6G y cuántica acechan, tiembla industria

Solamente siete de cada cien organizaciones en España tienen un nivel de preparación maduro para hacer frente a los riesgos de ciberseguridad en un mundo híbrido. Esta conclusión forma parte del informe Cisco Cybersecurity Readiness Index, basado en encuestas a 6.700 responsables de ciberseguridad de 27 países. “La resiliencia de la seguridad es transversal a todos los procesos empresariales. Por tanto, esta debe convertirse en un imperativo y una prioridad”, aconseja Ángel Ortiz, director de Ciberseguridad en Cisco España.

La industria, entregada a la automatización y digitalización de los procesos de producción, incorpora cada vez más dispositivos, plataformas, datos y maquinaria conectada a la red. Hoy por hoy, y de manera generalizada, el despliegue de la red 5G corresponde a la 5G NSA (non-stand alone, en sus siglas en inglés), es decir, utiliza un acceso de radio junto con el núcleo de red 4G, aprovechando la infraestructura.

La incorporación de un número mayor de dispositivos (internet de las cosas-IoT) y un requerimiento más rápido de las conexiones necesitan una red 5G ampliada. Y esto nos lleva a la 5G SA (stand alone), una red independiente de la 4G. Actualmente, las redes 5G SA desplegadas en el mundo se reducen a 45 pero, como aseguran los expertos, en las dos próximas décadas su despliegue será masivo y, con él, también la saturación de esta tecnología. Así pues, los investigadores se centran ya en la 6G.

“La 6G todavía está por definir. Hoy por hoy nos encontramos en una etapa inicial, podríamos decir de branstorming colectivo a nivel europeo, para determinar qué tendrá que aportar, basándonos en aquello que creemos que no será capaz de dar respuesta la 5G SA en plenitud. Pensamos en como llevar las redes a otro nivel de escalabilidad y de sostenibilidad”, explica Jesús Alonso-Zárate, director de Estrategia y Programas de I+D+i y director del programa de 6G en la Fundación i2CAT, además de miembro del Comité de Gobierno de la asociación 6G-IA.

La nueva red tendrá que soportar millones de dispositivos conectados, “se combinaran tecnologías que ya conocemos y otras nuevas que ya apuntan pero que todavía no están en el mercado”, afirma Alonso-Zárate. Entre ellas, apunta, “la Inteligencia Artificial, por ejemplo, va a tener un gran impacto por lo que respecta a eficiencia, confiabilidad, cobertura y sostenibilidad”. Tendremos pues, “una parte de evolución y otra de revolución”.

La innovación supera siempre a la implementación. “No somos capaces de absorber tota la tecnología que desarrollamos”, afirma el investigador de i2CAT, que sitúa el 2040 como el año en que la 6G ya podría ser la tecnología dominante. “Esto supondrá un gran cambio para la industria, porqué el rol de la nueva red será fundamental para la comunicación y la sostenibilidad”. El programa europeo Green Deal Industrial Plan también trabaja en este sentido.

La automatización de la industria y el compromiso por revertir el cambio climático reclaman “una tecnología muy sostenible, con baja latencia sincronizada a gran escala, muy estable, que actúe a modo de director de orquesta frente a tantos dispositivos conectados”, apunta Alonso-Zárate. En este entorno mucho más complejo, la ciberseguridad toma aún un mayor protagonismo. “La 6G nacerá ya segura por diseño”, destaca. La cuántica, el Santo Grial que debe dar respuesta al reto de la futura ciberseguridad, también está en marcha. LuxQuanta, una deep tech barcelonesa, ha diseñado un sistema de distribución de claves cuánticas, el NOVA LQ, que encripta los datos utilizando propiedades de la física cuántica y es capaz de integrarse en las redes de comunicaciones convencionales.

“Actualmente, el cifrado de la información que se transmite digitalmente requiere previamente del intercambio entre usuarios de claves secretas. La fortaleza de estas claves reside en complejas funciones matemáticas, imposibles de resolver hasta donde sabemos para un ordenador actual pero que serán completamente vulnerables en cuanto se disponga de un computador cuántico con capacidad suficiente. Y no tardaremos muchos años en ver estos ordenadores en el mercado”, afirma Vanesa Díaz, CEO de LuxQuanta.

El sistema ideado por esta deeptech utiliza una variación de la tecnología QKD llamada QKD de variable continua (CV-QKD). La gran ventaja que ofrece es que se construye con componentes comerciales de la industria de las telecomunicaciones ya maduros, combinados y controlados por una potente electrónica y un software desarrollado per el equipo de I+D de la empresa que permite una instalación sencilla en las redes ópticas actuales.

NOVA LQ garantiza que cualquier intento de un intruso por observar la información del canal cuántico dejará un rastro que podrá ser detectado por el receptor. De ahí que el sistema vaya dirigido a operadoras de telecomunicaciones, empresas dedicadas a la ciberseguridad y entidades gubernamentales, financieras y sanitarias, entre otros grupos estratégicos, también la industria. LuxQuanta ha visto reconocida su tecnología por la Unión Europea, que le ha asignado el liderazgo del consorcio QUARTER, que tiene como objetivo implementar una red de seguridad cuántica para las comunicaciones en Europa, un programa que tiene una dotación de 7,4 millones de euros y que debe estar desplegado en 2027.

La industria no puede ni debe quedar al margen de los avances tecnológicos y de la hiperseguridad que los acompañará. La 6G y la ciberseguridad cuántica marcarán el futuro del sector.