
“Estamos a dos o tres años de no poder creer en nada que veamos”, según el CEO de SWEAR, la startup más premiada del mundo

Eugenio Mallol.-No es normal que una empresa gane tantos premios seguidos: CES, SXSW, Edison Awards, CIO Awards, NSIA…
Jason Crawforth.-Vimos el problema antes que nadie. Hace unos 10 años, observé cómo disfrutábamos de la era de la información, pero vi también la capacidad de manipular vídeo, audio e imágenes, y supe que eso iba a traer la era de la desinformación. Los medios de comunicación utilizan métodos forenses defensivos para identificar algo como falso y creo que esa es una pelea importante, pero se trata de un juego perpetuo del gato y el ratón. Pensé que siempre puedes alterar una grabación, pero ¿podríamos detectar que algo ha sido modificado? Supe que teníamos que desarrollar una tecnología que fuera resistente a la inteligencia artificial y a la cuántica. Así que analizamos todas las opciones desde un punto de vista agnóstico, ¿cuál es la mejor para proteger la autenticidad del contenido? Y dijimos: vamos al blockchain. Podemos tomar grabaciones digitales en tiempo real y, fotograma a fotograma, segundo a segundo, escribirlas en blockchain y hacerlo a escala. Pudimos hacer que fuera inmutable, separar al contador del auditor, y proteger la privacidad. Pudimos hacerlo sin que la grabación saliera de la cámara corporal, del teléfono inteligente, del sistema de seguridad. Y comenzamos a presentar patentes, acabamos de recibir la número 12.
Eugenio Mallol.-¿A qué atribuyes que el sector tecnológico esté hoy más preocupado por este tipo de soluciones?
Jason Crawforth.-Depende de la industria o de los usuarios. En un evento del sector de las cámaras, a principios de abril, pregunté a una sala de unas 200 personas cuántos estaban protegiendo el contenido de sus clientes lo suficientemente bien como para que fueran admisibles en los tribunales. Toda la sala levantó la mano. Entonces, les formulé una segunda cuestión: ¿cuántos creían que todos los demás en esa sala estaban protegiendo el contenido de sus clientes tan bien como ellos estaban protegiendo el suyo? Nadie levantó la mano. Aquí está a lo que se enfrenta la industria, su tecnología no ha cambiado mucho en la última década o dos, pero fuera del sector las cosas se han transformado drásticamente, con la inteligencia artificial y la computación cuántica comenzando a entrar. Les dije que el vídeo que están grabando hoy puede ser utilizado como evidencia ahora en un tribunal, pero dentro de tres años ese mismo vídeo no va a ser admitido. Les pregunté: ¿cuántos están utilizando la IA? Entre el 70 y el 80% de la sala levantó la mano. Pero ¿cuántos estaban desarrollando tecnologías para defenderse de la IA? Cero. Los premios que estamos recibiendo se deben a que la gente se está dando cuenta de que la IA se puede convertir en un arma, puede hacer daño.
Eugenio Mallol.-Hace 10 años, cuando concibes SWEAR, no era posible imaginar lo que la IA es capaz de hacer ahora.
Jason Crawforth.-De hecho, pensé que la inteligencia artificial y los deepfakes se convertirían en un problema más rápido de lo que lo han hecho. Me equivoqué en el momento, pero no en el impacto. Va a influir, va a causar guerras, conflictos, va a destruir reputaciones, va a hacer estallar empresas, va a cambiar las elecciones.
Eugenio Mallol.-¿Por qué confías en el blockchain? Otras industrias se han desencantado con esa tecnología de securización.
Jason Crawforth.-Nuestra tecnología no tiene por qué ejecutarse en blockchain. Podemos escribir en cualquier base de datos. Simplemente pensamos en crear un libro mayor distribuido para la industria de la seguridad. Vamos a configurar una cadena de bloques en la que todos escriben, porque si tienes 100 servidores sincronizados no puedes modificarlos, solo aceptan adiciones, no admiten cambios. Te conviertes en el notario de internet. Hoy en día nadie confía en nadie, pero si todos tienen los servidores y nadie tiene el control de ellos, el sistema es confiable. Es por eso por lo que usamos blockchain.
Eugenio Mallol.-Escuché a Tim Berners Lee en Lisboa decir que el blockchain no es seguro porque necesita la intervención de terceras partes, y además es lento.
Jason Crawforth.-Si yo te pregunto por una tecnología que crea que puede proteger la información mejor que la cadena de bloques, cuál dirías.
Eugenio Mallol.-La escritura en piedra, es la mejor.
Jason Crawforth.-Estoy de acuerdo, el chiste es correcto, sí, sí. Si hay una tecnología mejor escribiremos los datos en ella. Desde nuestra perspectiva, para proteger una hora de vídeo se necesita un mega de datos. Tiene que estar almacenado en algún lugar donde nadie pueda cambiarlo. Si lo almaceno en 100 servidores y todos tienen que permanecer sincroniza dos, para cambiar uno de ellos hay que sacar el archivo de la red. Creo que es el lugar correcto.
“La mayoría de las cosas que se crean ahora mismo ya no son generadas por humanos, sino parcial o totalmente por IA: hay que proteger cuándo, dónde, cómo se grabó y quién”
Eugenio Mallol.-¿Qué pasa con las máquinas y los sistemas autónomos? Se entrenan con vídeos e imágenes. ¿Será necesario un sistema de validación?
Jason Crawforth.-Sí, creo que sí. Dentro de cinco años, ¿cómo sabremos si algo es real? Vamos a empezar a ver más contenido falso y, en lugar de confiar y luego verificar, no vamos a confiar. La mayoría de las cosas que se están creando ahora mismo ya no son generadas por humanos, sino parcial o totalmente por IA. Nuestra tecnología también protege cuándo se grabó, dónde se grabó, cómo se grabó, incluso quién grabó. Y eso es importante porque la verdad depende del tiempo, de la ubicación y también del contenido. Debes saber si ese fue el lugar real en el que se grabó o si la escena es real, pero sucedió hace 10 años.
Eugenio Mallol.-¿Como colabora tu empresa y con la industria de las cámaras para innovar?
Jason Crawforth.-Para la mayoría de las empresas llegamos demasiado pronto. Así que decidimos centrarnos en el sector de la seguridad y la vigilancia. Si podemos proteger eso, podemos empezar a hablar con otras industrias. En última instancia, todos los dispositivos inteligentes deberían usar nuestra tecnología para proteger el contenido y, si alguien sube algo a cualquiera de los canales de redes sociales, ya sea Meta, Instagram, X o TikTok, la gente sabrá si se trata o no de un vídeo real. Estamos a uno o dos años de no poder creer nada. Luego pasaremos a tal vez los seguros y al sector médico. Apple estaba fascinada con esta tecnología, pero era demasiado nueva y el problema no resultaba lo suficientemente grande.
Eugenio Mallol.-Aparte de la posibilidad de verificar, ¿la tecnología de SWEAR tiene otras aplicaciones?
Jason Crawforth.-También garantiza la propiedad. Con nuestra tecnología se puede decir que algo tiene dueño, si alguien intenta modificarlo.
Eugenio Mallol.-Es interesante, porque internet se basa en la economía de los efectos de red: cuando compartes una imagen o un vídeo pasa a ser de todos y eso aumenta su valor, pero se diluye también la propiedad.
Jason Crawforth.-Correcto. Muchas cosas van a cambiar. En EEUU, algunas grandes compañías de tecnología han formado la C2PA (Coalition for Content Provenance and Authenticity), promovida por Microsoft y Adobe. Su mayor logro fue lograr que todos estuvieran de acuerdo en que, si algo es creado por IA, usarán una marca de agua. Eso es maravilloso, siempre y cuando logren que China, Corea del Norte y Rusia acuerden hacer lo mismo y acepten no eliminar las marcas de agua, que es algo muy fácil de hacer. Las empresas más pequeñas hemos descubierto la respuesta primero y vamos a convertirnos en el notario de internet.