El ascenso de Premo hasta posicionarse en el 70% de los proyectos de coche eléctrico del mundo

Grupo Premo ha cumplido en 2022 los 60 años de historia. Su primera etapa discurre “en la España en blanco y negro, hacíamos televisores para la empresa Lavis”, explica su CEO y colaborador de Atlas Tecnológico, Ezequiel Navarro. En ese ambiente de “cierta autarquía”, de un televisor se hacía en España “casi todo menos el tubo de rayos catódicos, que venía de Philips”. De ahí el nombre de Premo, que surge del acortamiento de “premontaje electrónico”.

Una curiosidad de aquella época es que la empresa de carpintería que hacía los muebles de madera para los televisores Lavis también sigue existiendo hoy, pero ha evolucionado hacia la fabricación de racks para data centers. No es la única. “En esa Barcelona de los años 60-70 muchas compañías fueron transformándose para entrar en otros sectores, como el automóvil”.

Dentro de ese proceso de cambio, Premo ha mantenido el foco en el electromagnetismo y en la innovación. Desde el punto de vista de producto, ha pasado por tres olas: la electrónica de consumo; la ola de equipos para telecomunicaciones en cada una de sus etapas, desde la analógica a la digital, la óptica y las inalámbricas; y la ola de transformación del coche mecánico al dirigido por el software y la electrónica, su principal punto de interés ahora mismo.

En los 80, consolidada su presencia en toda España, comienza su expansión internacional con la apertura de la primera oficina de ventas en Francia en 1982. Entre finales de esa década y principios de la siguiente el grupo consolidará una red de compañías filiales que incluye a Nuctor, Powertransfo, Prefilter y Predan. Con esta última da el salto a Andalucía, abriendo en 1989 una planta de componentes de RFID en Málaga, a la que se sumará seis años después un centro de I+D. Las instalaciones de Barcelona se especializaron, por su parte, en electrónica de potencia, actividad acabaría orientándose a la automoción gracias en buena medida al camino abierto desde la filial andaluza en el ámbito de la conectividad.

En los años 90, la referencia para el grupo es Alcatel, primero, y Ericsson en el tramo final de la década. Alcatel se convirtió esos años en uno de los líderes mundiales en el suministro de centrales telefónicas digitales, infraestructura móvil, aplicaciones de red inteligente y aplicaciones de centrales telefónicas, así como en redes ópticas, dispositivos de red DSL y enrutadores ATM e IP.

Pese a estar focalizada en espectro tecnológico, Premo recibe un encargo esos años que añadirá una perspectiva nueva a su actividad. La compañía norteamericana Destron Fearing necesita desarrollar antenas para monitorizar animales, en concreto millones de salmones en los ríos de Estados Unidos. El objetivo es controlar que el desembalse de las presas es el adecuado y asegurar el caudal ecológico y la calidad del agua.

Eran los principios del RFID y de los sistemas de control de acceso. Esa experiencia con los salmones en Estados Unidos abriría una puerta insospechada para Premo en el sector del automóvil. No en un sentido figurado, sino en el sentido más literal de la expresión. Porque el conocimiento generado en ese proyecto, junto a los primeros pasos en el mundo de los chips para móviles, permitieron a Premo presentar una propuesta de valor nueva para las antenas de las llaves de acceso remoto a los coches.

La década de los 2000 marcó, precisamente, la transición desde Nokia Networks a Siemens Automotive como referentes de la compañía. Para entonces, había abierto una oficina de ventas en Estados Unidos (1999) y una nueva planta de producción en la ciudad china de Wuxi, próxima a Shanghai.

Las llaves de los coches evolucionarían pronto hacia el acceso pasivo, la tecnología que permite a los usuarios entrar sin pulsar ningún botón ni posicionar la llave. A poca distancia, el vehículo era capaz de interrogar al dispositivo, que le entregaba en respuesta un código criptográfico seguro, tras lo cual la puerta se abría. La solución tecnológica requirió una serie de patentes relacionadas con la longitud de onda o con evitar que la llave tuviera que orientarse en ninguna posición, pero sobre todo posicionó a Premo como proveedor de nicho en la UE y en todo el mundo.

En el ámbito de las telecomunicaciones, en 2004, incorporó a su catálogo los productos PLC: bobinas, transformadores, instrumentos de control y otros dispositivos especialmente destinados a la transmisión de datos a través de la red eléctrica pública. Su ventaja es que reducen el coste de las telecomunicaciones considerablemente, y aumentan la velocidad de transmisión.

De becario a CEO

Ezequiel Navarro entró como becario en la compañía en 1995. Había estudiado ingeniería electrónica industrial y podría decirse que su proceso de incorporación de conocimiento no se ha detenido desde entonces: se ha formado también en dirección de empresas, gestión medioambiental dirección de marketing, finanzas corporativas, un máster en el IESE… “me daba cuenta de que me faltaban mimbres teóricos, hay que matricularse en los cursos cuando se percibe esa necesidad de saber”.

Como becario, participa en el desarrollo de una solución para Nokia y es enviado a Finlandia para explicar los detalles. Allí se embarca el diseño de una línea automática de producción robotizada. En paralelo, seguía formando parte del Departamento de Tecnología Eléctrica de la Universidad de Málaga, al que Premo encargó la planificación del proceso productivo de una pieza para las comunicaciones móviles GSM (Sistema Global de Comunicaciones Móviles).

A partir de su experiencia con Nokia, Ezequiel Navarro comenzó a realizar labores de explicación, ingeniería de soporte e implantación de producto que le llevaron a la dirección comercial de Premo en 2000, hasta su salto al puesto de CEO con menos de 30 años. Desde entonces, la compañía ha incorporado a más de 200 ingenieros y ha intensificado su actividad de innovación, lo cual le ha permitido mantener una estrategia de registro de una patente nueva cada 4-6 semanas y familiarizarse con las herramientas de simulación y gemelo digital.

Premo Group entró en la década de 2010 pensando en los coches eléctricos. Fabricó soluciones para el naciente smart eléctrico, una primera generación de vehículos en la que ensayó y generó un potente know how para evoluciones posteriores, hasta llegar a la sexta generación actual. El 80% de sus ventas se producen en el segmento de la electromovilidad, aunque la facturación de antenas se mantuvo por encima hasta la década actual.

Fue una de las primeras empresas en trabajar con Tesla, su nuevo gran referente en aquella época, y con pioneros de los nuevos coches electrificados como NIO, el fabricante de baterías Romeo Power, recientemente adquirido por Nikola Motors, o el gigante chino BYD, que había comenzado su andadura en el área de las baterías para móviles.

Hoy que está presente en el 70% de los proyectos de coches eléctricos a nivel mundial, con un nivel más alto de protagonismo en los modelos de batería (en inverters, sistemas on board charging, DC DC converters…). Es proveedor de las principales marcas internacionales de automóviles como Mercedes, Audi, BMW, Toyota, Ford, Renault…

Para competir en esos nichos de alta tecnología hay que ir hacia dispositivos cada vez más compactos y de alta densidad, pero que se calienten poco, que sean capaces de trabajar con 11-22 kWh “en un tamaño de medio folio”. La propuesta de valor pasa por introducir nuevas tecnologías de semiconductores y trabajar en nuevos materiales, como los más de 20 nuevos plásticos que ha desarrollado, integrados por un 8-15% de polímeros y nanocargas específicas con funcionalidad. Junto a ello, una de las líneas de innovación clave en el sector está orientada a multiplicar la densidad de potencia (W/cm2) y Premo investiga en nuevas soluciones de refrigeración líquida, nanoencapsulando materiales con cambio de fase (Phase Change Material-PCM).

Crisis sin tocar I+D ni comercial

El salto al puesto de CEO, después de haber entrado como becario de I+D condujo a Ezequiel Navarro al convencimiento de que “el 90% del oficio de gestor se basa en la comunicación, nada hay más imprescindible que gestionar la información dentro de una compañía”.

En este tiempo ha tenido que enfrentarse a una dura crisis que puso en riesgo la viabilidad de Premo Group. “Nadie me había enseñado cómo se gestiona, todos los cursos en los que había participado hablaban de casos de éxito, pero aprendemos mucho más de nuestros errores y de los demás”, explica.

La compañía, recién adquirida por su nuevo equipo de socios, perdió de golpe el 50% de sus ventas, con deuda, con compromisos comerciales, con accionistas que esperaban el cumplimiento de un plan de negocio imposible y “con una regulación laboral antigua y desfasada”. Muchos empleados aceptaron rebajarse el sueldo o bajas parciales para asegurar la continuidad de la empresa, “fue un ejemplo de compromiso y una forma importante de confianza en mi liderazgo”.

Y funcionó. Accionistas (actualmente el fondo soberano de Bahrein es dueño del 49% y el equipo directivo del 51%), proveedores, banca y equipo apoyaron a la gestión “y le dimos la vuelta a la situación en dos años”. Uno de los secretos: “no tocamos ni el área de I+D ni la de comercial”.

Con el impulso de la salida de la crisis, el grupo intensificó su internacionalización. En 2008 había abierto centros de I+D en Grenoble (Francia) y Bangalore (India), y a partir de 2014 inició su expansión con la puesta en marcha de Premo Korea, Premo USA, que vino acompañada de la introducción de los sensores de seguimiento AR/VR EM y la asociación con Amfitech, una nueva planta en Tánger, la oficina en Alemania y una nueva sede en Vietnam.

«Hoy miramos ya a la década de 2030. Las electrolizadoras de hidrógeno, los gemelos digitales, la realidad aumentada, la robótica y el high voltage DC to the home con los trasformadores de estado sólido son nuestra ambición», afirma

“Queremos ser el número 1 mundial en lo nuestro, ya lo somos en RFID y ahora queremos serlo en electrónica de potencia”, afirma Ezequiel Navarro. Mirando al futuro, “estamos obsesionados con la gestión del calor”. Premo sigue de cerca, por ejemplo, los desarrollos en fusión y microfusión nuclear, “que solo tienen el riesgo térmico, cómo gestionar y evacuar el exceso de temperatura”, así como los relacionados con la lucha contra el cambio climático: “hay soluciones, y quienes trabajamos en ello recibiremos la compensación de hacer una economía descarbonizada”.

“En baterías hay muchas tecnologías, no sólo el litio, se trabaja en multitud de variaciones que irán saliendo al mercado poco a poco, como el hidrógeno con células de combustible o estamos viendo ya coches de combustión con combustible sintético e hidrógeno, vamos hacia una transformación casi total de la movilidad”, concluye.