Amanece de verdad en la era de la computación cuántica, que no es poco
Si eran muchos los indicadores que anunciaban que este año iba a ser el que marcase la salida de la computación cuántica del laboratorio y el inicio de su aterrizaje en el mercado, el movimiento de la feria de Múnich creando el certamen World of QUANTUM y haciéndolo coincidir con el de fotónica es, según el autor, un signo elocuente de que permanecer al margen de esta carrera tecnológica empieza a suponer una actitud temeraria
IBM
En 1973, Messe München, la feria de Munich, invitó a la entonces incipiente comunidad fotónica al primer evento LASER. Con el tiempo, aquella iniciativa dio lugar al certamen LASER World of PHOTONICS que, en su edición de abril, ha decidido repetir la experiencia convocando a los “pioneros cuánticos” para estrenar con ellos la nueva muestra World of QUANTUM.
“La carrera mundial por los ordenadores cuánticos más poderosos, la comunicación cuántica más segura, los sensores cuánticos más sensibles y la medicina cuántica más exitosa ya está en marcha. Se trata de los mercados del futuro. Subvenciones, grupos de investigación y empresas líderes están dando forma al amanecer de una nueva era cuántica”, afirma Messe München en un comunicado.
La expresión más utilizada para describir el momento actual es esta: la computación cuántica ha roto las puertas del laboratorio. 2022 es el año de su salto definitivo para convertirse en un campo de desarrollo tecnológico abierto a la competencia global.
El sector está ya al límite en capacidad de procesamiento disponible por la elevada demanda, el talento programador de la computación cuántica es el más cotizado del planeta y los principales centros de investigación científica mundial, en los ámbitos de la física y la química, viven una febril carrera por identificar los materiales con los que se fabricarán las nuevas máquinas de sueños. Se amontonan los papers en un campo de experimentación que puede desequilibrar de nuevo la geoestrategia de las materias primas a medio y largo plazo.
Aunque se apunta a que se conseguirán los 250 qubits para este año, el IBM Research de Zurich espera tener construido un procesador cuántico de más de 1.000 en 2023. La IBM Quantum Network reúne ya a alrededor de 170 organizaciones, más de 300.000 usuarios de todo el mundo acceden a sus ordenadores cuánticos y el entorno de desarrollo de software Qiskit acumula ya más de 650.000 descargas.
En cuanto a las infraestructuras de telecomunicaciones, el consorcio QSAFE (Quantum Network System Architecture for Europe) será el encargado de desplegar la red de internet cuántico EuroQCI en Europa teniendo en cuenta los componentes terrestres basados en fibra y los basados en satélites. Lo lidera Deutsche Telekom, Telefónica I+D es uno de sus miembros y a finales de 2021 presentó su blueprint a la Comisión Europea.
Mientras el mercado de tecnologías de consumo se entretiene en burbujas cripto, NFT, viedojuegos e islas virtuales en el Metaverso los fondos de inversión siguen con atención la evolución del emprendimiento de base tecnológica en el ámbito de la computación cuántica, demasiado complejo como para convertirse en moda. Atención a la vasca Multiverse Computing, especializada en soluciones para el sector financiero, ya en el radar de muchos miembros de Atlas Tecnológico.
Cada vez está más concurrido el campo de desarrollo de los algoritmos cuánticos, la parte inicial de la cadena de valor, ese espacio mainstream en el que, como sucede con la 5G y sus zonas de solapamiento con la 4G mejorada, todavía coexisten y se confunden la computación cuántica de nuevo cuño con la informática tradicional más avanzada.
La clave reside, como sucede en los momentos iniciales de todo cambio de era tecnológica, en identificar los puntos del mercado más propicios para que se despliegue a escala industrial. Descontado, por supuesto, el impacto en el ámbito de la seguridad y la amenaza de la supremacía cuántica sobre todos los sistemas de encriptado convencionales.
“Quién sabe, en el próximo LASER, los horarios del transporte público podrían optimizarse con la ayuda de algoritmos cuánticos, y las simulaciones en computadoras cuánticas podrían hacer posibles nuevas baterías para el automóvil eléctrico”, dice a Messe München el CEO de Alpine Quantum Technologies, Thomas Monz.
La carrera está abierta y en Múnich se reúnen los sectores de la fotónica, el láser y la computación cuántica para no empezar a tomar posiciones en el aterrizaje al mercado de una tecnología con una capacidad transformadora tal, con un poder para cambiar el tablero de juego, que mantenerse indiferente a los efectos que pudiera tener en el futuro en nuestra actividad empieza a parecer una actitud temeraria.