Ideas para un modelo productivo que conviva con el bienestar
La visión de líderes industriales y tecnológicos como Ezequiel Navarro, Bruno Arias, Juan Ramón Astorga, Ana Ursúa, Emilio Anglés y Felipe Romera ha enriquecido el debate sobre la estrategia de transformación del modelo productivo que debe seguir España, en la que los espacios urbanos pueden desempeñar un papel decisivo
Una farola junto a un edificio de oficinas. / MARIA TENEVA / UNSPLASH
Este artículo aparece en el último número de ATLASTECH REVIEW
La reindustrialización constituye una de las asignaturas pendientes en el ecosistema empresarial español. Para llevarla a cabo se precisan medios humanos y técnicos estudiados con precisión, además de un enfoque adecuado. Para la mayoría de los expertos aumentar el peso del sector industrial en la economía se vincula a la necesidad de potenciar el talento, atraer inversión y ser dueños del ciclo de vida del producto. Además, la rentabilidad deja de estar ligada a la mano de obra y comienza a vincularse a la proximidad de clientes y proveedores.
Ezequiel Navarro, CEO de Premo Group y presidente de Innova Ricardo Valle Innovación, sostiene que “cuando la rentabilidad de las plantas no dependa de la mano de obra directa, sino de la proximidad de clientes y proveedores, de los costes de energía y del acceso a las tecnologías clave, podríamos crecer si, y solo si, tenemos talento formado”. Entre las mejoras que Ezequiel Navarro señala se encuentran “fomentar la industria manufacturera 4.0 y deep tech para reducir la dependencia tecnológica”. Junto a ello, es partidario de ofrecer un “uso libre del espectro 5G en el interior de las plantas como ventaja competitiva clave, garantizar el acceso a energías limpias renovables y proporcionar suelo industrial competitivo a nivel global”.
Apuesta también por incentivar proyectos con TRL (nivel de madurez tecnológica) avanzadas para facilitar la inversión en bienes de equipo a la vez que destaca la importancia de incentivar fiscalmente la compraventa de participaciones en empresas industriales. Según Ezequiel Navarro, “te vas a industrializar intentando estar cerca de los clientes y del suministro de materias primas y con tecnologías competitivas que hagan que la dependencia del coste de la mano de obra sea lo menor posible. Es una oportunidad importante si pensamos que de aquí a no muchos años podemos tener robots colaborativos a 3.000 dólares y robots de intralogística, que muevan 200 kg, a 10.000- 12.000 dólares. Se podría pensar en montar industrias ligeras en espacios intraurbanos, dentro de la ciudad, minifábricas de alta productividad, que emplean a 40-70 personas. Es un modelo de industria distribuida”.
Digitalización inteligente
El colaborador de Atlas Tecnológico y senior business & RDI consultant de Tecnalia, Juan Ramón Astorga, considera que ante un mundo tan cambiante como el que vivimos en la actualidad no se ha realizado un análisis de riesgo a la altura haciendo que, de repente, aparezcan factores que entran en la ecuación, como problemas geopolíticos, la pandemia, cambios culturales, nuevas políticas de sostenibilidad o la escasez de ciertas materias primas.
En su opinión, las claves más importantes para la reindustrialización consisten en “recuperar la fabricación que durante varias décadas se había trasladado a países de bajo coste, también el hecho de simplificar los sistemas logísticos puesto que al desglosar los costes de los productos comprobaremos que cuesta más manipularlos, distribuirlos y transportarlos que fabricarlos. Sin contar con el efecto negativo que supone toda esta operación sobre el medio ambiente. Por último, debemos pensar en una digitalización inteligente sustentada en las nuevas tecnologías”.
Durante la celebración de Collaborate Summer’ 22, Bruno Arias, director de la planta de Michelin en Valladolid, impartió una ponencia marcada por el imperativo de una reinvención de las compañías basada en las personas. Bajo el título “El desafío del talento en la reindustrialización de España”, el experto ha explicado las distintas características que el grupo sigue en el proceso”.
“Si queremos crear una industria que no existe o convertir una industria del siglo pasado en otra del futuro, conectada, moderna, cero emisiones, la clave son las personas en el sentido más amplio de la palabra: tienen que estar convencidos el director y el equipo de dirección, los mandos intermedios y a las 1.700 personas que trabajan en la fábrica y también las personas que no formen parte directa de la empresa pero que son prestatarios de servicios”, sostiene Arias.
En los últimos años la competencia ha estado centrada en el diferencial del coste de la mano de obra, “nuestra base se sustentaba en procesos cada vez más automatizados, y con el coste de transporte y el arancel íbamos viviendo. Pero ahora la competencia apuesta por costes porque se implantan en países del Este, por fábricas supergrandes, por velocidades de implantación bestiales, por automatización” y añade “hay que estar preparados en esta reindustrialización para sufrir fracasos y salir de ellos”.
En 2006, Michelin cesó la actividad de una de sus líneas en la planta de Aranda de Duero (Burgos), con la pérdida de 470 empleos. Dentro del plan de reindustrialización se creó el polígono industrial de Allenduero, aprovechando terrenos cercanos baldíos, se dotó de una infraestructura básica a la zona y se activó una línea de tren porque uno de los proyectos era de transformación de productos metálicos. El proyecto contó con la implicación del ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, los sindicatos, Caja Burgos y la Fundación Michelin Desarrollo.
Desde aquel momento, las empresas que se han instalado han creado más de 1.000 empleos. En los 200.000 metros cuadrados de instalaciones, se fabrican neumáticos para camiones y autobuses de más de 100 dimensiones y modelos. Actualmente, en el centro de Aranda se producen neumáticos de las gamas X-Line, X-Multi, X-Works, X-Coach, X-Incity, cuyo principal destino es Europa. Sin embargo, también envían cantidades importantes a países como India. En Aranda se fabrican asimismo ocjo referencias de neumáticos para Metro, siendo la única fábrica del Grupo que realiza este producto, destinado a ciudades de Europa y América.
Empleo de calidad
La principal debilidad de la economía española ha sido su incapacidad para generar empleo de calidad, de manera sostenida, para la mayoría de la población activa. Conscientes de la problemática AMETIC, patronal representante del sector de la industria tecnológica digital en España ha elaborado distintas iniciativas con la intención de dar solución. En el Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones su propio Grupo de Reflexión abordó una mesa redonda sobre dicho tema.
Sara de la Rica, economista y directora de la Fundación ISEAK, defendió que el proceso de transformación del modelo económico “trae consigo muchos cambios tecnológicos que pueden ser la solución al problema que existe en nuestro país: el empleo. Desde las instituciones públicas, deberíamos apostar por las tecnologías que favorezcan la generación de puestos de trabajo. El objetivo de la política debería residir en el apoyo a las denominadas tecnologías brillantes”.
La sociedad comprende que la industria ya no es un tema olvidado, está en la agenda de cualquier gobierno. “En clave de reindustrialización, las materias primas y las energías son los grandes temas. Se está innovando, invirtiendo para hacer que esa utilización de nuevos materiales y ese cambio en los mix energéticos, para emitir menos, den lugar a su vez a que la empresa industrial consolidada vea nuevas oportunidades”, comentó Ana Ursúa, directora general de la Asociación de la Industria Navarra.
Disponer de un entorno legal, laboral y fiscal que facilite la innovación también es imprescindible para la deseada reindustrialización. La innovación debe ocupar el lugar prioritario que le corresponde en las políticas públicas, es vital apoyar la innovación empresarial. De igual manera que, velar por la sostenibilidad es esencial y será la primera prioridad en el próximo futuro para las nuevas generaciones. “Cuando uno analiza este escenario se encuentra con que se habla de la cuarta revolución industrial. Este tipo de industria nueva, sostenible y digital no necesita grandes polígonos, puede dar lugar a industrias pequeñas que quepan en los bajos de los edificios. Constituye una idea revolucionara, la realidad es que puede convivir con nosotros”, aseguró Felipe Romera, presidente de la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE).
Las nuevas industrias tendrán que ser sostenibles por diseño y genética, y las existentes tendrán que transformarse si quieren sobrevivir. En definitiva, el futuro presenta un escenario prometedor donde las nuevas fábricas compiten por ese papel protagonista que lidereará el cambio del tejido urbano.
Colaboración pública-privada
Por su parte, Emilio Anglés, director de industria 4.0 en Kellogg, aborda la cuestión desde una perspectiva global. “Oponerse a la transformación digital no es una opción ya que los demandantes de estos cambios, bien la industria, el I+D, el negocio o nuestros consumidores, necesitan dar respuesta a este nuevo paradigma donde el cliente está en el centro del negocio, donde el mercado es 100% global y volátil”, aseguraba el ejecutivo.
La industria constituye un generador de riqueza y bienestar para la sociedad. En esta línea, la reindustrialización precisa de colaboración publica y privada. Anglés, destacó que, para abordar este proceso “debemos ser capaces, a partir de un análisis preciso de nuestro modelo de madurez digital y grado de automatización, de diseñar un plan estratégico sólido para la aplicación y despliegue de las diferentes tecnologías habilitadoras de la Industria 4.0 que nos aseguren unos buenos retornos de inversión, la competitividad de nuestros negocios, la sostenibilidad de nuestro entorno y, la creación de puestos de trabajo de alto valor añadido”.