El mercado español y global de la IA: aluvión innovador en el ‘habilitador de todas las nuevas tecnologías’

Se avecina un tsunami de innovación en inteligencia artificial (IA), del que estamos viviendo sólo los primeros estertores. CB Insights situó el incremento en financiación del capital riesgo en IA en 2021 en el 81%, con 501 operaciones en Europa, que sigue estando por detrás de Estados Unidos y China, pese a que Reino Unido es el cuarto hub mundial y pese a que el marco normativo de la UE, al haber asumido el rol de pionera en el asunto, podría dar algo de ventaja a las empresas locales, según un informe del Gobierno norteamericano.

McKinsey asigna a la IA un enorme potencial transformador en todas las industrias, de entre 10 y 15 billones de euros nada menos. Estima que el tiempo desde la prueba de concepto hasta el sistema de producción se puede reducir entre ocho y diez veces gracias a la estandarización tanto de la gestión de datos como de la implementación del modelo.

Los sistemas interoperables permitirán que el 100% de los sistemas de producción sobre los que interviene la gobernanza de riesgos empresariales sean totalmente auditables y los recursos para operaciones de machine learning se reducirán entre un 30% y un 40% con las mejoras en automatización.

Desde 2018 se ha registrado, añade McKinsey un 94,4% de mejora en la velocidad de entrenamiento para modelos de IA, el número relativo de patentes presentadas en 2021 multiplica por 30 el de 2015, lo que arroja una tasa de crecimiento anual compuesta del 76,9% y explica que la inversión privada en empresas relacionadas con IA alcanzase los 93.500 millones de dólares.

La consultora IDC atribuye este aluvión de expectativas favorables a que la IA ha adoptado el rol de “habilitador de todas las nuevas tecnologías que se están implantando en el mercado, en otras palabras, todas ellas utilizan, en menor o mayor medida, algún tipo de tecnología basado en IA”. Espera también un crecimiento exponencial del mercado mundial de IA, con una tasa CAGR del 27% entre 2020 y 2025.

En España, eso significa un volumen de inversión de 1.400 millones de euros en 2025, un impacto más cualitativo que cuantitativo, por consiguiente. En su informe, IDC pone especial interés en su previsión de que “el 70% de los trabajadores conectados en funciones basadas en tareas utilizarán en 2023 inteligencia integrada en los espacios de trabajo digitales adaptables desde cualquier lugar”.

No obstante, señala también que con la IA se busca, en el 71% de los casos, la automatización de tareas repetitivas, que puede suponer ahorros de hasta el 84% en las organizaciones de mayor tamaño, y en segundo lugar la mejora de calidad (48%). El principal problema para el 75% de las empresas consultadas por IDC es la dificultad para encontrar personal con al menos uno de los perfiles más necesarios.

El entorno lo va a poner fácil. En los programas Europa Digital y Horizonte Europa, la Comisión ha previsto invertir 1.000 millones de euros al año en IA, con los que espera movilizar inversiones adicionales del sector privado y de los Estados miembros para alcanzar un volumen de inversión anual de 20.000 millones euros.

Como referencia, cinco de los proyectos de IA impulsados por el programa Horizon Europe bajo el tema “IA, datos y robótica en el trabajo” se centran en un nuevo paradigma centrado en el ser humano para mantener a las personas alejadas de trabajos inseguros e insalubres a través de la IA incorporada en colaboración.

Y los dos proyectos restantes se ocupan de la IA centrada en el ser humano que apoya a los profesionales en la toma de decisiones híbrida y confiable y optimiza sus tareas. Los sectores de aplicación van desde la producción, la recolección, la cirugía, el diagnóstico médico, la atención sanitaria peligrosa y la manipulación de alimentos, la inspección de infraestructuras y los servicios climáticos.

A ello hay que sumar, de forma excepcional, que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia pone 134.000 millones de euros a disposición de los servicios digitales. “Esto cambiará el juego, lo que permitirá a Europa amplificar sus ambiciones y convertirse en un líder mundial en el desarrollo de inteligencia artificial confiable y de vanguardia”, sostiene la Comisión.

El cliente final

Como las instituciones, también los clientes finales, especialmente en los sectores b2c, muestran una excelente predisposición a utilizar cada vez más sistemas basados en IA. Según un informe de Capgemini, más de la mitad de ellos 54% tienen interacciones diarias habilitadas por IA con distintos tipos de organizaciones, incluidos chatbots, asistentes digitales, reconocimiento facial o escáneres biométricos. En 2018, era sólo el 21%. Tres cuartas partes de ellos, además, tienen entre 18 y 35 años.

Desde una perspectiva sectorial, la automoción (64%), gracias al uso generalizado de interfaces de voz en el automóvil, y el sector público (62%) son los que muestran mejores desempeños, seguidos por la banca y los seguros (51%). BMW, que ha estado implementando su propio asistente de voz basado en inteligencia artificial en el automóvil durante muchos años, planea hacerlos más naturales en su serie Dee y promete un paradigma completamente distinto a partir de 2025.

Interesante la aportación de Capgemini en el sentido de que solo el 14% de los clientes prefieren las interacciones solo con IA para el soporte posventa, frente al 40 % que prefiere relacionarse sólo con humanos. En el sector minorista, es mayor el porcentaje de clientes que se fían de interactuar con IA en la etapa inicial (49%) que en las etapas posteriores (39%) a la compra, por ejemplo, para gestionar las devoluciones.