¿Y si la clave es aumentar la inversión en petróleo y gas? (el ‘Juego de Tronos’ lo ganará quien domine el carbono)

¿Pone de manifiesto la crisis actual que los planes de transición energética han sido solo "una cadena de castillos de arena que las olas de la realidad han arrastrado", como ha dicho recientemente el CEO de Saudi Aramco? El debate no resulta sencillo, según el autor, que recopila la visión de los 'malos de la película', los productores de petróleo y gas, y se queda con el planteamiento de uno de ellos, la CEO de OXY, quien apunta que el destino final de todo el sector en realidad será el control (y las tecnologías para hacerlo) del carbono
Eugenio Mallol
16 de octubre de 2022 | Compartir: Compartir en twitter Compartir en LinkedIn
¿Y si la clave es aumentar la inversión en petróleo y gas? (el ‘Juego de Tronos’ lo ganará quien domine el carbono)
Una plataforma de extracción de petróleo en el mar. / Arvind Vallabh / Unsplash

Para quienes escucharon el discurso del CEO de Saudi Aramco, Amin Nasser, en el foro de Schlumberger celebrado en Suiza a mediados de septiembre, lo que está sucediendo en las últimas semanas lleva la etiqueta de Acontecimiento Previsible, guste o no, se esté o no de acuerdo. La expresión de Nasser que más resuena desde entonces es esta: las políticas de transición energética, especialmente en Europa, han sido solo “una cadena de castillos de arena que las olas de realidad han arrastrado».

Como consecuencia de ese, en su opinión, error de cálculo, «miles de millones de personas en todo el mundo ahora se enfrentan a consecuencias graves y prolongadas en el acceso a la energía y en el coste de vida». De los movimientos en Reino Unido para congelar las facturas de electricidad e imponer impuestos extraordinarios a las compañías de petróleo y gas, por ejemplo, simplemente predijo que probablemente desalentarían a muchos productores de energía a aumentar la producción. Voilà!

El discurso dominante en nuestra sociedad no es precisamente el de las grandes corporaciones energéticas, pero conviene analizar la perspectiva desde la que están observando el asunto. Quizás ayude a matizar muchos de nuestros inamovibles presupuestos. Las luces de advertencia han estado «parpadeando en rojo durante casi una década», dijo el CEO de Saudi Aramco, la compañía petrolera más grande del mundo.

Según su visión, a la falta de inversión en la industria upstream se suma la inmadurez de la generación de energía renovable, y la idea de que la transición energética podría lograrse «casi de la noche a la mañana», sin necesidad de mayores suministros de petróleo y gas. Entre 2014 y 2021, las inversiones en la industria del petróleo y el gas se redujeron a más de la mitad, de 700.000 millones a poco más de 300.000, y la producción de los campos petroleros del mundo baja desde entonces a una tasa media del 6%.

Pero la capacidad excedentaria global representa solo el 1,5% de la demanda total de crudo, y la energía solar y eólica constituyen solo el 10% del suministro mundial de electricidad y menos del 2% de la energía primaria. «Incluso los vehículos eléctricos comprenden menos del 2% de la población total de vehículos y ahora enfrentan altos precios de la electricidad», apuntó el CEO de Saudi Aramco, quien recordó que «una vez que la economía mundial comenzó a salir de los confinamientos, la demanda de petróleo volvió a aumentar, y también lo hizo el gas«, mientras que fuentes alternativas han demostrado ser incapaces de llenar el vacío.

Si la invasión rusa de Ucrania acabara de forma repentina dentro de seis meses, los problemas energéticos del mundo no desaparecerían, añadió Nasser con ese marcado tono de prepotencia saudí, «porque cuando se avergüenza a los inversores de petróleo y gas, se desmantelan las centrales eléctricas de petróleo y carbón, no se diversifican los suministros de energía, especialmente el gas, se impiden las terminales receptoras de GNL y se rechaza la energía nuclear, es mejor que tu plan de transición sea correcto».

Su conclusión fue que es el momento de «aumentar las inversiones en petróleo y gas, especialmente el desarrollo de capacidades», así como de diseñar «un plan de transición energética más creíble». Y lo relevante es que esa visión es compartida por algunos de los principales nombres propios del sector energético en Occidente, como se ha puesto de manifiesto en la reciente Conferencia y Exposición Técnica Anual de la Society of Petroleum Enigneers (SPE) 2022 celebrada en San Antonio (Texas, EEUU), según recoge el Journal of Petrouleum Technology.

Para Iman Hill, CEO de la Asociación Internacional de Productores de Petróleo y Gas, resulta «increíble dada la crisis energética a la que nos enfrentamos todos, no solo Europa» que se produzca una «reacción violenta de parte de la sociedad» contra la industria acusándola de «utilizar la situación en Europa como una oportunidad para continuar produciendo hidrocarburos no deseados». (Excusatio non petita…)Y el vicepresidente senior de desarrollo de cartera upstream de ExxonMobil, Barton Cahir, ha advertido en el evento de que el petróleo y gas «van a estar ahí a través de la transición energética».

Más interesante ha sido la intervención de Vicki Hollub, presidenta y CEO de Occidental Petroleum, para quien «la discusión no debería ser sobre la fuente de combustible», sino en realidad «sobre lo que hacemos con las emisiones». Hay demasiada «pasión, pasión desenfrenada», en todo el mundo sobre «matar combustibles fósiles» cuando realmente «esa pasión debería ser cómo colaboramos juntos y cómo nos unimos y resolvemos el que es uno de los mayores problemas del mundo hoy en día».

Se puede aumentar la producción de petróleo y gas y reducir las emisiones, ha afirmado. «Para finales de esta década, vamos a estar en cero emisiones totales netas de nuestras operaciones de la Cuenca Pérmica mientras continuamos aumentando la producción». Su compañía quiere innovar en la captura y secuestro de carbono, trabajando con un fabricante de cemento y con productores de CO2.

La captura y valorización de carbono «tienen que ser parte de la mezcla, sin eso no podemos limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Simplemente no puede suceder», ha asegurado Hollub. Oxy está trabajando en «ventiladores radiales para extraer aire de la atmósfera, empujarlo a través de una torre de contacto y luego convertirlo en CO2 que secuestraremos en el depósito. La razón por la que esto es tan importante para nosotros es que tiene tantas sinergias con nuestro negocio químico y tiene la infraestructura en la Cuenca Pérmica para apoyarlo».

Y he aquí el gran asunto que sobrepasa a cualquier polémica: los esfuerzos de captura de carbono de Oxy crecerán hasta rivalizar con su negocio de petróleo y gas en tamaño. «Creo que Oxy se dirige a convertirse en una compañía de gestión de carbono». Esta es la clave. No disminuirá su producción de petróleo y gas, «la vamos a aumentar, pero lo hacemos en combinación con la construcción de nuestro negocio de captura de carbono».

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