Albrecht Beck trae un gran debate al New In_ Revive Valencia: «Es más fácil colaborar tras desastres con otros países que dentro del propio»
El director de Prepared International, experto de la UNDAC (Evaluación y Coordinación de Desastres) de la ONU y asesor en migraciones a la OTAN, Albrecht Beck, es uno de los ponentes estrella del New In_ Revive Valencia que se celebra el 18 de diciembre, en esta conversación con Eugenio Mallol avanza algunas ideas clave para la reconstrucción tras la dana
Albrecth Beck será uno de los ponentes estrella del New In_ Revive Valencia que organiza Atlas Tecnológico y que se celebra el 18 de diciembre. Puedes inscribirte para participar de forma presencial u online, así como para respaldar la iniciativa AQUÍ.
Eugenio Mallol.-Realmente en Valencia, en España, no estábamos preparados para una catástrofe como de la dama. Tu proyecto se llama precisamente Prepared International, estás especializado también en asesorar en la reconstrucción. Dime cuáles son los grandes asuntos en los que nos tenemos que focalizar a partir de ahora.
Albrecht Beck.-En Alemania, hace unos años se produjo una gran inundación en la que murió mucha gente y las autoridades demostraron no estar en absoluto preparadas para hacer frente a ello. España es muy fuerte, algunos de sus equipos de respuesta se encuentran entre los mejores de la Unión Europea, pero a menudo es en el lado de la gestión, en la coordinación de la respuesta entre las diferentes partes, donde está el verdadero problema. No se trata de los socorristas individuales, en absoluto, sino de organizar el sistema de manera que pueda responder a la magnitud de un desastre así. Por desgracia, tenemos que estar preparados para que sean más comunes, en el futuro tendremos que enfrentarnos a este tipo de problemas. Ahora es el momento de hacerlo, de impedir que se repita.
Eugenio Mallol.-Hay una herida abierta porque durante días la gente quedó abandonada a su suerte. Hay que restaurar la confianza en las instituciones y tener muy claro lo importante que es hacerlo.
Albrecht Beck.-Es absolutamente crucial para la gente. Especialmente para diseñar los próximos pasos, adaptar el sistema y prepararse mejor para lo que va a venir. Realmente no sirve un enfoque de arriba hacia abajo, sino que hay que aplicar ambos. Las autoridades deben asumir toda la responsabilidad, pero deben hacerlo con inclusión total, con un enfoque de abajo hacia arriba, teniendo en cuenta lo que la gente necesita, para que los ciudadanos sean conscientes de que aportan, de que también son parte de lo que se hace por ellos. Así se sienten más seguros acerca del futuro. Porque, en efecto, después de un evento así, la gente está completamente insegura. Tiene un efecto a largo plazo, no solo psicológico, sino también económico. Y esos problemas pueden perjudicar a toda la región. Por eso, es importante actuar rápidamente, no podemos pararnos a esperar y discutir a puerta cerrada para inventar algo dentro de un año. No, debe ser ahora, incluyendo al pueblo. Se sintieron abandonados durante la crisis, incluso a pesar de la respuesta a gran escala organizada al cabo de un tiempo por Madrid. Pero es que después es siempre demasiado tarde, hay que ganar en la fase de preparación, no cuando el desastre ha golpeado a un nivel tan asombroso. Se debe actuar antes.
Eugenio Mallol.-No sé qué podemos esperar de la tecnología para anticipar algo así mejor en el futuro. Google DeepMind acaba de lanzar el mejor sistema del mundo de predicción meteorológica a 10 días vista. ¿Crees que podremos disponer de una tecnología de predicción realmente eficaz algún día?
Albrecht Beck.-Estoy seguro. Se predijo que algo iba a pasar, aunque se desconocía el tamaño exacto y la advertencia a la población llegó demasiado tarde. Se puede actuar mejor, más rápido, y tiene que haber una interacción con la población. ¿Cómo hacerles entender que se trata de una emergencia real ante la que tienen que reaccionar? A menudo hay demasiadas alertas y la gente no reacciona. En el caso de los incendios en Hawái, no hubo advertencia porque el único desastre que la gente conocía allí, la amenaza número uno, siempre había sido el tsunami. De modo que, en caso de que se hubiera emitido una advertencia, la gente habría corrido hacia el fuego. Aquí tenemos los mismos problemas a la hora de gestionar el resultado de una advertencia. Por ejemplo, en Alemania, si se producen en un momento determinado y con demasiada frecuencia, no hay reacción de la población. La diferencia entre cuándo tienen que correr realmente y cuando no, depende de una información que a menudo es demasiado ajustada.
Eugenio Mallol.-También es una cuestión educativa. En Japón, la población sabe exactamente qué debe hacer en caso de terremotos y lo cumple con precisión.
Albrecht Beck.-En Jordania, las advertencias no se limitaban a las sirenas, sino que se veían claramente tanto en los altavoces como en los móviles en diferentes idiomas. Se les decía qué significaba realmente y qué tenía que hacer cada persona. Esa es una buena práctica.
Eugenio Mallol.-Has convivido con poblaciones que tienen que diseñar una estrategia de reconstrucción material, como las de Nepal o Gaza, pero también psicológica y social. Debemos cuidar el apoyo social a los afectados.
Albrecht Beck.-Es realmente la columna vertebral. En cualquier desastre, es muy importante cómo está preparada la gente, cómo reacciona, cómo es su conciencia psicológica y su disposición a responder. En las sociedades experimentadas, ves una gran diferencia entre las áreas urbanas y las rurales. Ves en las zonas de Palestina una gran capacidad para hacer frente a esta situación, porque desafortunadamente la gente está acostumbrada a ello, pero también porque hay una fuerte conexión dentro de la sociedad para apoyarse mutuamente. Se prestan atención los unos a los otros. En muchas sociedades occidentales esto no ocurre tanto, dado que no estamos acostumbrados a este tipo de situaciones, no sabemos cómo lidiar y a menudo confiamos en los servicios de emergencia para hacer frente al problema, no estamos preparados para reaccionar. Trabajé con el Gobierno finlandés para preparar a su sociedad. Cuando la población civil está empoderada, aunque el Estado esté muy cerca, las personas saben cómo conseguir apoyo, qué hacer y dónde pedir ayuda. Y no es solo en situaciones de conflicto, donde resulta obviamente importante, sino también en situaciones causadas por la naturaleza.
Eugenio Mallol.-El Estado y la comunidad, roles diferentes y necesarios, qué interesante. Hemos hablado de la tecnología para la predicción y la preparación, qué cosas te llaman la atención de la tecnología para la reconstrucción.
Albrecht Beck.-Ahora la tecnología sencillamente puede manejar muchos, muchos, más datos. Enjambres de drones pueden tener una cobertura en tiempo real de la situación en una cierta área y la inteligencia artificial puede hacer uso de esos datos. Hace cuatro o cinco años, todavía nos desbordaba, no se podía lidiar con todo ello por cuestiones de tiempo. En un desastre no se podía manejar toda la información que sí se interpreta ahora con la inteligencia artificial. Esto es mucho más diferente. Obviamente, puedo manejar los datos, puedo analizar, obtengo una mejor aproximación a la situación y eso me da una gran ventaja para entender dónde están las necesidades. Y para saber hacia dónde podemos ir en la recuperación y qué se precisa. Por ejemplo, en el despliegue de la ONU hay que saber que esta ciudad o este distrito necesita A, B y C. Ahora puedo profundizar más aún y saber realmente que esta casa o esta familia necesitan A, B y C. Es un cambio claro.
Eugenio Mallol.-Una reconstrucción personalizada.
Albrecht Beck.-Exactamente.
Eugenio Mallol.-Se ha estado hablando en el último mes de la relación entre el cambio climático y el desastre de la dana en Valencia. De nuevo cruce de afirmaciones entre expertos y negacionistas. Te lo pregunto directamente: ¿es esto una consecuencia del cambio climático?
Albrecht Beck.-Me hiciste una pregunta sobre algo en lo que los verdaderos científicos son muy malos discutiendo. Si lo comparas con datos anteriores, primero, ves que ha sido mucho más fuerte; y, en segundo lugar, se puede esperar que suceda mucho más a menudo. Por lo tanto, el fenómeno en sí mismo no es el cambio climático, sino el impacto más fuerte y la frecuencia más alta de estos episodios, que es algo que realmente se puede profundizar y conectar con el cambio climático. Creo que vamos a vivir más de estas situaciones. Valencia tenía casi una situación de sequía real y, a continuación, ha entrado en una situación de lluvias intensas y puede volver a la sequía después de un tiempo. Pero estos extremos son más fuertes que el cambio climático, desafortunadamente.
Eugenio Mallol.-Hablemos de colaboración, dentro de España y a través de la conexión, los enlaces, internacionales. Quizás esta terrible dana sirva de empuje para que la sociedad valenciana y española se abra más a la colaboración con el mundo.
Albrecht Beck.-Una vez más, hemos visto la colaboración transfronteriza, el apoyo de la UE, el apoyo de los países vecinos. No es una lucha por los recursos, es una buena oportunidad para apoyarse los unos en los otros. Pero, por otro lado, a menudo se ve, dentro de los países, que la cooperación, la colaboración, se está volviendo mucho más difícil. Hay una lucha por recursos más ajustados, por estar en el foco. Pensemos en la explosión del puerto de Beirut: muchos intereses de diferentes actores dentro de una gran área urbana que a menudo no se unían. Hoy en día es bastante curioso: es más fácil de desplegar la colaboración a través de las fronteras que dentro.
Eugenio Mallol.-Estoy en shock, eso sí que no me lo esperaba.
Albrecht Beck.-La nuestra es una sociedad plural moderna, pero tenemos que trabajar activamente para unirla, tener una respuesta inclusiva y realmente que esté a la altura de las necesidades. Veremos cada vez más que los eventos de alto impacto y baja probabilidad son realmente un desafío y para ello necesitamos estar preparados adentro, no solo a través de las fronteras. España es un buen ejemplo, es muy activa en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, mostrando y ofreciendo equipos muy fuertes en diferentes partes del mundo. Pero el desafío podría estar en este momento más en el interior.