AGFRA: Ingeniería humana para las nuevas fronteras de la IA física en las fábricas
AGFRA nació como un pequeño taller de torno y fresa, con apenas cuatro personas, y ha evolucionado hasta convertirse en una de las compañías de ingeniería y automatización industrial más consolidadas del país, con más de 30 años de experiencia y 84 profesionales en la actualidad.
Lo que diferencia a AGFRA es una mezcla de honestidad, curiosidad y visión humanista. “Somos una ingeniería diferente”, afirma el director general, José Vicente Aguilar. “Nos apasiona lo que hacemos, somos muy curiosos y buscamos soluciones muy diferentes de lo que hace la competencia, pero de forma sencilla y con un beneficio impresionante para el cliente. En AGFRA, entendemos la tecnología como un medio para solucionar problemas, nunca como un fin en sí misma”. A esta filosofía se le suma una profunda transparencia en todas sus interacciones: “Si existe una manera más eficiente económicamente de hacer algo, lo comunicamos. Si consideramos que un cliente está cometiendo un error, lo expresamos. E incluso si no podemos cumplir con un plazo, lo decimos, aunque ello suponga perder el proyecto” . Su visión coloca a las personas en el centro: “la tecnología es reemplazable; las personas no. El equipo es lo que marca la diferencia”.
Con sede en Silla (Valencia) y 2.500 m² de instalaciones donde conviven ingeniería mecánica, eléctrica y de software, mecanizado CNC, robótica, CAD-CAM, montaje, soldadura y metrología. “Somos una compañía con una visión de la automatización global, con proyectos en los cinco continentes, capaz de mejorar los procesos desde el diseño a la fabricación y puesta en marcha de los retos más exigentes en multitud de sectores”, asegura Aguilar. Esa vocación ha permitido a la ingeniería trabajar para sectores exigentes como automoción, electrónica de consumo, industria pesada, alimentación, renovables y defensa, y colaborar con compañías como ArcelorMittal, Schneider Electric, Power Electronics, OP Mobility, Siemens-Gamesa o Celestica.

Proyectos que marcan la diferencia
AGFRA domina tecnologías complejas y ha llevado a cabo una gran variedad de proyectos, desde líneas completas de ensamblaje robotizado con bancos de testeo incluidos hasta máquinas especiales y utillajes. Muchos de sus mejores trabajos son confidenciales, especialmente en defensa y en el ámbito del hidrógeno, pero algunos proyectos destacan por su dimensión y dificultad.
Uno de ellos fue la creación de una línea robotizada con más de 35 robots para una empresa de movilidad, diseñada y fabricada en menos de diez meses. “Nos adjudicaron el proyecto porque nos consideraron la ingeniería más solvente en lo técnico, en la fabricación y en el ensamblaje”, recuerda Aguilar. O
Otro hito fue la fabricación de una línea completa para un cliente del sector energético destinada a Estados Unidos, que cumplió con los estrictos estándares del país. “Pocas compañías pueden hacer esto”, afirma rotundo el CEO. También sobresale un proyecto crítico para una de las mayores multinacionales del hidrógeno, en el que AGFRA asumió la ingeniería de proceso, la ingeniería civil y la adaptación completa del sistema para la fabricación. Según Aguilar, “somos como la aspirina: quitamos el dolor”.
Una de las claves de su éxito radica en la forma de trabajar. AGFRA es de las pocas ingenierías que simula completamente sus proyectos mediante realidad virtual antes de fabricarlos. Esto permite anticipar problemas y, sobre todo, incorporar la voz de todos los implicados: producción, calidad, mantenimiento, ingeniería del cliente. “El 90% de los problemas en las empresas ocurren porque la gente no habla. Nosotros escuchamos a todos”, afirma su director general.

Mirando al futuro
Con un 60% de sus proyectos orientados a la exportación y avances constantes en automatización, energía, electrónica, automoción y defensa, AGFRA continúa expandiéndose y ya trabaja en la apertura de una filial en Estados Unidos. El futuro pasa también por la integración de la inteligencia artificial física aplicada a la mecatrónica, un ámbito en el que ya están avanzando. “No podemos dar muchas pistas, pero nuestro futuro está ahí”, confiesa Aguilar.
A pesar del fuerte ritmo tecnológico, la compañía mantiene una visión optimista y ética sobre el impacto de la innovación. Aguilar lo explica desde la experiencia: “siempre ha existido este debate. Hace 50 años había miedo a las calculadoras, y antes a sustituir a los caballos por coches, y hoy es absolutamente normal. Creemos que el uso bien pensado de la tecnología va a mejorar la vida de las personas. Hay que guiarse por buenos criterios y aplicar el sentido común”.
Con esa mirada a largo plazo, AGFRA sigue creciendo sin pausa. “Siempre estamos evolucionando, lo llevamos en el ADN”, concluye Aguilar. “Nuestro objetivo es simple: mejorar procesos y mejorar la vida de quienes trabajan con ellos. Eso es AGFRA”.

María José Martínez

