Mejorar lo anterior a la dana a partir de un diagnóstico certero

Javier G. Recuenco, Carlos G. Triviño y Juan Giner reivindican un proceso serio de 'sense making' en manos de expertos, la necesaria colaboración y un proyecto ilusionante de futuro que aprovecehe fortalezas como el potencial tecnológico del automóvil y el sector de la microelectrónica
7 de enero de 2025 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Mejorar lo anterior a la dana a partir de un diagnóstico certero
Sergio Martín, Javier G. Recuenco, Carlos G. Triviño y Juan Giner en la mesa sobre "Reconstruir con sentido: en busca de un modelo de territorio del New In Revive Valencia.

Para Javier G. Recuenco, CEO de Singular Solving, uno de los grandes expertos nacionales en resolución de problemas complejos y ponente de la mesa «Reconstruir con sentido: en busca de un modelo de territorio» del New In Revive Valencia, moderada por Sergio Martín, «reconstruir implica una oportunidad de hacerlo bien y hacerlo mal. Hemos visto ejemplos de ambas cosas”.

“Puedes sacar conclusiones de una historia de éxito o de una historia de fracaso, pero nunca son directamente trasladables. Hay una serie de cosas dependientes del contexto que son absolutamente críticas. Tenemos un track record muy bueno en el aspecto humano y muy discutible en el aspecto estratégico. El éxito o no de una reconstrucción depende del liderazgo, del equipo y de la estrategia y tienen que estar las tres cosas funcionando al mismo tiempo», sostiene.

En opinión de Javier G. Recuenco, «sin un proceso de sense making, vamos a repetir los mismos errores. Muchas veces, cosas que no deberían ser complicadas se vuelven complicadas porque no se deja trabajar a los expertos». Su caja de términos al abordar la resolución de problemas complejos incluye «el Factor X» que tiene que ver con «cómo los humanos procesamos los inputs complicados. A nosotros nos ha costado muchísimo trabajo a aprender cómo decirle a alguien que su empresa está más allá de toda salvación si sigue como está. Pero el problema es que muchas de las cosas y muchas de las soluciones que se han propuesto están basados en que hay que dominar esto».

Se refería de ese modo a las afirmaciones realizadas durante el evento llamando a colaborar entre áreas «como la pública, la privada y el tercer sector, cuando este piensa que el otro es un abraza-árboles; este piensa que el otro vendería a su madre por una cantidad de dinero determinada; y este piensa que los dos estos son retrasados mentales… explícame tú a mí cómo pones a colaborar a ese tipo de cosas».

Defendió por eso «todas estas Ciencias Sociales que siempre han recibido una especie de segundo o tercer tratamiento, comparado con temas como la tecnología o el dinero, que van desde la filosofía, la sociología, pasando por la antropología, pasando por todo este tipo de cosas que nos ayudan a entender cómo la gente procesa este tipo de asuntos». Según Javier G. Recuenco, «ahora tenemos un problema psicológico brutal. La primera confianza de seguridad psicológica es que tu Gobierno está cuidando de ti. ¿Cómo está procesando colectivamente el duelo de todo lo que está ocurriendo y la pérdida brutal de confianza en una serie de cosas?»

Su receta consiste en «abordar todos los campos al mismo tiempo. Si quieres resolver un problema complejo, te tienes que encargar de la parte estratégica, de la parte tecnológica, de las dinámicas de sistemas complejos, que llevan su propia filosofía, que no son como los sistemas deterministas, y del factor X. Tienen que estar tantas cosas alineadas para que un esfuerzo de reconstrucción funcione, que muchas veces no nos damos cuenta de que esto se tiene que orquestar».

El problema es que «normalmente no se piensa lo suficiente en las arquitecturas de incentivos, se piensa en abstracto, y con la erosión que está habiendo los últimos años con respecto a la figura del hombre de Estado, se necesita un refuerzo. Yo particularmente diseñaría una arquitectura nueva de incentivos para garantizar que estas cosas no pudieran ocurrir y que no dependieran del prurito personal de uno».

Javier G. Recuenco concluyó diciendo que «seguro que hay protocolos para todos, pero igualmente hay una discrecionalidad en la aplicación o no del protocolo, dependiendo de una serie de cosas. Pero depende de que tengas un fuerte incentivo en hacerlo como es debido o un fuerte desincentivo en no hacerlo como es debido».

Relato de éxito

El fundador y CEO de Gobernanza Industrial, Carlos G. Triviño, reivindicó «un relato de éxito en la reconstrucción, que tenemos muy próximo: el nuevo cauce del río Turia. Se ha hablado mucho del Plan Sur, que efectivamente es una de las grandes aportaciones a la ciudad posteriores a la riada del 57, pero no es la única. Es un éxito de social, urbano y ciudadano y de reconstrucción. También ha inducido una transformación en la mentalidad social sobre la ecología y la funcionalidad de la ciudad y, por lo tanto, en términos históricos recibimos una ciudad mejor que la que teníamos anterior a la catástrofe».

Apostó por repetir aquel acierto y «marcarse unos objetivos de reconstrucción que vayan mucho más allá de la mera restauración del estado que teníamos antes de la destrucción. Todo eso es posible, ya se han lanzado muchas ideas, desde luego desde el punto de vista logístico, industrial y fundamentalmente tecnológico, existen muchísimas oportunidades en ese tablero territorial más allá del estado de ánimo que siempre arrastraremos como consecuencia de la pérdida de vidas humanas».

Según dijo, «precisamente por respeto y por afecto hacia las víctimas, tenemos la responsabilidad de implementar una reconstrucción desde una mejora de nuestra mentalidad cualitativa y ahí es muy importante que haya un entendimiento entre las instituciones, que haya una gobernanza de la reconstrucción y que consigamos que los recursos públicos puedan llegar a los destinatarios finales».

En ese sentido, «el elemento cartográfico es fundamental para cualquier estrategia de reconstrucción. En España en general, y en Europa también, la utilización que hacemos de los recursos cartográficos disponibles está muy por debajo del potencial de aprovechamiento que tienen”.

“Hay un mapa de la oportunidad fundamental porque debemos implementar inversiones estratégicas en el territorio, fundamentalmente en metropolitano, y atender a la realidad de oportunidad de algunos sectores, con una enorme capacidad de tracción y un enorme interés tecnológico, como puede ser el sector de la automoción, ya que tenemos dos OEM dentro del área metropolitana de Valencia, esto es un hecho muy característico que apenas se produce en el resto de Europa, y la principal concentración de talento en el ámbito de los microchips y semiconductores”, apuntó.

Ambos están entrelazados “en una relación enormemente crítica, respecto de la que muy poco se ha avanzado. Todos esos componentes potenciales debemos analizarlos en el en el marco de la reconstrucción. El pensamiento a largo plazo es indispensable para reconstruir con sentido». Un buen paso adelante, recordó Carlos G. Triviño, es que Ley de Industria «propone un nuevo marco para la reindustrialización basado directamente en los esquemas de la gobernanza industrial. Esta visión se va abriendo paso».

En su opinión, «necesitamos una cultura mucho más ejecutiva de la Administración pública y eso al final también tiene unos instrumentos, porque el día que se aprueban los presupuestos en las Cortes Generales o en los Parlamentos autonómicos, hay un enorme seguimiento mediático y se produce una gran situación de tensión en el control mutuo, pero prácticamente nadie está pendiente el día que se liquidan los presupuestos y que efectivamente se presentan las cifras de qué es lo que se ha hecho”.

Esto le da a toda la democracia “un cierto planteamiento esperpéntico porque quiere decir que está volcando todo el esfuerzo de la dialéctica política en aprobar unos presupuestos que luego todo el mundo sabe que no se van a cumplir. Probablemente lo que debemos hacer es invertir el orden de la atención mediática y social y tener muy presente que necesitamos una clase política capacitada para ejecutar los presupuestos«.

Un nuevo Plan Sur

El tercer ponente de la mesa fue Juan Giner, concejal de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia, para quien «conviene, por aquello del reconstruir con sentido, distinguir entre la emergencia, la post emergencia y la reconstrucción, porque si no puedes querer darle a la reconstrucción acciones propias de la post emergencia. En la sociedad actual en la que vivimos, de la instantaneidad, en la que queremos apretar un botón y que la satisfacción sea inmediata, tenemos que ser muy claros, para no confundir a la población con estos tres conceptos».

«La reconstrucción requiere un análisis serio, riguroso«, añadió. «Ya está inventada la planificación urbanística, en los planes urbanísticos y en los planes de acción territorial, como el de inundabilidad. Es el momento de llevar a cabo un nuevo Plan Sur para, desde una visión absolutamente metropolitana de todas las zonas afectadas, ver qué encauzamientos o qué desvíos conviene hacer para que esto nunca vuelva a suceder». La cooperación resultará clave para conseguir el éxito porque «la estrategia de prevención, que pasa por la reconstrucción y que implicará las prevenciones posteriores, es de ámbito supramunicipal».

Juan Giner explicó que «hemos mantenido reuniones con arquitectos para buscar soluciones constructivas en tanto en cuanto no se haga esa macrosolución de encauzamientos de barrancos y desvíos en las nuevas construcciones. Se han sacado líneas de trabajo: en esos edificios altos el daño se ha producido en los sótanos, no en las estructuras, y también en los ascensores. Las dos soluciones que probablemente se planteen en los suelos que restan para para colmatar la edificación de Sociópolis es la de subir a planta baja, primera y segunda los sótanos. Otra línea de trabajo era elevar sobre metro y medio o incluso dos metros, los coches accederían en rampa y luego bajarían».

«En algún momento habrá que analizar, para aprender de los hechos, la fase de la emergencia«, apuntó también. «Siempre en planificación trabajan todas las administraciones, cada una en el marco de sus competencias. En el día a día, la legislación las tiene definidas. Habría que aprender de esta indescriptible catástrofe para revisar cómo se aborda la emergencia en un Estado autonómico, porque una comunidad autónoma del régimen general ni tiene policía, ni bomberos. Lo lógico es que se actúe por el principio de subsidiariedad, pero en caso de catástrofe probablemente igual lo que tendría que ser es de arriba a abajo, como en el COVID».

En opinión del concejal, «corresponderá a expertos, con el sosiego necesario, cuando baje la tensión política, hacer un análisis de lo que ha podido fallar». Ahora toca «diseñar las infraestructuras necesarias y ahí es donde Europa, el Estado, la comunidad autónoma y los municipios afectados tendrán que darlo todo presupuestaria y coordinadamente para que esas infraestructuras se lleven a cabo y no vuelva a pasar esto nunca más».

«Hay soluciones de ingeniería adecuadas. Seguro que, repasando además los instrumentos de planificación, hay una serie de acciones que a lo mejor no se han hecho y el momento y la motivación es ahora. A veces, lamentablemente, hasta que nos damos un golpe con el coche no vamos con más cuidado. Para motivar, hace falta igual replantear, volver a poner en la sociedad valores frente a lo instantáneo, a la cultura del instantáneo, de la satisfacción inmediata, de esa liquidez con la que vivimos y DE la ausencia de valor», concluyó Juan Giner.

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