Carlos Oehling (Fersa) marca el ritmo de la innovación para el Collaborate: «de días a horas»

Hay oportunidades en esta incertidumbre que está certificando el cambio de aires en la forma en la que el mundo afronta las grandes crisis, como si la economía diera la espalda a la realidad, el presidente de Fersa Group repasa en conversación con el analista Eugenio Mallol los retos en materia de innovación, el nuevo ecosistema del automóvil y los caminos para la reindustrialización
23 de febrero de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Carlos Oehling (Fersa) marca el ritmo de la innovación para el Collaborate: «de días a horas»

Eugenio Mallol.-En el Collaborate de Zaragoza, tres empresas (TLSI, MESbook y Celestia | TST) presentarán un proyecto de gestión de recursos en interiores surgido a raíz de su participación en Collaborates anteriores. Se va viendo el poder del ecosistema, cuando unes a la gente, empieza a tener ideas. Esa es la forma de trabajar nuestro tiempo.

Carlos Oehling.-Lo que intentamos en Fersa Group es actuar sobre la actitud de las personas. Para que el propio equipo sea, en primer lugar, curioso, inquieto a la hora de buscar qué es lo que hay fuera en su entorno. Siempre decimos que hay que pensar fuera de la caja. En segundo lugar, hay que tener espíritu crítico y someter a estrés lo que opinamos. Contar no solamente con nuestra competencia, sino con la de otros sectores que han encontrado soluciones a problemas parecidos a los nuestros. Y probar y estar dispuesto a fallar, a repetir, a aprender de nuestros fallos para aplicarlos a nuevas soluciones y, sobre todo, dentro de lo que es nuestra organización, a divulgar lo que se ha puesto en práctica en el mercado y responsabilizarse de todo el resultado de aquello que hemos intentado lanzar.

Eugenio Mallol.-Hace un par de años tuvimos una conversación verdaderamente inspiradora. En ella hablabas de las épocas de incertidumbre, como épocas de oportunidades. Parece que la incertidumbre se está alargando más de lo que quizás esperábamos, y la pregunta que surge es qué oportunidades has visto surgir en este tiempo, qué posibilidades crees que se han abierto.

Carlos Oehling.-Los cambios son buenos porque generan oportunidades. En tiempos de incertidumbre, generalmente todo el mundo baja la velocidad, como cuando llueve en la carretera. Es el momento de reposicionarte, es el terreno de juego donde nos sentimos relativamente confortables y vemos oportunidades para adelantarnos a la competencia, desarrollar nuevos productos y nuevos mercados. En esos contextos de incertidumbre, es donde compañías pequeñas como la nuestra, comparativamente con lo que son nuestros gigantes competidores, tenemos que ser flexibles, rápidos, abiertos de mente.

Eugenio Mallol.-No me negarás que esta época está siendo un poco peculiar, casi se diría que la economía se ha acostumbrado a vivir en la incertidumbre. Están sucediendo cosas que en otra época habrían colapsado la economía y habrían disparado el precio del petróleo. No hemos entrado en recesión pese a la inflación, pese a la guerra en Ucrania y Próximo Oriente. Parece que los asumimos como la nueva normalidad.

Carlos Oehling.-En estos momentos de incertidumbre, de convulsión, la economía puede seguir creciendo, en particular, la economía española, por varios motivos. Primero, porque todavía hay un ahorro acumulado, consecuencia de aquellos periodos que tuvimos de COVID y postCOVID. El consumo sigue teniendo cierto grado de fortaleza, España goza de una industria turística y hemos visto cómo 2023 ha sido un año récord en las exportaciones en España. Puede haber países como Alemania que estén sufriendo porque se han visto limitados en su capacidad de exportar al Este de Europa y a China, pero España sigue teniendo fuerza en las exportaciones. Eso ha hecho que tengamos una especie de pequeña burbuja, nuestro crecimiento ha sido superior al promedio europeo, pero a nivel de desempleo mantenemos nuestras tasas habituales preocupantes. El problema es cuánto tiempo va a durar esta situación que nos permite estar en posición de ventaja. Todo depende de cómo se recuperen los países a los que exportamos y hasta qué punto ese contagio tarda más o menos en llegar y si es posible que se solape una recuperación de esos países.

«Es muy importante trabajar de manera colaborativa, de lo mecánico se está pasando a lo mecatrónico, muchas tecnologías confluyen, la electrónica, el software con algoritmos, la mecánica tradicional, lo que hay que hacer es colaborar entre compañías con distintas capacidades para encontrar soluciones»

Eugenio Mallol.-En el caso del sector del automóvil, se encuentra en un auténtico cruce de caminos. Es todo un desafío tomar iniciativas de innovación en estos momentos en los que todavía no están clara cuáles serán las tecnologías dominantes.

Carlos Oehling.-El sector automóvil es uno de los sectores de la industria más convulsos en estos últimos tiempos. Tiene que hacer una adaptación tecnológica, hacia otro tipo de sistemas de motorización. La campaña de políticas verdes ha forzado a la industria a frenar el paso en algo que todavía no estaba maduro y ha creado mucha incertidumbre todavía. No sabemos si el futuro va a ser baterías de litio, hidrógeno, si el hidrógeno se va a almacenar como tal o se va a utilizar el amoniaco como un elemento intermedio y para toda la parte de logística,o se sabe si va a haber al final una solución más enfocada a los híbridos… se ha creado mucha confusión y la necesidad de tener que invertir mucho en I+D sin saber qué rentabilidad se le va a sacar. También ha provocado la amortización acelerada de unas tecnologías de combustión interna que existían y eso al final lo que hace es destruir valor.

Son tiempos de mucha incertidumbre que pueden ser negativos para aquel que no sea capaz de adaptarse y muy positivos para que él pueda aprovecharlo. Es muy importante trabajar de manera colaborativa, de lo mecánico se está pasando a lo mecatrónico, muchas tecnologías confluyen, la electrónica, el software con algoritmos, la mecánica tradicional, lo que hay que hacer es colaborar entre compañías con distintas capacidades para encontrar soluciones.

Eugenio Mallol.-Cómo es hoy la relación entre los OEM y los proveedores Tier 1, 2 y 3. Cómo está afectando esto al ecosistema del automóvil.

Carlos Oehling.-Hay que hacer tal esfuerzo de inversión para esas nuevas soluciones, que compañías de un solo  tipo de componente, siendo que vamos hacia los ecosistemas, no podrían competir. ¿Qué hacemos? Colaborar para encontrar soluciones comunes, colaborar el que fabrica el rodamiento, con el que fabrica el buge de ruedas, con el que fabrica el disco de freno y las pinzas, y encontrar una solución común que dé servicio a esa nueva tecnología. Sí que es verdad que han parecido actores nuevos en el sector que antes no existían, muchos de ellos provienen del mundo de la electrónica y del software, y están cambiando el mapa del ecosistema.

«Hemos pasado de facilitar el movimiento a gestionar el movimiento, donde el rodamiento pasa a ser parte de un sistema nervioso mecatrónico. Esto es muy ambicioso para una empresa de nuestro tamaño y lo hemos conseguido hasta ahora precisamente por la actitud de nuestro equipo»

Eugenio Mallol.-La creación de Fersalab lanzó un mensaje contundente de apuesta por la I+D+I. Háblame de cuál es la estrategia que hay detrás de ese movimiento.

Carlos Oehling.-Llevamos diseñando y fabricando rodamientos en Fersa desde los años 40. Con el tiempo, es un producto que ha ido commoditizándose, estandarizándose, y nosotros hemos intentado siempre, y sobre todo esta última época de Fersa, descommoditizar el producto y pasar de un producto estándar a un producto que ofrezca soluciones, y de ahí a un producto que forme parte de un sistema mecatrónico. Por lo general, hemos ido añadiendo atributos al rodamiento. Hemos pasado de facilitar el movimiento a gestionar el movimiento, donde el rodamiento pasa a ser parte de un sistema nervioso mecatrónico. Esto es muy ambicioso para una empresa de nuestro tamaño y lo hemos conseguido hasta ahora precisamente por la actitud de nuestro equipo. Buscamos un equipo que sea ambicioso, que se marque sueños, curioso, atrevido, que sea perseverante en el experimento, dispuesto a fracasar en ese intento y con la actitud y la fuerza para seguir intentándolo. Queremos que el equipo de personas que forman Fersa sea un equipo con el talento por encima promedio, de distintas disciplinas, de ingeniería mecánica, pero también de la parte de software, gente del mundo de la matemática, o la física, para intentar que como compañía tengamos el mejor equipo que permita seguir creciendo.

Fersa ya tiene cuatro centros de I+D en el mundo: España, Austria, China e India. Son centros de mucha competencia en cada uno de ellos, pero hemos procurado con Fersalab crear un símbolo de lo que queremos ser, pretende ser ese centro inspiracional para que la innovación en Fersa esté en todo lo que hacemos, ya no solamente en el diseño de producto y cómo lo vamos a fabricar, sino también en nuestros procesos administrativos y de marketing, en la forma de comunicarnos con el cliente. Queremos que la innovación sea algo que permee en la organización y en todo lo que estamos haciendo.

Eugenio Mallol.-Se habla mucho de reindustrialización. Qué necesitamos para reindustrializar España.

Carlos Oehling.-Dentro de un proceso de desindustrialización como el que ha vivido Europa en estas últimas décadas, tenemos la oportunidad de oro de volver a traer industria aquí, basada en dos elementos fundamentales: en primer lugar, las tensiones y la incertidumbre geopolítica a nivel internacional que no sabemos todavía cómo vamos a configurar las relaciones comerciales entre los distintos países o los distintos polos. Y, por otro lado, la conciencia que tenemos de reducir la huella de carbono, todo el movimiento de materiales, transporte y la logística va a tener un efecto importante a la hora de su cálculo. Es la gran oportunidad de reindustrialización. Soy escéptico en cuanto a si lo vamos a conseguir de una manera agregada en Europa porque nos falta liderazgo a la hora de tomar decisiones para aprovechar esta oportunidad. Nos comparamos con países como China, donde realmente el Gobierno tiene un impacto sobre sobre las actuaciones de las empresas, las apoya, las mima, les ayuda a crecer. Esto en Europa no lo vemos. Sin ir más lejos, hemos visto cómo se han gestionado los fondos NextGeneration y los Pertes, lo lento que ha ido de ese proceso de ayudar a la financiación para dotar a las empresas de futuro en esa regeneración que hablamos industrial.

Si vamos ya a la gestión de talento, si nos fijamos en las ayudas a los emprendedores, en las ayudas para aumentar la productividad y la competitividad de las empresas europeas, es muy escaso. Al final como empresas individuales tenemos que centrarnos en nuestra supervivencia, aprovechar esas oportunidades y tomar alternativas por nuestra cuenta. Tenemos que apostar por mejoras en la productividad, en Europa tenemos que ser más productivos. Las normativas y las políticas en general que se dictan en Europa van muy en contra de la productividad. Busquemos la manera de recuperar esa productividad que pierde desde el punto de vista legislativo. Por ejemplo, sin ir más lejos, puedes bajar la semana laboral de 40 horas, y tenemos que compensarlo las empresas siendo más productivos, pero ahí nadie nos va a ayudar, tenemos que hacerlo de manera individual. También debemos introducir mejoras en el valor de nuestro producto. La I+D es fundamental, y en España, desgraciadamente sigue siendo baja respecto al PIB. En los años 70, España y Corea del Sur estábamos muy igualados, en ambos dedicábamos un 0,3% de nuestro PIB, a I+D. En 2020, España dedicaba el 1,4% y Corea había pasado al 4,8%. Las empresas tendremos que invertir mucho más en I+D para ofrecer al mercado productos de mucho más valor que permitan ya no ser más competitivos, sino compensar nuestros mayores costes de fabricación y de creación de servicios en Europa frente a otros, a través de un producto por el que el mercado está dispuesto a pagar más.

«La IA generativa va a ayudar también seguramente en la parte de simulación, para gestionar mucho mejor la  observación, hacer gemelos digitales, ya no solamente en los procesos productivos, sino también en el diseño del producto»

Eugenio Mallol.-Entre los que tienen que tomar decisiones en las empresas, estamos viviendo también un momento de convulsión por la cantidad por las que hay que decidir cuándo y cómo apostar. Por ejemplo, la inteligencia artificial generativa. Cómo la estáis utilizando en Fersa.

Carlos Oehling.-La IA generativa es una realidad, va a propiciar una revolución incluso mayor que la que creó Internet cuando tratamos de adoptarlo a principios del año 2000. Tenemos que utilizarla, sobre todo, en todo lo que son nuestros procesos de negocio, en todo lo que es gestión de la información. La compañía genera mucha información que, bien utilizada, nos puede llevar a tomar mejores decisiones y más rápidas y con menos coste de gestión. La IA generativa va a ayudar también seguramente en la parte de simulación, para gestionar mucho mejor la  observación, hacer gemelos digitales, ya no solamente en los procesos productivos, sino también en el diseño del producto.

Eugenio Mallol.-Una última cuestión relacionada con el lema del Collaborate, que es la velocidad. No solo hay que innovar, sino hacerlo rápido.

Carlos Oehling.-Yo sí noto una diferencia en la velocidad de los procesos de negocio y la toma de decisiones, la implementación y la ejecución entre China y Europa. Aquí vamos a una velocidad muchísimo más baja que ellos y, al final, cuando tengo que desarrollar productos, nosotros lo vemos: desarrollamos nuevo producto mucho más rápido en China, que en España, e incluso que en Austria. Y es por varias razones: la primera, porque contamos alrededor de nosotros en China con un tejido industrial mucho más tupido que el que tenemos Europa, mucho más jugadores. nos pueden ofrecer soluciones de todo tipo, desde materiales a software. Cuando iniciamos un proyecto y hacemos el cronograma, allí lo contamos en días, en Europa solemos contarlo en semanas. Y tenemos que bajar, tendríamos que empezar a pensar que los proyectos habrá que trazarlos en horas, porque la competencia asiática es muy agresiva y todos tenemos que cambiar algunas maneras de entender la vida si queremos mantener una posición competitiva.

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