Atlas Industrial Trends (H2): innovar como en EEUU, con la regulación de la UE

Ponentes del Collaborate Santander y expertos de la universidad comparten una sesión de análisis en la que identifican 15 vectores de cambio que impactan directamente en la industria española
Eugenio Mallol
1 de noviembre de 2024 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
Atlas Industrial Trends (H2): innovar como en EEUU, con la regulación de la UE

Expertos del mundo de la empresa y la investigación académica han contribuido a recopilar los principales desafíos tecnológicos, económicos e institucionales a los que nos enfrentamos. La nueva entrega del Atlas Industrial Trends se gestó en la Sala de Gala del Palacio de la Magdalena de Santander en el marco del reciente Collaborate Link the Dots. Qué mejor forma de conectar puntos.

1.El tema de la energía, y del hidrógeno en particular, está muy condicionado por la regulación. Los 100 años de innovación y eficiencia en motores diésel están cerrándose simplemente porque hemos decidido que así sea. El hidrógeno todavía no existe, se espera quizás en la siguiente generación, pero la regulación no ayuda a despejar la incertidumbre. Todavía ningún componente de la cadena de valor del hidrógeno genera beneficios. De momento, no es sostenible económicamente.

2.Muchas empresas gestionas sus datos basándose en la infraestructura que proporcionan los grandes hiperescalares de la nube, lo cual plantea la cuestión de la soberanía tecnológica. No hay ningún gigante europeo capaz de ser alternativa por su capacidad de escala, de inversión, de generación de tecnología transversal en inteligencia artificial, en conectores y en gestión de volumen de datos, o en seguridad. Son imbatibles. Tenemos que pensar hacia dónde nos lleva esto. El momento tiene similitudes con aquel en el que parecía que China era también imbatible fabricando y el resultado para la industria está ahí. Existe un riesgo de dependencia, de que todos los contratos estén en manos de dos o tres multinacionales.

3.Los márgenes de la industria son muy pequeños y eso nos hace ser reactivos. No invertimos lo suficiente en transformación y para competir a nivel global es necesario estar continuamente reinventándose, adelantarse y marcar tendencia. Los bajos márgenes de Europa hacen que no sea un mercado atractivo y, al no haber inversión, se frena la innovación y la velocidad disminuye. Es una dinámica muy peligrosa. En Estados Unidos, es habitual tener los ahorros en Bolsa, de modo que la capacidad de financiación de las empresas es enorme. Se insiste en que China copia, y ya estamos en la situación de copiar a China. Hay tres grandes tendencias: en inteligencia artificial, el momento geoestratégico y geopolítico es el de una guerra fría entre América y China en toda regla; y otros dos asuntos clave son energía y biología sintética.

4.Las nuevas aplicaciones y la irrupción de la inteligencia artificial permiten liberar más tiempo para los profesionales, pero generan nuevos desafíos a los departamentos de sistemas. Tienen que decidir cómo se gobierna la nueva situación, porque no hay área de la empresa que no esté pidiendo automatizar o digitalizar tareas. Esto provoca acumulación de aplicaciones en cada área, sin conexión, sin gobernanza. En algunos casos, cada área llega a conclusiones diferentes porque está tomando los datos de distintas fuentes.

5.A raíz de los informes de Letta y Draghi se va a desencadenar en Europa una nueva partida de fondos. Serán una llamada a impulsar una nueva política industrial europea, no fragmentada. Todo ese dinero es condición de supervivencia de Europa para no estar en manos de Estados Unidos y China. Los grandes grupos industriales europeos, franceses y alemanes se están posicionando ya, haciendo pasillo en Bruselas, explicando cuáles son los grandes proyectos que hay que apoyar y dónde. La industria española tiene que estar muy atenta y no esperar a que finalmente se anuncien los fondos.

Tomás Gómez Acebo, Mireia García y Elisabeth Viles, al fondo, entre los participantes.

6.Falta gente para la industria. Es un problema porque las cohortes demográficas son muy estrechas y la industria no tiene un particular atractivo. Uno de los temas clave tiene que ser cómo atraemos a personas, cómo las formamos para la industria que necesitamos y cómo trasladamos al conjunto de la sociedad que eso es muy importante.

7.Como sociedad vamos a dejar de necesitar tecnólogos para requerir filósofos y gente de humanidades, capaces de entender la relación entre empresas y las lógicas de negocio en las industrias y de explicárselo a un sistema de procesamiento del lenguaje natural capaz de automatizar. Y aquí es donde viene la lógica de los desops o la desoperativización de las empresas: ya no vamos a mejorar los procesos o la eficiencia, sino que ya directamente vamos a desoperativizar. Las empresas van a pensar mucho más en la táctica, en la estrategia, en lo creativo, no necesitaremos a tanta gente que sepa de programar.

8.Estudios académicos demuestran que las emisiones de gases de efecto invernadero no se están reduciendo. En un momento dado se detectó un cierto cambio, pero ahora se mantienen estables. Si Europa quiere que sigamos siendo más sostenibles, de alguna manera va a tener que introducir más regulación y las empresas tienen que estar al tanto. La regulación bloquea mucho y, si para nuestros competidores no es la misma, al final se convierte en una pérdida de competitividad y en un riesgo. Se debe aplicar a todo el mundo por igual.

9.En materia de sostenibilidad, a veces se toman acciones demasiado rápidas y luego hay que recular. En las estrategias de economía circular se está viendo ya en la bibliografía. Hay muchos casos de empresas que han tomado acciones de recuperar, usar y manufacturar, y eso provoca el llamado ‘efecto rebote de la economía circular’. O bien porque las soluciones tecnológicas consumen más que los beneficios que generan, o bien porque los mercados son complejos y el consumidor mismo provoca ese efecto. El consejo sería: hay que ser conscientemente proactivo, o sea, conocer bien lo que hay detrás. Ese conocimiento viene de la mano de la Universidad y los centros tecnológicos, cuya obligación es ir un paso por delante.

10.El mayor proporcionador de inversión en la Europa fragmentada en la que vivimos es el Estado, pero para adjudicar esa inversión, y que parezca justa, lo hace mediante subvenciones canalizadas en proyectos a los que da 2, 3, 4 años de plazo de ejecución. Si por el camino la tecnología cambia no pasa nada, se sigue ejecutando el proyecto para no perder la financiación. Ese es uno de los grandes problemas de una Europa fragmentada: nos centramos más en los resultados financieros que en los económicos. Y no hay capital que quiera aceptar ese riesgo.

11.En Europa, no va a haber conductores de camiones en tres años, el déficit va a ser brutal. No se trata ya únicamente de la retención del talento cualificado, sino de captar a personas capaces de llevar nuestros productos al consumidor final. Toda transformación se ha basado en un cambio cultural que pasa por que las personas se adhieran. Uno de los puntos para conseguirlo es la recuperación de lo antiguo. Hay empresas en las que máquinas de última generación coexisten con otras de hace 50 años. Hay que hacer que eso confluya en algo único, que salga un resultado realmente operativo. Se consigue a través de la formación.

12.Hay una separación cada vez mayor entre las empresas que innovan y las que no, y así un país no se construye. ¿Por qué los que tienen que tomar las decisiones no innovan? ¿Qué incentivo tienen para escoger a algunos de sus profesionales y ponerlos a trabajar en un proyecto de innovación? Es un tema de decisión, de querer o no querer, de actitud. Los incentivos son individuales. El 95% de los emprendedores del sector salud dan el paso por una motivación personal.

13.Toda la tecnología que estamos poniendo encima de la mesa lo va a cambiar todo y eso es lo primero que tenemos que entender, que no vamos a hacer nada de la misma manera. Se puede hablar de innovación, pero la clave es el cambio cultural.

14.Hay que ser relevante allí donde se toman las decisiones. Muchas plantas de la misma compañía no son iguales, algo tienen que ver en ello los gestores y la propia empresa debería tener capacidad de analizarlo. El tomador de decisiones es fundamental y, a nivel España, no estamos siendo capaces de influir en los sitios donde se adoptan decisiones a nivel mundial. Es un peligro muy grande porque estamos perdiendo proyectos. Falta ambición.

15.Es clave conocer mejor el comportamiento del consumidor, a qué dedica su tiempo libre y sus recursos. Eso va ligado a cómo somos capaces de utilizar la tecnología, incluida la inteligencia artificial desde un punto de vista de anticiparnos a sus decisiones. Muchas veces prima una visión muy cortoplacista para conseguir datos de relaciones rápidamente. En otras ocasiones, los clientes no saben lo que quieren. Es un bucle del que hay que salir.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad