcia: Takasago, esencia japonesa digital y sostenible

Takasago International Chemical se ha convertido en un ejemplo de cómo combinar tradición, innovación y sostenibilidad en el corazón de la industria química europea. Con más de un siglo de historia, la planta murciana se especializa en la aplicación de ingredientes para fragancias y sabores. La convivencia entre tradición y última tecnología es una constante en el ADN de la compañía. “Somos mundos muy diferentes”, explica Fernando Manuel Martínez, Technical, EHS & IT Director de la planta, al comparar la industria japonesa con la europea. “En el mundo japonés nos podemos encontrar lo último en cuanto a tecnología mezclado con la tradición; es muy sorprendente”.
Takasago Murcia se posiciona como una de las plantas más punteras del grupo. “Está digitalizada des e el punto de vista de recopilación de datos, automatización de procesos de producción y administrativos”, comenta Martínez. El corazón tecnológico de la fábrica se articula en torno a dos grandes sistemas: un ERP donde se integran todos los departamentos y el DCS, un sistema de control de planta que gestiona desde los consumos energéticos hasta la información de los equipos de producción y servicios auxiliares. Ambos sistemas se comunican a través de un MES, permitiendo una gestión de datos integral y en tiempo real.
“No tenemos grandes capacidades en aplicaciones en robótica y drones, pero sí somos expertos en datos”, señala Fernando. Además, la ciberseguridad es una prioridad desde hace más de 15 años. La estrategia digital se decide en foros internos conocidos como “grupos de expertos”, como el Global IT, donde responsables de distintas plantas definen decisiones clave.
El compromiso con la sostenibilidad es otro de los pilares tácticos. “Ahora mismo tenemos un plan estratégico a 10 años muy focalizado en la sostenibilidad”, afirma Martínez. El objetivo es ambicioso: alcanzar la neutralidad en emisiones antes de 2030. Para ello, se han puesto en marcha acciones concretas, como la instalación de placas solares, que ya cubren entre el 12 y el 15% del consumo eléctrico, o la compra del 100% de la energía eléctrica de origen verde. Y una batería de acciones de eficiencia, que ha hecho posible la reducción del ratio de intensidad energética en torno al 40%.
Además, la planta avanza hacia la transición del gas a fuentes renovables y trabaja en proyectos de química verde, eficiencia de procesos y el uso de materiales no derivados del petróleo. Uno de los proyectos a futuro más destacados es la firma inminente de una cátedra con la Universidad Católica de Murcia, centrada en dar una segunda vida a los residuos industriales.
En materia de sostenibilidad y economía circular, Fernando Manuel Martínez tiene un mensaje claro: “las fábricas se tienen que subir al barco. Tienen que entrar con cierto sentido, no invertir como locos, pero dentro de las capacidades de cada empresa hay que empezar a tener en cuenta la sostenibilidad como piedra angular de los proyectos en el futuro”. Según su experiencia, integrar estas preocupaciones en los planes estratégicos es vital. “Hay que ser proactivos, que siempre es mejor que ser reactivo, tanto en digitalización como en temas de sostenibilidad”.
En la planta de Murcia, la innovación no se detiene. “Estamos viendo con producción la posibilidad de introducir llenadoras y sistemas de pesado automáticos que estamos desarrollando internamente, la utilización de RFID y arcos para identificar códigos de barras con visión artificial”, explica Martínez. Además, la empresa ya lleva años aplicando machine learning para la detección temprana de anomalías. El proceso de transformación también ha redefinido el papel de los trabajadores. “En 2010 éramos unos 100 trabajadores y vendíamos 19 millones de euros; ahora somos 100 trabajadores y vendemos 42 millones”. Este crecimiento sin aumento de plantilla refleja la transformación de los roles. “Las personas han pasado de ser nuestros Panoramix, nuestros druidas que hacían su mezcla de manera manual, a ser supervisores. Los perfiles del operario han pasado de mover válvulas a un perfil mu cho más controlador”, explica. “Si el operario está dedicado a controlar, mejorar, ser proactivo y predictivo, esto sí añade valor”.
Mirando al futuro del sector, Martínez destaca que Europa lidera en sostenibilidad. “Si te comparas con EEUU o Japón, vamos 10 años adelantados a ellos. Nosotros llevamos comprando energía verde desde 2018 y ellos se están planteando hacerlo ahora”.
Sin embargo, este liderazgo tiene su contraparte: la sobrerregulación. “Esto hace las cosas muchísimo más lentas y en muchas ocasiones, imposibles”, denuncia, y pone como ejemplo la complejidad administrativa para reclasificar residuos peligrosos como subproductos.
Otro reto es la dependencia energética de terceros países. “Cuanto más nos independicemos, mejor. Entre otros motivos, para estabilizar los precios de la energía”, insiste. Sostenibilidad e independencia energética van de la mano: “las empresas no podemos estar comprando energía verde, mientras, a nivel nacional, seguimos comprando grandes cantidades de gas a países terceros. O eres independiente energéticamente, o es toda una contradicción”.

Constanza Retamal y Pablo Oliete junto a Fernando Manuel Martínez, durante su visita a la planta de Takasago Murcia