Mayte Bacete pide en Collaborate inversión en microchips y alerta del cuello de botella del talento antes de traer una ‘foundry’
La directora general de MaxLinear Hispania, la primera fabless ubicada en nuestro país en liderar el diseño de un chips de 5 nanómetros, repasa en el Atlas Tecnológico Collaborate People & Data 2022 el potencial del sector de la microelectrónica si se adopta la estrategia necesaria y la posibilidad de configurar un ecosistema en el que la implantación de una fábrica tenga sentido
Mayte Bacete, directora general de MaxLinerar Hispania, durante su intervención en el Collaborate. / FLITCUT
La directora general de MaxLinear Hispania, Mayte Bacete, ha afirmado en la Keynote de clausura del Atlas Tecnológico Collaborate People & Data que el “primer objetivo” del sector español de la microelectrónica es “generar, retener y atraer talento. Estamos en un cuello de botella importante. Fabriquemos ingenieros y fabricaremos el mundo, si no los tenemos no podremos crecer”.
En relación con la estrategia de país en el ámbito de los microchips, que incluye el lanzamiento de un Perte específico por valor de 11.000 millones de euros, Bacete apuesta por “potenciar el ecosistema y las empresas de diseño que hay actualmente, que puedan llevar centros punteros desde aquí y ser un centro de excelencia”. En el caso de MaxLinear, ha dicho, “queremos ser centro de referencia en conectividad, pero necesitamos más gente”.
Se necesita personal e infraestructuras, “parte de los fondos tienen que ir a las fabs, el último sería las foundries [los grandes centros de producción de chips], pero antes se tienen que dar más pasos, como impulsar nanofábricas y entrar en puntos de fabricación, como el encapsulado y testeo”. De ese modo, España podrá “atraer una foundry, pero hasta que eso no crezca va a ser complicado”.
“Necesitamos traer talento de fuera, porque con los que salen de la universidad y el entorno no es suficiente”, ha añadido. “Estamos instando a definir políticas que lo permitan, medidas fiscales, de visados, lo necesario, además de la parte de formación, y a mejorar infraestructuras, porque los parques tecnológicos están a tope y necesitamos espacios”.
Hasta el giro que ha representado el Perte de los microchips, España había “dejado de apostar por esto y encontrar ingenieros especializados es complicado, porque las generaciones anteriores buscan otras cosas”. En València, “ha dado la casualidad de que tenemos cuatro centros de empresas de diseño: MaxLinear, Analog Devices, AMS Osram y Bosch. Además iPronics, DAS Photonics y VLC Photonics, un polo en fotónica a raíz de spin offs en la UPV. Queríamos aunar fuerzas, que este sector crezca, que las autoridades y universidades vean la fuerza del sector”.
El sector de los chips genera 600.000 millones de dólares al año, pero “cuando se aplican a la economía el volumen de negocio que activa es de decenas de billones de dólares porque hoy en día usamos chips en cualquier aplicación, ha habido un boom de necesidades de estos chips”, dice Mayte Bacete.
Son muchos los actores que “participan para disponer de estos chips desde las compañías de diseño a los que proveen de diseños ya creados que puedes personalizar, los materiales o los equipos de fabricación”. Por esa “complejidad” de los diferentes actores y por “cómo se ubican en el mundo, no por abrir en Europa resolvemos los problemas de la cadena de suministro”. No obstante, para la directiva de MaxLinear, “al final donde hay menor inversión y mayor rentabilidad es en la parte de diseño, mientras que las fábricas son más intensivas en inversión y el retorno es menor. El I+D es mayor en la parte de diseño”.
Ahora mismo, las tecnologías en 5 nanómetros están Samsung y TSMC, y “se quiere propiciar que vuelva a hacerse alguna fábrica en EEUU y en Europa. La demanda ha sido tal que la capacidad actual no ha dado abasto, ha impactado en todos los sectores y en todas las aplicaciones de los chips”, explica. A raíz de eso, “muchos países se han puesto las pilas para potenciar el sector, muchos para montar fábricas, pero también para diseñar”.
La UE ha destinado 43.000 millones a la Chips Act en febrero. Europa tiene el 10% de la producción mundial de chips, hay foundries como Infineon o Bosch en Alemania, y en Francia, el objetivo es tener un 20%. “En España, la idea es un poco parecida, se quiere destinar una parte de los fondos para abrir dos fábricas. En eso están”.